viernes, abril 26, 2024
Opinión

Los privilegiados salvan vidas

Por: Enrique De Luque

Hoy, la columna de opinión es para hacer una invitación, no para criticar, aportar, exponer, develar, denunciar o plantear problemas. Atrás quedaron y quedarán -por mucho rato- engavetados. La situación actual amerita otro enfoque, un planteamiento que, desde esta tribuna, nos permita (de ser acogido) salvar vidas.

Así de simple como decir sí, y tan trascendental que impactará en toda la población, porque ya no podemos hablar de menos favorecida; ahora, cualquier persona puede llegar a requerir o necesitar de una cama, o respirador artificial.

Si aceptas esta propuesta y decides apropiarte de ella, para ponerla en marcha, se podrían salvar muchas vidas, como también, alimentar gran parte de la población menos favorecida o vulnerable. Es solo unirte a la invitación para que cuelgues en tu conciencia la medalla de la solidaridad, y el reconocimiento de que contribuimos de manera efectiva y afectiva a aliviar las cargas.

¿Cuántos tenemos el privilegio de seguir laborando en condición de aislamiento?, ¿devengando un sueldo? Hago esta simple conversión: un ejercicio entre los ingresos, los costos y los gastos, que a la fecha se generan desde el acuartelamiento, es fácil deducir que la balanza se inclina hacia el ingreso; hoy no gastas en: transporte, restaurantes, parqueadero, en salón de belleza… Por hacer un análisis muy sencillo.

La propuesta, después de explicar este análisis de la economía doméstica es: aportar en un mínimo porcentaje parte de esos gastos y costos que hoy no tienes. ¿Se imaginan en donde entremos sector público y privado, senadores, diputados, concejales, magistrados, fiscales, contralores, procuradores, jueces, magisterio, profesores del sector privado? Todos los privilegiados que hoy gozamos de la posibilidad de recibir esas mesadas.

Es una convocatoria a convertirnos en salvadores de vida, es una exhortación para devolverle a la vida lo que ella nos ha entregado. Somos, reitero, unos privilegiados y de alguna manera hay que demostrarle agradecimiento a la vida, desde mi humilde perspectiva, el momento es ahora. ¿Cuántos respiradores se podrían comprar solo en el Cesar o habilitar más camas con una decisión como esta? ¿Cuántas toneladas de alimentos se podrían repartir?

Gracias por unirte y hacer parte de este ejército de voluntarios. La vida nos seguirá premiando y no olvides lo más importante en este momento… Quedarte en casa.

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