sábado, abril 27, 2024
Opinión

Transfusión Espiritual

“La gente debería jugar un rol activo en la salud y trabajar junto con su médico, en lugar de ser pasivo receptor de fórmulas y conceptos médicos pobremente dirigidos.”

Arnold Fox y Barry Fox


En la actualidad existe una amplia oferta de literatura sobre el tema de la salud (libros, revistas, documentos y videos en la web) que invitan al lector a que adopte un estilo de vida centrado en el pensamiento positivo, una alimentación balanceada y el ejercicio cotidiano, que para muchos puede considerarse un enfoque simplista para evitar o superar la enfermedad. Particularmente estoy de acuerdo con los doctores Fox, autores del libro Despierta estas vivo. Una receta médica para vivir más sano a través del pensamiento positivo, quienes acotan: “Mi enfoque no es simplista, es sencillo. Las respuestas sencillas funcionan mejor. Las respuestas muy complejas, los medicamentos, las cirugías y demás cosas no están dando resultados. En muchos casos complican el problema.

Tras la lectura de este libro, y su aplicación, se hizo un clip en mi mente, pues me permitió comprender lecturas previas sobre la salud y aumentar mi nivel de conciencia, la cual se ha elevado con la meditación del Yo Soy, utilizando, además, el análisis psicoanalítico de los síntomas (mediante los cuales me habla mi cuerpo), ante manifestaciones propias o apoyando a familiares y amigos, con base a lo descrito en el libro La enfermedad como camino. Un método para el descubrimiento profundo de las enfermedades, de Thorwald Dethlefsen y Rüdiger Dahlke.

El poder de la percepción incide significativamente cuando leemos, y que diferencia resulta releer ahora que cuando lo hice hace 40 años, en particular, los capítulos 18 y 21 del libro La mente en las relaciones humanas de Dan Custer, titulados El Poder que Cura y Como Usar la Mente para la Salud Física, respectivamente. Con el nivel de conciencia de ahora, finalmente he comprendido lo que afirma el autor: “El doctor limpia la herida, pero Dios cura al paciente. Ningún médico, psicólogo o psiquiatra honesto pretenderá reclamar que él ha curado a alguien. El únicamente ayuda a remover lo que está en el camino de la vida impidiendo actuar normalmente, y estimula la vida a moverse a través del paciente como salud, pero él no reclamará para sí que está haciendo la curación.”(capitulo 18) Claro, cuando nos hacemos consciente de lo que la enfermedad nos revela, conforme al síntoma que padece el cuerpo, se puede dar una curación mágica, esta desaparece, se da un milagro; o generalmente encontramos al médico o el profesional de la salud que precisará el tratamiento adecuado para erradicar la enfermedad. Así pues, “Puesto que la vida eres tú, tienes que pensar que la salud está ya dentro de ti.” precisa Custer en el capítulo 21.

Al respecto el Dr. Carlos Jaramillo explica en su libro El milagro antiestrés, que el estrés tiene que ver con la increíble capacidad del cuerpo para sanarse y de la responsabilidad que tenemos sobre nuestra propia salud, porque no es sólo estar saludable, sino conocernos más a nosotros mismos para alcanzar un mayor bienestar en nuestras vidas. Sin embargo, para la mayoría de la gente la enfermedad sólo desaparecerá mediante exhaustivos procedimientos médicos en pro de recuperar el normal funcionamiento fisiológico del cuerpo, sin considerar que los síntomas de su enfermedad proceden de pensamientos negativos, pues éstos, como sostienen los doctores Fox, son tan o más peligrosos que los virus, bacterias, heridas, errores genéticos, contaminación tóxica y otros. La salud es un tesoro imponderable (Melo, Revista Contacto, 2018) y tú puedes sanar tu vida; para ello debes asumir una actitud positiva respecto a tu salud.

En este sentido, los doctores Fox argumentan: “Una transfusión espiritual es uno de los remedios más sencillos y efectivos contra la plaga del pensamiento negativo que ahora aflige a la humanidad.” Y obviamente me preguntarás ¿qué es eso de transfusión espiritual? Bueno, a continuación, transcribo la explicación de los doctores Fox: “Una transfusión de sangre le da nueva vida a tu cuerpo al llenarte con glóbulos rojos saludables, glóbulos blancos que enfrentan las enfermedades, nutrientes y más cosas buenas. Una transfusión espiritual trae nueva vida a tu cuerpo y mente al llenarte de pensamientos positivos que corrigen la química de tu cuerpo, abatiendo las enfermedades y la depresión y promoviendo la salud, la alegría y el éxito.”

Déjame decirte que “pensar obedece a procesos más complejos de reacciones químicas generados por el oxígeno, el carbono, el azúcar, el fósforo, el potasio, el sodio, neurohormonas, éteres y radioactividad entre otras. Por esta razón el pensamiento es fuerza, es energía.” (Jorge Isaza & Jesús Martínez, 2000).  Por tanto, los pensamientos negativos generan estrés en exceso que puede causar a quienes lo mantienen en su mente “problemas somáticos y afectar cualquier órgano o sistema de su cuerpo”, tal como lo explica el Dr. Carlos Jaramillo. ¿Capta ahora porque es de gran relevancia que el lector empiece a transfundirse de pensamientos positivos?

Si, seguramente considerarás que la vida no es fácil, y que está llena de retos y acontecimientos adversos que necesitan ser resueltos con ayuda de profesionales y no mediante esta fórmula tan simple. En esto radica el poder de lo simple, en desarrollar la capacidad personal no sólo para reflexionar, sino para pasar a la acción, aunque no sin esfuerzo, al tiempo que nos prepara para una vida futura más plena y gratificante.

Quienes añoran la paz mundial, o anhelan naciones prósperas y con un índice de Gini cercano a cero, deben comenzar con un cambio individual, y lo más simple es aplicarse una transfusión espiritual tres veces al día, con disciplina, paciencia y perseverancia, toda vez que el proceso implica transformaciones de conexiones neuronales que demanda tiempo para efectuarse de manera definitiva.

¿Quieres saber cómo hacerlo? A continuación, se precisa el procedimiento definido por los doctores Fox:

“Quiero que te imagines acostado en una cama con una botella de transfusión colgando de la pared. La botella está llena de pensamiento positivos; convicción, entusiasmo, amor, felicidad y más. Imagínate un tubo que va desde la botella hasta tu brazo derecho; todos los buenos pensamientos de la botella pasan por el tubo y entran a tu brazo a medida que tú mismo te haces una transfusión espiritual.

Con esta clase de transfusión reemplaza todo pensamiento de odio en tu mente con uno de amor; cada pensamiento triste, con uno feliz; cada pensamiento débil, con uno fuerte; pensamiento de enfermedad, con salud; todos los pensamientos negativos por positivos.

A medida que te imaginas recibiendo una transfusión espiritual, quiero que te digas a ti mismo:

Con alegría me estoy haciendo una transfusión de los pensamientos más positivos. Con gozo, reemplazo los pensamientos de odio por amor. Con entusiasmo reemplazo los pensamientos tristes por alegres. Rápidamente reemplazo los pensamientos débiles con fuertes. Con alegría reemplazo pensamientos de enfermedad por salud. Con mucho deseo estoy reemplazando cada pensamiento negativo que hay en mi mente, con uno positivo, sabiendo que el resultado será un yo más saludable, más feliz y más exitoso.”

Pero la mayoría de la gente tiene la impresión de que el carácter no se puede transformar, y por ello seguramente la simplicidad de este procedimiento le parece pueril o irrelevante. A quienes se abstienen de considerar esta simplicidad, los invito a reflexionar respecto a lo escrito por Rafael Santandreu en el libro El arte de no amargarse la vida. Las claves del cambio Psicológico y la transformación, quien afirma que “cambiar, transformarse a uno mismo en una persona sana a nivel emocional, es posible. ¡Por supuesto que lo es!” (subrayado propio, en virtud de mi cambio personal). Por ello, este autor hace hincapié en “la exploración de los pensamientos, convencionalismos y creencias irracionales que hemos adquirido a lo largo de nuestras vidas, que son causa de sufrimiento y frustración, y pueden desembocar, a su vez, en malestar emocional y en trastornos psíquicos como ansiedad y depresión”. Y esto, genera estrés excesivo que, tarde o temprano, se somatiza.

No hemos entendido que somos los creadores de nuestra realidad (Melo, Revista Contacto, 2018), y lo hacemos con pensamientos de calidad. Recuerda, el pensamiento es energía, y nosotros somos energía. De esto no hay dudas, de hecho, Gaby Vargas, en su libro Energía. Tu poder, nos dice: “Así, la felicidad es un campo energético. La tristeza o la amargura también lo son. A diario tú y yo elegimos a qué campo conectarnos, -como una estación de radio-, lo hacemos minuto a minuto con nuestros pensamientos.” Espero inicies, sin más justificaciones, con la transfusión espiritual, pues sacarás los peligrosos pensamientos negativos de tu cabeza y los reemplazarás con felicidad, amor, aceptación y entusiasmo que propician tu salud física y espiritual, así como la alegría y el éxito en tu vida. Decídete ahora, para que te conectes con el campo energético de la belleza, de la abundancia y de la gratitud. Si tu cambias para mejorar tu vida, y muchos lo hacemos, estaremos contribuyendo con la construcción de un mundo mejor.

Por: Carlos Rafael Melo Freyle

Un comentario en «Transfusión Espiritual»

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