martes, abril 23, 2024
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Déjese llevar por el corazón, Don José

Por Arnol Murillo

En Malasia, hace dos décadas, ya lo hizo. Fue una Argentina de poco músculo. Su idea giraba en torno a la pelota. Esa selección se proclamó campeona mundial de la categoría sub 20 con Pékerman como el gran líder.

Suya fue la intención de maravillar al mundo con dos genios: Riquelme y Aimar. La pelota siempre fue de ellos. Dos enganches por excelencia. Ambos diestros. Uno de Boca y otro de River. Porque en el fútbol, los buenos jugadores, siempre serán compatibles.

Dele, Don José. Déjese llevar por el corazón. Busque en su ADN. En su consciencia. Rompa los esquemas. Salga con James y Quintero, dos de los jugadores que usted más admira de la plantilla.

Pregúntele a Cambiasso cómo se sintió. Ahí lo tiene a su diestra. Él fue el soporte de aquella Argentina de Riquelme y Aimar. Él les cubrió las espaldas. Tanto en esa sub 20 como en la absoluta.

Hoy Colombia no tiene juego, Don José. En Quintero y James puede tener parte de la solución. Tiene la ventaja que son dos jugadores excelsos y distintos. Juanfer puede jugar de 10 puro y Rodríguez al lado del volante de marca, detrás de Falcao o tirado a una banda.

No sea malo, Don José. Búsqueles un hueco. Si gusta, puede sacar a Cuadrado. También a Izquierdo. Mire, por ejemplo, que España juega con tres enganches: Iniesta, Silva e Isco.

Además, usted tiene la ventaja de que Quintero y James juegan juntos desde la cuna. Se entienden. Se admiran. Se complementan. Ubique detrás de ellos a Barrios, el mejor volante de marca de Argentina, para que los proteja.

Juegue con los dos. Hágalo por el fútbol. Ya usted ha demostrado tener carácter. Dejar a Cardona sin Mundial fue una prueba de ello. Sacar a Juan Guillermo Cuadrado en el primer tiempo frente a los japoneses, fue otra muestra.

Ellos tienen una personalidad parecida a la suya. James emigró de España en busca de libertad y hoy es un jugador total. Le dijeron noctámbulo, gordo y hasta sin talento.

Quintero, salió de su zona de confort de Medellín para ser el dueño de River. Le dijeron regguetonero, parcero de Maluma y hasta que no era futbolista.

Usted, en cambio, Don José, los llevó al Mundial de Brasil, cuando eran prácticamente dos adolescentes. Días antes habían recibido la mayoría de ‘edad’. Y ambos le respondieron. Ya, a esta altura, nadie mejor que su cuerpo técnico para tener estudiado a Polonia e identificar los defectos cometidos frente a Japón.

Salga con Zapata. Es el de más experiencia en la Selección. Acompáñelo, si quiere, de Mina. Por las bandas puede mantener a Arias y Mojica. Entre los cuatro escalonan a Lewandowsky. En el medio, Uribe y Barrios se pueden batir como dos leones. Siendo sólidos atrás, en cualquier momento, Falcao, define arriba.

Si le preocupa el juego lateralizado de los polacos, ubique a Muriel en una banda y a James en la otra; que Quintero le haga sombra a Krychowiak.

Despréndase un segundo de la táctica. Hoy el fútbol le pide irreverencia. Y nada mejor que un acto de atrevimiento para un lírico, un romántico, un enamorado de este deporte como usted. Piense en Malasia. Pero le pido, Don José, que no busque las respuestas del partido en la pizarra, cuando las tiene en el corazón. Por Arnol Murillo.

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