Mató y quemó a un cabo de Ejército, ahora pagará 31 años de cárcel
La víctima era su socio en un negocio de transporte de gasolina
Pese a que la defensa de Eider Ríos Durán apeló la decisión del Juzgado Especializado de Valledupar, el cual lo condenó a 31 años de prisión por el delito de desaparición forzada del que fue víctima el cabo segundo del Ejército Nacional, Arturo de Jesús Menco Díaz, dicha sentencia fue ratificada por el Tribunal Superior de esta ciudad.
Para llegar a esta condena la Fiscalía encontró en los testigos del caso relatos desgarradores de cómo ocurrió la muerte del militar, planeada por su propio socio en el negocio de transporte de gasolina de contrabando procedente de Venezuela.
Todo sucedió el 30 de diciembre de 2013, cuando Eider y Arturo de Jesús, acordaron una cita, en la cual iban a arreglar las cuentas del negocio. Pues el Cabo Segundo estaba adscrito al Grupo de Caballería Mecanizado Nº 2 Coronel Juan Rondón, en La Guajira, pero había sido trasladado a San José de Guaviare, y no podía estar al frente de todoro por lo que el condenado había quedado cargo de todo. Sin embargo, para los días de los hechos se encontraba de permiso.
El encuentro estaba planeado entre Valledupar y La Paz; una vez estuvieron juntos emprendieron camino a bordo de un vehículo conducido por Eider Ríos, quien iba en compañía de otra persona con destino al corregimiento de Media Luna.
En el trayecto todo parecía normal hasta que el otro sujeto identificado como Wilmer Rivero Carvajalino, el cual iba en el asiento de atrás sacó un revólver y mata de dos tiros al militar, quien iba sentado en el puesto del copiloto.
Al dejarlo muerto se dirigen al corregimiento Las Pitillas, jurisdicción de San Diego, donde en un lugar boscoso y solitario deciden incinerar el cuerpo y enterrarlo. Desde entonces el cuerpo del militar estuvo desaparecido por dos años, mientras que su familia vivía en zozobra y angustia por saber qué había pasado, no obstante tenían conocimiento que su ser querido iba a encontrarse con Eider Ríos.
La confesión de Wilmer
Wilmer Rivero Carvajalino fue capturado en noviembre de 2016, luego que la Fiscalía contara con el relato de un testigo que lo escuchó cuando le contaba a otra persona lo que había hecho.
Al estar en poder de las autoridades confesó que fue contratado por Eider Ríos, para que matar a la víctima y luego quemar y desaparecer el cuerpo, todo esto por 2 millones de pesos.
Hasta ese momento la Fiscalía no sabía dónde estaba el cuerpo del militar y tampoco sus familiares, fue solo hasta la confesión de Rivero Carvajalino que lo supieron ya que dio las indicaciones para que lo hallaran y mediante una exhumación los restos fueron encontrados y le dieron cristiana sepultura.
El fiscal del caso indicó que Rivero Carvajalino tenía experiencia en cavar pozos profundos porque este era su trabajo por lo que no se le dificultó la labor de cavar para enterrar al suboficial del Ejército, oriundo de Magangué, Bolívar.
Eider Ríos Durán, conocido como El Cachaco y oriundo de Ocaña, Norte de Santander, está preso desde el año 2014.
Mientras que Rivero Carvajalino -también preso-, espera conocer los años de prisión a los que será condenado, luego de un preacuerdo con la Fiscalía.