26 de julio , 2024
Nacional

Estados Unidos dejó de monitorear cultivos de coca en Colombia

En las últimas horas se conoció que Estados Unidos, aliado estratégico en la lucha contra las drogas en Colombia, no presentará su tradicional informe anual de monitoreo de cultivos de coca en el país.

Fuentes de la Casa Blanca y el Departamento de Estado de ese país confirmaron que el monitoreo se suspendió hace meses y, desde entonces, no se ha reactivado.

La noticia cae como un baldado de agua fría, luego de que Estados unidos publicara hace un año que en 2021 se detectaron en el país unas 234.000 hectáreas de cultivos ilícitos, la segunda cifra más alta en la historia de Colombia.

Incluso, los alarmantes resultados por poco llevan a Donald Trump a descertificar al país en su lucha contra las drogas, argumentando que dicho aumento significaba una poca efectividad de los planes de erradicación.

Dentro de las razones de Estados Unidos para eliminar el monitoreo, se encuentra su interés por sumar esfuerzos contra otro tipo de drogas que asechan su territorio, como el caso del fentanilo que, según cifras oficiales, estaría cobrando la vida de unos 100.000 estadounidenses cada año, por lo que la producción de coca pasaría a un segundo plano.

Según se conoció, la decisión también se tomó por los altos costos de realizar este estudio, que implica la participación de instituciones como la CIA, además del uso de equipos satelitales que inspeccionan las regiones de Colombia y contrastan los cultivos detectados con los resultados del año inmediatamente anterior para determinar el aumento o la disminución de las hectáreas ilícitas.

En la lista de razones de Estados Unidos para suspender su monitoreo se enumera que la ONU también efectúa un estudio de características similares, aunque no haya sido tenido en cuenta por los norteamericanos a la hora de tomar decisiones e implementar estrategias.

Incluso, el Congreso de ese país solo validaba las estadísticas emitidas por la CIA para aprobar los fondos anuales que se consignan a Colombia para la erradicación de cultivos de coca.

La decisión del país norteamericano genera zozobra en las relaciones que mantiene con Colombia, ya que en días pasados Mario Díaz-Balart, presidente del subcomité de apropiaciones para las operaciones en el extranjero del Congreso de Estados Unidos, pidió congelar la ayuda al país por no reflejar un eficiente desempeño en su lucha contra las drogas. También se pondría en vilo las relaciones diplomáticas entre las administraciones Biden y Petro, ya que el mandatario colombiano ha expresado abiertamente que no se debería medir el desempeño del país basado en las hectáreas ilícitas cultivadas.

Así las cosas, según reveló el diario El Tiempo, Estados Unidos ahora se regirá bajo el monitoreo que realiza la ONU, mientras logra actualizar sus sistemas de observación, que se volvieron obsoletos y requerían de una alta inversión de recursos. Por su parte, el alto asesor para el Atlantic Council y exembajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker, dijo que esta decisión se puede considerar como un desacierto de la Casa Blanca en su lucha contra las drogas.

“Actualmente en materia de seguridad y salud pública el fentanilo es más peligroso que la coca, la coca en Colombia ha traído más violencia e inestabilidad”, indicó el funcionario para La FM, al tiempo que aseguró que “Los informes de la ONU son de buena calidad, pero se hacen distinto. La ONU lo hace yendo al país y buscando donde hay coca, mientras que el que hacía Estados Unidos está basado en fotografías satelitales y eso abarca más áreas del país de forma eficiente y rápida, ya que pasar por todas las veredas es casi imposible”.

Entretanto, no se conoce si vuelva, o cuándo, el monitoreo que por tantos años adelantó el Gobierno de los Estados Unidos, aunque ya se conoció que no se emitirá un reporte de cultivos en 2022 y se duda sobre un estudio de cultivos durante el 2023. También se desconoce qué implicaciones podrá traer esta decisión en materia de relaciones y ayudas internacionales entre países, que durante años se han aliado para acabar con las drogas ilícitas, aunque el exembajador Whitaker cree que no se verán afectadas la persecución contra narcotraficantes y las extradiciones. Con Infobae

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