viernes, marzo 29, 2024
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Cesar se sumará a primer ciclo de vacunación contra la fiebre aftosa

A partir del 23 de mayo, arrancará en al país el primer ciclo de vacunación contra la Fiebre Aftosa, Brucelosis Bovina y Rabia de origen silvestre, iniciativa a la que se suma el departamento del Cesar según la resolución emitida por el Instituto Colombiano Agropecuario ICA.

El objetivo es proteger el hato ganadero y consolidar la apertura de nuevos mercados internacionales para los productos pecuarios colombianos. En el departamento del Cesar, la meta es mantener el estatus libre de aftosa al igual que en todo el territorio nacional.

En el último ciclo de vacunación, en el Cesar se logró la cobertura en 115.520 predios de los 115.663 existentes en la zona, lo que representa una meta de 99.1%. Asimismo, de acuerdo al censo bovino, en el Cesar se logró inmunizar 1.627.911, de 1.635.912 existentes, es decir, 95.5% de cobertura.

En este nuevo ciclo, la meta es llegar al 100%, según lo manifestó Luis Armando Castro, gerente seccional ICA en el Cesar, quien agregó que la resolución ya fue emitida a nivel nacional y se inicia el proceso de organización con las entidades involucradas para garantizar el éxito durante la jornada que se extiende hasta el próximo 6 de julio.

Agregó que la novedad en este nuevo ciclo, es que en todos los municipios del Cesar se cumplirá la vacunación contra la rabia de origen silvestre ocasionada por el murciélago hematófago, por lo que es obligatorio que todos los bovinos sean vacunados.

El peligro de que los animales contraigan esas enfermedades, está en el contrabando de semovientes proveniente de Venezuela, a través de La Guajira y de la Serranía del Perijá. “Los ganaderos han sido responsables con la vacunación con una cobertura del 99%, pero lamentablemente la frontera es muy amplia y se hace difícil controlarlo, sin embargo, la Policía a través de la Polfa y el ICA, mantienen operativos de control que han ayudado a contrarrestar la situación”.

El proceso de la aplicación de las vacunas contra la fiebre aftosa y la brucelosis bovina es responsabilidad de Fedegán, en su condición de entidad administradora de las cuotas de fomento ganadero y lechero, quien vigilará el cumplimiento de las obligaciones de las organizaciones gremiales ganaderas, cooperativas y otras organizaciones del sector que formen parte de las Organizaciones Ejecutoras Ganaderas Autorizadas (OEGA).

RECOMENDACIONES

Antes de vacunar, el propietario o la persona que este designe debe estar presente durante la vacunación, y tener a los animales en el sitio donde van a ser inmunizados (corral, brete, manga, etc.).

El ganadero debe verificar con el vacunador que el biológico esté refrigerado. El termo debe contener mínimo tres geles refrigerantes para conservar los frascos.

Durante la vacunación, el ganadero debe permitir únicamente la vacunación de todos los animales sanos, evitando vacunar a aquellos que estén en tratamiento con antibióticos o con signos de enfermedad.

Se permite la vacunación de los animales preñados en cualquier edad de gestación, teniendo un tratamiento especial en el traslado de estos desde el potrero hasta el lugar de la vacunación (no gritarlos, no agitarlos y mucho menos golpearlos o fustigarlos), ya que de lo contrario se estresarían demasiado y podrían inducir al aborto.

Evitar la presencia de otras especies como perros, gatos y mascotas en general, no aplicar otras vacunas y medicamentos como antiparasitarios y vitaminas simultáneamente con los autorizados en el ciclo, y solicitar el uso de una aguja nueva o estéril desechable por cada animal a vacunar.

Una vez vacunado los animales, estos deben retornar al potrero en calma, suministrándoles inmediatamente pastura fresca y agua a voluntad. Se debe estar atento al animal por lo menos de 2 a 3 horas post-vacunación, haciendo énfasis en la vigilancia de los animales jóvenes, de edad entre 18 y 24 meses (novillas y toretes).

Deberán reportar inmediatamente algún cambio en el comportamiento de los animales como aislamiento, erizamiento, tristeza, inapetencia, problemas respiratorios como ‘pujido’ o disnea, timpanismo, postración, babeo, desorientación o incoordinación al caminar, y/o sangre por nariz y boca.

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