5 de diciembre
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Acusan a la Armada de EE.UU. de encubrir residuos radiactivos en un antiguo astillero

Las acusaciones se derivan de pruebas realizadas en 2021 en los terrenos de Hunters Point, en San Francisco, en las que 23 muestras presentaron altos niveles de estroncio-90.

Acusan a la Armada de EE.UU. de encubrir residuos radiactivos en un antiguo astillero

Activistas estadounidenses han denunciado que la Armada del país trata de encubrir la presencia de altos niveles del isótopo radiactivo estroncio-90 en una parcela de antiguos astilleros en el vecindario de Hunters Point de San Francisco, California, donde las autoridades planean construir edificios residenciales.

La organización sin fines de lucro Empleados Públicos por la Responsabilidad Ambiental (PEER, por sus siglas en inglés) declaró el pasado 15 de junio que la Armada de EE.UU. «se ha negado a investigar una serie de declaraciones falsas» que realizaron funcionarios militares ante el alcalde de San Francisco y la comunidad sobre los niveles de radiación en una parte del Astillero Naval de Hunters Point.

«Aquellas declaraciones restaron importancia a los elevados niveles de estroncio-90, un subproducto de la fisión que provoca cáncer de huesos, en la próxima zona de Hunters Point que se iba a destinar a uso civil», escribió la organización en un comunicado.

La entidad recibió una respuesta desde la Armada estadounidense el 7 de junio, en la que hicieron constancia de 12 litigios activos entorno al astillero en cuestión. «Debido a la litigación abierta, hemos determinado que no se abrirá una investigación y no tomaremos ninguna medida en este momento», señalaron.

Jeff Ruch, abogado de PEER, comentó a The Guardian que la Agencia de Protección Medioambiental de EE.UU. (EPA, por sus siglas en inglés), quien inicialmente dio la voz de alarma, últimamente ha guardado silencio sobre el asunto y tampoco ha habido iniciativas al respecto por parte de la Armada.

«Es como si a la Armada no le importara lo que digan, y pensamos que era lo suficientemente atroz como para que el inspector general lo examinara», dijo Ruch. «Sin ningún examen externo, los altos cargos de la Armada pueden mentir con impunidad a los funcionarios locales y al público, sabiendo que no habrá consecuencias negativas para su carrera», concluyó.

Las acusaciones se derivan de las pruebas realizadas por la Armada en 2021, en las que 23 muestras presentaron altos niveles de estroncio-90. En 2022, el ente militar declaró que sus pruebas eran inexactas y presentó nuevos datos que mostraban niveles de estroncio-90 inferiores a cero, lo que fue tachado de imposible por los expertos medioambientales.

La EPA dijo inicialmente que las nuevas pruebas «se traducen como si la Armada estuviera suprimiendo los resultados de los datos que no le gustan», pero desde aquel entonces la agencia no volvió a pronunciarse sobre el tema. Con RT

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