viernes, abril 26, 2024
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Con música dijeron adiós a Jorge Oñate el ‘Ruiseñor del Cesar’

 

El momento más difícil llegó. Eran las 4:00 de la tarde y con música se inició la despedida. Llanto, nostalgia y un profundo dolor en el corazón fue lo que se vivió en la Plaza Olaya Herrera del municipio de La Paz, tierra donde Jorge Oñate supo defender el folclor vallenato hasta el último momento de su vida, y haciendo honor a la canción que él mismo interpretó, ‘El más fuerte’.

Al lado del féretro, cubierto con la bandera del municipio y rodeado de flores, se escuchó la nota del acordeón que resonó como si se trata de un himno, para dar paso a los primeros intérpretes. Su hijo José Jorge Oñate, fue el primero en participar, con su voz casi a punto de decaer, sacó fuerzas para rendirle homenaje a su padre con la canción ‘Lloraré’,  y en el acordeón de Javier Matta.

Se acercó al féretro, una y otras vez, secaba sus lágrimas pero siguió hasta el final, para darle paso a su hermano José Luis, quien interpretó ‘Dime por qué’. También recordó algunos saludos que en tarima hacía su padre para finalizar cantando ‘te fuiste para el cielo a cantarle a Jesucristo.

CANTOS DE HONOR

A la tarima también subió Jorge Celedón, quien rindió homenaje con la pieza ‘Igual que aquella noche’. Lo acompañó el Rey Vallenato, Julián Rojas. Juntos hicieron retumbar el lugar haciendo coro con las cientos de personas que se encontraban en el lugar.

Así la plaza se llenaba más y más de personas, las canciones se coreaban a viva voz entre llantos y una gran tristeza que envolvió al pueblo de La Paz durante el día.

El acordeón, caja y guacharaca seguían retumbando el lugar. A la tarima también subió Fabián Corrales con el tema ‘Por volverte a ver’ acompañado de Julián Rojas.

Peter Manjarres también se sumó al homenaje musical, y ante el féretro interpretó la canción ‘Calma mi melancolía’, sin dejar de corear ‘viva Oñate, vida, defendamos su legado’.

Jesús Romero, Penchi Castro, Orlando Liñán y Yader Romero fueron los encargados de cerrar el evento musical, mientras repetían una y otra vez, “te despedimos como tú maestro, lo hiciste con tantos colegas durante la carrera musical”.

Pasadas las 5:30 de la tarde, el féretro descendió de la tarima en hombros de su pueblo. Una ola de personas lo acompañaban por las calles de La Paz, las mismas que durante su vida recorrió y sintió orgullo por siempre. Fue llevado a su última morada en el Cementerio Municipal de La Paz. Desde hoy nace su leyenda, el pueblo que lo vio nacer y morir defenderá por siempre su legado.

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