viernes, abril 26, 2024
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Las discrepancias entre España y Francia podrían hacer peligrar el proyecto H2Med

Madrid quiere que la infraestructura solo envíe hidrógeno verde, procedente de energías renovables, mientras que París desea que también circule el denominado hidrógeno rosa, de origen nuclear.
Las discrepancias entre España y Francia podrían hacer peligrar el proyecto H2Med
Teresa Ribera durante una rueda de prensa celebrada en la sede de la UE, Bruselas (Bélgica), el 20 de diciembre de 2021.John Thys / AFP

Las discrepancias entre España y Francia que han llegado al nivel diplomático podrían hacer peligrar el proyecto H2Med, cuyo objetivo es abastecer de hidrógeno a países de Europa, informó el viernes el diario español El Confidencial.

Madrid quiere que el hidroducto solo envíe hidrógeno verde, procedente de energías renovables, desde el sur de Europa hacia el norte, mientras que París desea que también circule el denominado hidrógeno rosa, que permitiría aprovechar las plantas nucleares de Francia, y que el flujo sea en ambas direcciones.

Cruce de declaraciones

Estas dos concepciones opuestas han provocado una serie de declaraciones recientemente. «Si Francia ha cambiado de opinión sobre el H2Med, que lo diga», señaló el miércoles Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España.

«A nosotros tampoco nos gustan algunas maneras de expresarse de la vicepresidenta tercera del Gobierno español y ministra para la Transición Ecológica», espetó el viernes en sus redes sociales Jean-Michel Casa, embajador de Francia en Madrid. El diplomático se refirió a los comentarios de Ribera en los que criticaba a París por cuestionar la viabilidad del proyecto si no transporta hidrógeno procedente de la energía nuclear.

Ambos países se acusan mutuamente de romper el compromiso que adquirieron el pasado mes de enero con la firma del Tratado de Amistad y Cooperación, cuyo punto establece que «España y Francia reconocen la importancia de la producción, transporte y consumo de hidrógeno limpio como el producido a partir de fuentes renovables y bajas en carbono».

Francia considera que el hidrógeno de origen nuclear encaja en la definición de fuentes bajas en carbono, mientras que desde España apuntan que no quieren que las energías bajas en carbono se conviertan en el equivalente a las renovables.

Postura de la UE

Lo cierto es que esta semana la Comisión Europea reconoció el hidrógeno de origen nuclear como fuente baja en carbono en el acto delegado para la nueva directiva de las renovables de la Unión Europea, conocida como RED III, lo que abre la puerta a que ese tipo de hidrógeno pueda ser también considerado como limpio.

No obstante, la propuesta del Ejecutivo comunitario podría decaer en caso de que España o Alemania se unan a la minoría que no apoya la propuesta. Por ello, en los últimos días París ha presionado a Madrid y Berlín, argumentando que excluir el hidrógeno nuclear de la normativa europea comprometería la viabilidad económica del H2Med.

A pesar de las divergencias, el Ministerio encabezado por Ribera asegura que ambas naciones mantienen un «diálogo fluido». Existe «plena sintonía» con las instituciones comunitarias en «la necesidad de acelerar la transición ecológica y el respeto mutuo de la libre elección tecnológica de cada Estado para cumplir con los compromisos europeos de descarbonización», señaló. Con RT

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