Bernat Soria, coautor científico y paciente de un estudio internacional del hígado graso
Coautor científico y paciente ha sido el doble papel del exministro de Sanidad socialista Bernat Soria en un estudio internacional donde ha compatibilizado su faceta investigadora con la de enfermo al someterse voluntariamente a una biopsia hepática para demostrar que la dieta mediterránea previene y revierte el hígado graso no alcohólico.
El trabajo de científicos de España, Israel e Italia ha sido publicado por la prestigiosa revista British Journal of Medicine con Manuel Romero Gómez, del hospital Virgen del Rocío y del Instituto de Biomedicina de Sevilla, como investigador principal y el exministro entre los coautores en su calidad de catedrático de Fisiología de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche.
Lo más llamativo es que uno de los científicos también participe como paciente, una situación muy infrecuente que estrenó a mitad del siglo XX el Nobel de Medicina de 1956, el alemán Werner Forssmann, al someterse a su entonces pionera técnica de cateterización del corazón humano.
La biopsia de Bernat Soria para ayudar a respaldar la tesis
Soria (Carlet, Valencia, 1951) está entre el 30 por ciento de la población adulta de los países avanzados que padece la enfermedad del hígado graso en una persona que no bebe alcohol, que está estrechamente relacionada con la obesidad y los trastornos metabólicos, y que puede ser el preámbulo de una fibrosis como paso previo a una cirrosis que podría terminar en un cáncer de hígado o en un trasplante.
Y para dar ejemplo se prestó voluntariamente a una biopsia para ayudar a respaldar la tesis de que el hígado graso se revierte tras un periodo de dieta mediterránea basada en la fruta, verdura, legumbre y pescado, junto con ejercicio físico moderado, que en su caso consistió en paseos y bailes de salón con su mujer entre dos y tres días por semana, según ha relatado a EFE el exministro.
Soria, que presume de tener ahora una analítica más propia de “un chaval de 14 años”, ve positivo e, incluso, cree que debería ser un “compromiso social” que personas públicas que padezcan alguna enfermedad “empiecen a decirlo”.
Cree que así se puede ayudar psicológicamente a otros pacientes y a familiares a normalizar ese mal trago, y se ha felicitado de que este estudio se haya publicado en el prestigioso British Journal of Medicine, por el impacto que supone en la comunidad científica mundial.
La prevención que supone la dieta mediterránea
El trabajo concluye que una dieta saludable al estilo mediterráneo previene la retención de grasa en el hígado de los individuos que consumen poco o ningún alcohol, como es el caso del exministro, quien ha insistido en que “la evidencia científica acumulada hasta el momento demuestra que la dieta desempeña un papel crucial en esta enfermedad”, ya convertida en un problema de salud pública en crecimiento.
Soria ha advertido de que una alimentación deficiente, con demasiados ácidos grasos saturados y azúcares, típicos de los productos procesados y las bebidas azucaradas, contribuye al daño hepático y a trastornos en el tejido adiposo, así como a la inflamación sistémica y al desequilibrio de la microbiota intestinal.
Un estudio previo del científico Soria ya había demostrado los efectos beneficiosos del aceite de oliva virgen extra en la acción de la insulina y otro más reciente en las bondades del mismo aceite en la terapia celular para retrasar la aparición de la diabetes tipo 1.
El trabajo científico liderado por Romero Gómez y en el que ha participado doblemente Bernat Soria aboga por un enfoque integral que involucre a toda la sociedad a través de la concienciación, educación y cambios de políticas, de manera que para prevenir la obesidad y el hígado graso se promocione un estilo de vida desde pequeños, a la vez que, entre otras iniciativas, se regule la publicidad de alimentos no saludables y se impongan más tasas a las bebidas azucaradas. Con EFE