5 de diciembre
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Max Henríquez pronosticó lluvias que aliviarían parte de la crisis hídrica de Bogotá

De acuerdo a las recientes predicciones meteorológicas, hechas por el reconocido meteorólogo Max Henríquez, se espera que en los próximos días comiencen las precipitaciones en la región de Chingaza, proporcionando alivio a la alarmante situación de los embalses que suministran agua a Bogotá.

Este fenómeno es anticipado tras un largo periodo de clima seco exacerbado por el fenómeno de El Niño, que ha contribuido a una notable disminución en los niveles de agua disponibles.

El intenso verano ocasionado por el fenómeno climático afectó significativamente las reservas acuáticas de la capital colombiana, lo que llevó al Distrito a implementar medidas de racionamiento para conservar este vital recurso.

Esta situación crítica subraya la urgente necesidad de precipitaciones que puedan revertir la disminución en los volúmenes de agua. Max Henríquez Daza, meteorólogo y comunicador ambiental, indicó que el cambios en los patrones de viento sobre la cordillera Oriental podrían catalizar las anheladas lluvias sobre Chingaza, marcando un punto de inflexión desde diciembre.

“Por primera vez desde diciembre hay vientos llegando perpendicularmente hasta la cordillera oriental. Eso indica que pronto comenzará a llover en Chingaza”, publicó el meteorólogo en su cuenta de X.

Factores adicionales, como anomalías térmicas en el océano Atlántico, también han jugado un papel en la escasez de lluvias, intensificando la situación actual.

Desde el Gobierno se mantiene la esperanza de que con la llegada de La Niña y las subsiguientes lluvias a mediados de año, se vea una recuperación en los embalses de la región Andina. Las condiciones actuales subrayan la importancia de una gestión adecuada del agua y la respuesta a los patrones climáticos cambiantes para asegurar el suministro de agua a largo plazo.

Qué probabilidades de lluvia hay en Bogotá y en los embalses que la surten de agua

Expertos anunciaron que el miércoles 17 de abril existe la posibilidad de que se presenten precipitaciones en Bogotá hacia el atardecer, lo cual podría proporcionar un alivio parcial a la creciente preocupación por el nivel de los embalses que abastecen de agua a la ciudad. La temporada de lluvias para la capital colombiana podría iniciar antes de lo previsto, trayendo esperanzas de mitigar las medidas de racionamiento vigentes debido a la baja en el nivel del sistema Chingaza.

El Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger) describió la condición climática para la mañana del miércoles como predominantemente seca, aunque con una nubosidad variada sobre la región.

Sin embargo, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) pronosticó el inicio de la temporada de lluvias hacia finales de mes, destacando que las primeras lluvias significativas podrían presentarse justo en esta jornada. Este cambio meteorológico es crucial para contrarrestar los efectos de la sequía que ha llevado a implementar racionamientos de agua en la ciudad.

La situación hídrica de Bogotá se encuentra en un momento crítico, con la ciudad esperando ansiosamente el inicio de las precipitaciones que podrían ayudar a recuperar los niveles óptimos en los embalses. La posibilidad de lluvias representa una luz de esperanza en medio de esfuerzos por conservar cada gota de agua.

Si bien las predicciones del Ideam sugieren un cambio en el patrón climático hacia finales de abril, cualquier precipitación antes de esta fecha sería bienvenida para aliviar la presión sobre los recursos hídricos de la capital.

Calentamiento global y anomalías del Atlántico, causas de sequía extensa

Las escasas precipitaciones registradas en el último período en el país se deben a la prolongación del fenómeno de El Niño, según explicó la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, durante una conferencia de prensa.

Aunque se anticipaba una disminución de este fenómeno climático en abril, diversas “circunstancias” han postergado el inicio de la temporada de lluvias, extendiendo los efectos de El Niño. Ghisliane Echeverry Prieto, directora del Ideam, identificó entre estas causas la disminución de los vientos por una anomalía térmica en el océano Atlántico, además de un exceso de energía, probablemente vinculado al calentamiento global de los océanos.

Echeverry Prieto ofreció perspectivas más alentadoras para el futuro próximo, indicando que las condiciones están cambiando y se espera que la temporada de lluvias comience a manifestarse con mayor intensidad. De acuerdo con las previsiones, a partir del miércoles 17 de abril, debería iniciarse un período más húmedo. Este anuncio viene como un alivio después de un prolongado tiempo de condiciones secas que han afectado diversas regiones.

Las explicaciones ofrecidas por Muhamad y Echeverry subrayaron las complejas interacciones entre fenómenos climáticos globales y regionales, como El Niño, y sus impactos en los patrones meteorológicos locales. Estas situaciones, exacerbadas por factores como el calentamiento de los océanos, ponen de manifiesto los retos a los que se enfrentan los expertos en meteorología para predecir con exactitud las temporadas de lluvias.

La información proporcionada tiene como objetivo preparar a las comunidades y a los sectores afectados por estas variaciones climáticas, permitiéndoles adoptar medidas adecuadas para mitigar los posibles impactos. Con Infobae

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