Petro reitera que hay planes para derrocarlo o asesinarlo
El presidente Gustavo Petro insistió en su denuncia sobre los planes para derrocarlo o asesinarlo por las reformas y políticas que está implementando. Sin embargo, notificó que siente el respaldo del pueblo, que ha salido a apoyar al gobierno y puntualizó: «La esperanza del Cambio y el respaldo del pueblo no permitirán que se detengan los avances hacia un país más justo y equitativo».
Las precisiones las hizo en una alocución radio-televisada, que grabó durante su visita al municipio de Gigante, Huila, la semana pasada y que difundió este domingo en la noche, la cual inició disculpandose por interrumpir «un poco su tiempo para comentar varias situaciones que atraviesa nuestro país», que consideró importantes.
«Usted habrá visto hoy, ayer, y en todos estos días y meses noticieros por la televisión o por la radio que casi todos se dedican en todo momento a atacar mi persona, mi familia, la figura del presidente y el gobierno», indicó el mandatario inicialmente.
«Nunca un presidente estuvo bajo tanta sevicia y perfidia», dijo y agregó: «Por eso hablo desde las redes y por este medio».
Advirtió que esa «insultadera y grosería diaria se debe básicamente a que los propietarios de esos medios, las personas más ricas de Colombia, no están de acuerdo con las políticas que implementa mi gobierno ni con las reformas que propongo. En lugar de argumentar de frente y debatir, usan sus medios para la bajeza y el insulto a mi persona y mi familia. Qué bien que salieran al debate. El debate de frente ha sido mi costumbre, y debe ser una costumbre de la sociedad», subrayó.
Anotó que en muchas regiones de Colombia, cuando un pobre se enfrenta a otro pobre, cuando un joven negro se enfrenta a otro joven negro, siempre hay que recordar que en vez de matar hay que hablar.
Y enfatizó que «una Colombia para ser más pacífica y segura necesita de mucha más equidad social, de muchas más oportunidades abiertas para todos y todas, sobre todo para la mujer y la juventud».
Explicó que construir una Colombia más justa implica sistemas de pensiones, de salud, de educación diferentes a los que tenemos. Necesitamos producir más y más eficientemente y eso implica un uso diferente, también, de la tierra, una política de créditos bancarios más amplia, barata y productiva, más universidades, más ingenierías, más sociales, más historia, más matemáticas y más arte. etc. En estos temas me concentro».
Subrayó que algunos, ojalá cada vez menos como Olmedo, piensan es en robar. El robo en el Estado se acabará si vigilamos más, si no vendemos el voto, oiga, si nos damos cuenta que lo que debemos hacer en la vida es cómo ayudar y no solo cómo ganar más dinero. Ayudar y no solo ganar.»
Advirtió que en cada política o reforma diferente se tocan hoy intereses de gente muy privilegiada, muy poderosa. Si busco que más tierra llegue al campesino, esa tierra está en manos de grandes latifundistas improductivos que se oponen. Si busco más crédito a los pequeños y medianos empresarios, a la mujer, al joven, ese crédito ya está concentrado en grandes fortunas. Si quiero más salud y educación de calidad para la mayoría de la gente, resulta que la salud y la educación están privatizadas y son simples negocios, en donde, solo si usted tiene dinero para darles, usted tiene atención. El dinero público que se entrega por billones pasa a estos negocios y se esfuma.
Por eso hemos llegado a ser una de las sociedades más desiguales del mundo y de esa desigualdad surgen nuestros principales problemas: la violencia, la inseguridad y el narcotráfico.
«Cuando ustedes votaron por mí fue para cambiar eso. En el camino del cambio aparecen poderes inmensos estatales, sociales o políticos, tratando de impedirlo», señaló y precisó:
«Nos acorralan a veces, nos amenazan, nos derrumban decretos, paralizan por meses los proyectos de ley. Pero insistimos y avanzamos. Solo con usted activo o activa, en las calles, en las redes, sin silenciarnos, avanzamos. A veces hay pereza o desánimo, pero Colombia solo nació, y creció con su pueblo luchando».
Destacó los logros de su gobierno, entre ellos, la aprobación de la ley de reforma pensional que, dijo, logra efectivamente que una injusticia, de las tantas, se acabe: 3 millones de viejos hoy sin nada, tendrán un bono pensional de 225.000 pesos mensuales que permitirá tener un plato de sopa caliente y una sonrisa en los labios. Toda mujer en Colombia al cumplir su edad de pensión tendrá un bono pensional o una pensión, porque hasta su trabajo en el hogar le será reconocido como debe ser. Todo joven trabajador hoy podrá tener la garantía, al cumplir los requisitos, de pensionarse.
-Hemos entregado centenares de miles de hectáreas a campesinos sin tierras. No más acá en Gigante, donde estoy, en el Huila, acabo de entregar cerca de mil hectáreas a 94 familias.
-Las granjas de energía solar, fíjense ustedes que aquí podrían, gracias a este sol, prosperar en todo el Huila, empiezan a aparecer por doquier para hacer la transición a energías limpias y baratas. Con nuestra ayuda podría buscar usted la manera de generar energía limpia y liberarse de la factura mensual.
-Llevamos más crédito a la producción agraria e industrial. Hemos tenido éxitos importantes:
-Salieron 1.600.000 personas, repito 1.600.000 personas de la pobreza el año pasado y 1.200.000 personas de la pobreza extrema el año pasado.
-Bajamos a la mitad la desnutrición infantil en toda Colombia, bajamos la tasa de mortalidad materna. La Guajira ya no es el lugar donde más niños mueren por desnutrición, allí, así se hayan caído los decretos de emergencia.
-En el mes de agosto la inflación fue cero, inflación completamente controlada, y la tasa de crecimiento económico anual en julio fue de 3,86% que ya marca la senda del crecimiento sostenido de Colombia.
-Oigan bien esto, la industria hoy crece al 2%, aún bajo pero va para arriba, la vivienda, que venía decreciendo en los últimos años, ha crecido en este (2024) 6% y la agricultura ha alcanzado un 10% de crecimiento anual, eso solo se ve en la China, un crecimiento espectacular de la producción alimenticia y agraria en Colombia que nos ha ayudado a controlar el crecimiento de los precios, sobre todo en los sectores más pobres de la población.
-Si la producción industrial y agraria crecen, entonces Colombia es más rica y su población también, si somos capaces de distribuir la riqueza con más equidad. La riqueza de una nación es su producción, es decir su trabajo.
-Los 55 billones de pesos del acuerdo económico que hicimos con los banqueros, destinados a un crédito para la reactivación de la productividad del país deben servir para transitar a energías limpias, pero también para que usted: señor tendero, señor conductor, señor profesional, señora ama de casa, señora profesional, artista, pequeño empresario, empresaria, pueda acceder al sistema bancario a tasas de interés baratas.
El presidente Gustavo Petro reconoció que hay problemas indudablemente, pero destacó que el narcotráfico armado ha recibido golpes durísimos de nuestro gobierno, que los ha llevado con sus mafias armadas a extorsionar más a la población para conseguir el dinero que le disminuye en el traqueteo de la cocaína. La extorsión lleva a la gente a pensar en salvadores con látigo que terminan fusilando jovencitos por miles, hasta a su propio hijo podría ser, y acaban con la pensión, los salarios y hasta con el nido de la perra, como decía mi mamá.
Además señaló que sin embargo, en Colombia, sin que lo digan los medios de los poderosos, los delitos tradicionales han bajado. Aún es alta la deuda con nuestra juventud en educación superior y en créditos para obtener ingresos.
También expresó: «Yo quisiera que esa juventud se organizara en cooperativas en los barrios, por barras de fútbol, o por gustos musicales o murales, por combos o por parches que pudieran recibir un primer crédito para progresar, para hacer arte, tecnología y organizar asociativamente la economía juvenil.
Advirtió que «a pesar de estos éxitos, siempre relativos, las reformas y las políticas públicas que implementamos han llevado a un grupo poderoso y sectario a pensar en magnicidios, en la sangre, hoy denunciados por el mismo embajador de los Estados Unidos en Colombia, cuando decían por ahí que era que Petro estaba loco, paranoico. Están buscando con artificios y manipulaciones jurídicas, tumbar al presidente elegido por voto popular de las y los colombianos».
Reiteró que «para el asesinato quieren usar venenos o volquetas llenas de explosivos a mi paso, francotiradores. Para tumbar al gobierno buscan un golpe parlamentario, una votación en la comisión de acusaciones de la Cámara de Representantes que anule el voto del pueblo».
«No les gusta que estemos construyendo equidad social e incautando centenares de toneladas de cocaína, saben que apuntamos al centro del corazón de la mafia y del privilegio injusto. Por eso, hablan mal de mí todos los días en estos canales, cuyo espectro es de todo el pueblo colombiano», expresó.
No obstante, puntualizó, «la gente que apoya el cambio sale por decenas de miles a las calles y llenan las plazas. Se abisman ciertas personas con dinero al ver que, a pesar de sus mentiras de todos los días, de sus encuestas engañosas, la gente sale con la esperanza en la mano a apoyar este gobierno. No echan para atrás, no retroceden, no se quedan en su casa. La esperanza es su bandera. Nuestra bandera es la bandera de la vida. Millones de personas no permitirán el golpe de las corbatas».
«Y por eso, complementó, porque conozco a mi pueblo y la historia de Colombia, les digo a esas corbatas, no sean ignorantes, no violenten el país, es el momento de hablar sin rodilleras. No es matar, es hablar».
Dijo que en Colombia se intentan suicidar 5.000 jóvenes al año, eso es la mayor demostración de nuestro desastre social, de la pobreza y la desigualdad. No quiero una juventud para la muerte. Uniformada o no, quiero que este gobierno abra las oportunidades del vivir para todas y todos. La vida es bella y hasta el último minuto hay que adorarla y guerrearla con amor a los demás. Una lucha por la naturaleza, una lucha por la vida nos espera a todas y a todos.
«No quiero este desenlace que propone el cartel de las corbatas. Hace 35 años firmamos la paz y paz es lo que quiero para el país. Hay tres alternativas para Colombia: volver al fusilamiento de miles de jóvenes, centenares de masacres, y sangre por doquier; o imponer los cambios a la fuerza; o lograr la paz dialogando y logrando que los cambios que necesita el pueblo se hagan de forma dialogada y tranquila. Yo prefiero la última opción y, por eso, he convocado hace dos años a un Acuerdo Nacional».
Petro terminó su intervencion diciendo que «mientras gentes poderosas buscan lo peor: tumbarme o matarme como dicen, nosotros tendemos la mano y les decimos que no repitan la historia trágica de Colombia. Nos merecemos otra historia y otra suerte». Con RSF