El Niño podría afectar la inflación en Colombia
El Servicio Meteorológico de Estados Unidos ha anunciado que existe un 85% de posibilidad de que el fenómeno de El Niño sea muy fuerte a nivel global. Además, se estima un 30% de probabilidades de que su intensidad sea comparable a la de los episodios más severos, similares a los de finales de la década de 1990.
Este patrón climático podría impactar negativamente la producción agrícola, lo que llevaría a un incremento de los precios de los alimentos y, por ende, a una potencial subida en la inflación en el país.
El fenómeno de El Niño suele alterar las pautas climáticas a nivel mundial, afectando especialmente las cosechas y la distribución de lluvias. Si las predicciones actuales se cumplen, el efecto más notorio se presentará en los sectores alimentarios, con posibles aumentos de precios que impactarían la economía de manera considerable. Se espera que la mayor intensidad de este evento climático se manifieste el próximo año, momento en el que El Niño podría alcanzar su punto álgido.
Esta situación reitera la importancia de la preparación ante desastres naturales y la adaptación de los sectores productivos frente a eventos climáticos de gran escala. Además, un reporte reciente de Dartmouth College revela que se anticipa un costo económico a nivel mundial cercano a los 3.4 billones de dólares en un lapso de cinco años, debido a la inminente y robusta fase del fenómeno climático.
En respuesta a los potenciales daños que esta fase del ciclo puede causar, el Gobierno de Colombia ha asignado recursos por un valor de 2.2 billones de pesos (aproximadamente 570 millones de dólares) como parte de su Plan Nacional de Gestión para contrarrestar el impacto de este evento climático.
El financiamiento otorgado por el gobierno colombiano está destinado a la protección de municipios en situación de riesgo, previniendo problemas como la escasez de agua, incendios forestales y las secuelas de sequías prolongadas. De acuerdo con Focus Economics, la agricultura será la más afectada, con aumentos significativos en los precios de productos como el arroz durante el próximo año a causa de la variabilidad del clima.
Este análisis del efecto de El Niño en la economía global y los esfuerzos por parte de Colombia subrayan la necesidad de prepararse y adaptarse a los variados desafíos que presente el cambio en patrones climáticos sobre las economías nacionales y el entorno global, al mismo tiempo enfatiza la importancia de la implementación de medidas de gestión y prevención en todas las regiones afectadas.
Los análisis realizados por expertos de Goldman Sachs destacan que el fenómeno climático El Niño podría elevar la inflación en Colombia hasta en un rango de 50 a 100 puntos básicos mensuales, influenciando directamente los precios de los alimentos y la política monetaria. Anticipan que este patrón climático compense algunos efectos positivos que se tenían sobre la inflación de alimentos en el país.
Impacto de El Niño en la región y políticas monetarias
Históricamente, durante los años 2015-2016, El Niño ocasionó sequías e incendios forestales, lo cual generó un incremento en la inflación y precios de los alimentos durante más de dos años. El impacto económico, aunque desigual, se prevé significativo, afectando primordialmente la economía regional y los rendimientos agrícolas. Además, las intensas lluvias podrían menguar la producción minera y de cultivos como el café, frutas y verduras. Por otro lado, la unidad de Inteligencia Económica de The Economist anticipa una posible flexibilización de la política monetaria en Colombia para 2024, siguiendo los pasos de otros países como Brasil, Chile y Perú, que ya recortaron tasas de interés.
Consecuencias en agricultura, energía e infraestructura
Las consecuencias de El Niño en términos de presiones inflacionarias afectarían significativamente la producción agrícola y podrían representar una amenaza para la generación de hidroelectricidad. Se prevé que Colombia sea de los más afectados, con una agricultura y suministro energético potencialmente comprometidos ante el clima seco. Además, se espera una reducción en el comercio marítimo a través del Canal de Panamá, lo que también incidiría negativamente en la economía.
Obstáculos para la inversión minera y pronósticos para Colombia
La inversión minera afrontará desafíos en 2024 debido a la incertidumbre política, la intensificación de regulaciones ambientales, y un creciente número de protestas contra dicha actividad. En Colombia, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), el fenómeno del Niño se hará sentir con más intensidad en los meses de diciembre, enero y febrero, afectando principalmente las regiones Caribe, Andina y el sur del Pacífico. Se prevé que los efectos podrían extenderse hasta mayo de 2024.
Además, el Centro de Predicción Climática (NOAA) indica que El Niño, con sus efectos en las temperaturas y patrones de precipitación, podría prolongarse hasta julio de 2024. Tal situación plantearía retos significativos en términos de gestión del recurso hídrico y energético, en especial teniendo en cuenta la posible disminución de la producción hidroeléctrica y el aumento de la demanda de energía en las zonas más afectadas por el calor dentro del país.
Camilo Sánchez, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco), le dijo a El Tiempo que se destaca la necesidad de un seguimiento contante a los factores que puedan interferir en la prestación del servicio eléctrico en Colombia. Se enfatiza la importancia de finalizar las inversiones en proyectos de generación eléctrica para asegurar suficiente oferta energética y promover el ahorro y uso eficiente de la energía.
El representante de Andesco señala además un incremento en incidentes que perjudican la infraestructura, especialmente torres eléctricas en regiones con alteraciones del orden público como Cauca y Nariño. Por otro lado, XM, operador del Sistema Interconectado Nacional y gestor del Mercado de Energía Mayorista de Colombia, indica que los niveles de embalse para la generación eléctrica están mejor que en años previos, superando incluso las marcas que precedieron al último fenómeno de El Niño en el país.
Los embalses de Antioquia y Caldas muestran sobresalientes niveles de aprovechamiento, con porcentajes que respectivamente alcanzan un 80,65% y 84,28% de su capacidad, lo que representa una significativa proporción de las reservas a nivel nacional. Este estado de los embalses sugiere una mejora en la preparación del sistema eléctrico frente a episodios climáticos adversos comparado con el año 2015. Con Infobae