viernes, mayo 3, 2024
General

Gobierno nacional busca evitar y controlar la deforestación en el país

El Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES) aprobó la política nacional para el control de la deforestación y la gestión sostenible de los bosques, la cual es liderada por el Departamento Nacional de Planeación y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Esta política busca implementar estrategias transectoriales para controlar la deforestación y promover la gestión de los bosques, impulsando el uso sostenible del capital natural, la economía forestal y el desarrollo comunitario, con foco principal en los 11 núcleos de alta deforestación, ubicados en 150 municipios y considerados como los territorios más afectados por la pérdida de cobertura de bosque natural en Colombia.

Por la naturaleza de las problemáticas, se requirió de un análisis sistémico de las causas directas y subyacentes que inciden en los procesos de cambio de uso de suelo y pérdida de bosque natural.
De esta forma, se identificaron las acciones que desde el Gobierno nacional se deben desarrollar de manera articulada con los sectores y comunidades, entre otros actores, para controlar la deforestación; al igual que las actividades para promover la conservación y el manejo sostenible de los bosques a partir del reconocimiento de las particularidades y necesidades de los territorios.

A fin de que el país cumpla la meta cero deforestación neta en el año 2030, es decir, que al comparar deforestación con restauración y reforestación, atendiendo los criterios de la definición de bosque natural adoptada por Colombia, el valor es cero, en la política aprobada por el CONPES se establecieron cuatro ejes estratégicos para desarrollarlos en los próximos 10 años:
Consolidar alternativas productivas sostenibles que incidan en el desarrollo rural y la estabilización de la frontera agrícola.

Fortalecer los mecanismos de articulación y gestión transectorial para la efectiva reducción de la deforestación y gestión de los bosques.

Ejercer control territorial y reducción de las dinámicas ilegales que impulsan la deforestación.

Fortalecer los sistemas de monitoreo y seguimiento para una administración eficiente del recurso forestal.

La aprobación de esta política destaca la importancia de los bosques para la vida humana por los servicios ecosistémicos que proveen: captura y almacenamiento de carbono, regulación climática, mantenimiento del ciclo del agua, purificación hídrica, mitigación de riesgos naturales como inundaciones o deslizamientos que, además de servir de hábitat para un sinnúmero de especies silvestres y representar valores culturales de comunidades étnicas y tradicionales, aporta a la seguridad alimentaria.

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