miércoles, mayo 15, 2024
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La violencia del Cesar la obligó a dejar su tierra y fue asesinada en el Magdalena

La triste historia de la lideresa Maritza Quiroz Leiva, asesinada el fin de semana en su casa, ubicada en la vereda San Isidro, en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, quedará marcada por siempre en Colombia.

Esta mujer de 60 años oriunda del Cesar, abandonó su tierra junto con su esposo y sus hijos buscando una mejor salida, pero el destino le marcó un triste final. El hombre de su vida fue asesinado en Bajo Camagual, una vereda del corregimiento de San Pedro de la Sierra, jurisdicción de Ciénaga a donde se fue a vivir por la violencia. Ella cayó por los dos impactos de bala que le propinaron sujetos armados, quienes ingresaron a su vivienda este fin de semana.

Luis Camilo Bermúdez Quiroz, uno de sus cinco hijos presenció como dos sujetos le quitaban la vida, quien lo protegió hasta el último minuto, al obligarlo a que se metiera debajo de la cama mientras ella abría la puerta a quienes tocaban.

Maritza Quiroz Leiva fue una líder que defendió los derechos humanos, pero también a su familia. Al llegar a Santa Marta sola con sus hijos, inicialmente vivía de lo que le regalaban sin perder las esperanzas de crear su propio futuro, de esperanza y libertad. Con el paso del tiempo trabajó, educó a sus terruños hasta verlos unos profesionales y se convirtió en la líder que hoy el país pierde por manos asesinas.

El adiós

En el camposanto Jardines de Jerusalén, en Magdalena fue sepultada Maritza Quiroz Leiva. El último adiós se lo dieron con alabanzas. La familia pidió a los asistentes silencio y al momento de dejarla en su tumba se entonaran himnos de adoración a Dios. Allí no hubo discurso, ni menajes de justicia, solo un silencio eterno que describe lo que deja en su sus seres queridos.

«No podemos seguir permitiendo que la violencia acabe con mujeres, con líderes y habitantes del Magdalena. Necesitamos protección y garantía de vida para ellos y para quienes defienden derechos fundamentales» dijo Claudia Patricia Aarón Viloria, presidenta de la asamblea del Magdalena.

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