domingo, abril 28, 2024
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Así vive en la cárcel de Valledupar, Rafael Uribe, el asesino de la niña Yuliana Samboní

Penitenciaría de  Valledupar

Dibujando y haciendo origami desde su celda, en la calurosa cárcel de la Penitenciaría de  Valledupar, pasa sus días Rafael Uribe Noguera, condenado a 58 años de prisión por la violación y asesinato de la niña Yuliana Samboní. El 4 de diciembre se cumplen dos años de este crimen.

El arquitecto, quien cumplió 40 años, llegó a ese penal el 3 de febrero de este año. Al principio fue muy difícil acostumbrarse a las condiciones de la prisión de mayor seguridad en el país. Uribe Noguera fue trasladado de la cárcel La Picota en Bogotá, donde estaba desde su captura, tres días después del crimen. Allí, los presos no lo querían.

Y al parecer, en La Tramacúa, como se conoce este penal,  tampoco fue muy bien recibido en un principio, aunque hoy es uno más del pabellón en el que viven los mayores violadores en serie y asesinos del país.

Se acostumbró y, como todos, sale una hora al día a tomar el sol en la parte baja. Con la mayoría tiene una relación armónica y durante ese momento de esparcimiento inclusive juega fútbol con algunos.

Al lado de su celda, que es la primera del pasillo, duerme Alejandro Sandoval Argüello, alias Candado, jefe principal de la banda ‘los Urabeños’ en Norte de Santander, condenado entre otros delitos por homicidio. Con él es con quien mejor relación debe tener, pues comparten el televisor que está colgado en los barrotes del pasillo, entre la mitad de las dos celdas.

En esa hilera de celdas hay otros nueve compañeros con los que puede “compartir” cigarrillos, radios y otros elementos. Entre ellos, el exjefe de sicarios de Pablo Escobar, Jhon Jairo Velásquez Vásquez, ‘Popeye’.

Una de las formas que tiene Uribe para reducir su condena, una de las más altas del país, es dedicarse casi continuamente a el origami. El papel para hacer sus figuras, así como los lápices y las hojas para dibujar, son adquiridos en la ‘chaza’ o tienda rodante que pasa por las celdas dejando los productos de cada preso. En su celda, de más o menos dos metros de ancho por tres de fondo, también tiene libros, los cuales consulta constantemente para pasar el rato.

Las visitas en La Tramacúa están programadas cada ocho días; los primero tres fines de semana (sábado o domingo) entran las mujeres y el último de cada mes, los hombres, pero Rafael Uribe no es muy visitado.

La única persona de la familia que ha visitado a Rafael es su madre, María Isabel Noguera. “Lo ha visitado dos o tres veces, son encuentros cortos pero emotivos. Madre es madre”, publica El Tiempo.

Mientras que sus hermanos Francisco y Catalina no han ido ni un día a visitarlo, “porque Rafael será llamado como parte de la defensa en el proceso y no se quiere dejar ninguna duda en su testimonio; y dos, porque no se les ve muy interesados en acompañarlo”, dice el medio. El Tiempo.

2 comentarios en «Así vive en la cárcel de Valledupar, Rafael Uribe, el asesino de la niña Yuliana Samboní»

  • Tienen que tenerlo por participar en el asesinato de una niña inocente

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  • Sii y ojala la ley no le rebaje una mierda mas bien q le den pena d muerte por sucio y cobarde animal bestiaa 😠😠😠

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