26 de julio , 2024
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“Puedo morir en paz, fueron sus palabras cuando me abrazó en casa»: El ‘Pollito’ Herrera

Ana Isabel Pimentel, de 74 años de edad, madre del Rey Vallenato Juan David ‘El Pollito’ Herrera, falleció la madrugada de este martes en el Hospital Rosario Pumarejo de López en Valledupar, donde estaba hospitalizada desde la noche del domingo por quebrantos de salud.

A cuatro días de recibir a su hijo, quien pagó una condena de 12 años en el Establecimiento Penitenciario de Alta y Mediana Seguridad y Carcelario con Alta Seguridad de Cómbita, Boyacá, doña Ana Isabel en medio de la alegría y a la vez nostalgia, de ver a su hijo después de seis años, se agravó con algunos problemas de salud que venía padeciendo.

Tenía malestar general y problemas de presión, y aunque ella misma manifestó que con la llegada de su hijo se recuperaría de las dolencias, terminó inicialmente en la Clínica Cesar y luego en el Hospital Rosario Pumarejo de López donde se produjo su deceso por causas naturales.

Su inesperada partida llena de dolor a sus familiares y en especial a ‘El Pollito’ Herrera, quien asegura que Dios le cumplió al darle la oportunidad de abrazar de nuevo a su madre.

La califican como una mujer trabajadora, excelente madre y amiga, siempre dedicada a su hogar y así aspiraba permanecer al tener de nuevo a su hijo en su casa, ubicada en el barrio San Martín de Valledupar, donde el sábado todo fue alegría en el recibimiento y hoy se viste de luto y dolor.

El cuerpo de Ana Isabel fue trasladado en horas de la mañana a su vivienda en el barrio San Martín de Valledupar, donde permanecerá hasta la tarde, y luego la llevarán al corregimiento de Evitar, municipio Mahates, norte del departamento de Bolívar, donde será sepultada por ser su tierra natal.

“AHORA SI PUEDO MORIR EN PAZ”

En las afueras de la morgue del hospital muchas personas se acercaban a darle un abrazo de aliento el Rey Vallenato, quien en medio de su dolor solo decía que tuvo la oportunidad de abrazarla y que los designios de Dios son perfectos.

“Los anhelos de mi madre era que yo saliera de ese lugar, yo le pedí mucho a Dios que me diera la oportunidad de salir y me permitió ver a mi viejita y darle ese abrazo que tanto anhelaba, que ella descansara de ese tormento, ya que así como lo viví yo, lo sufrió ella”, manifestó ‘El Pollito’ Herrera.

Describió que el encuentro con su madre se tradujo en un fuerte y hermoso abrazo y me dijo que ahora sí se podía morir en paz, ella no quería irse sin ver a su hijo porque sabía que la cárcel hace sufrir a las madres porque es un lugar de tribulación.

“Pasaron seis años y seis meses sin vernos. Estoy fortalecido en el Señor y como todo ser humano estoy triste y con mucho dolor en el corazón, pero tranquilo porque su alma el Señor la salvó. Se desempeñó como buena madre y esposa, eso lo valoramos todos sus hijos”.

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