jueves, abril 25, 2024
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En su nuevo libro ‘Impacto Real’, Morgan Simon basa su experiencia sobre las nuevas economías del cambio social

 

En su libro, IMPACTO REAL: Las nuevas economías del cambio social, Morgan Simon aboga por la inversión de impacto para hacer un gran bien, si es que lo hacemos de forma correcta. Simon, una inversora de impacto con 17 años de experiencia ha influido en la toma de decisiones de sobre más de $150 mil millones provenientes de dotaciones, familias y fundaciones (y también gestiona los fondos de la séptima familia más adinerada de los Estados Unidos). Simon ve las señales que alertan que la inversión de impacto se encuentra en un punto de inflexión crucial. A medida que los inversores se enfocan en el crecimiento y la aceptación, se corren el riesgo de replicar los mismos errores de la caridad y de las finanzas tradicionales: aquello para lo que la inversión de impacto estaba diseñada para corregir. Sin los principios guía correctos, tiene el potencial de hacer más daño que bien.

Simon ha estado toda la vida en el nexo entre las finanzas sociales y la justicia social. Cuando tenía veinte años y estudiaba en la Universidad de Swarthmore, convenció a Lockheed Martin de que cambiara sus políticas en cuanto a las personas LGBTQ, ya que instó a Swathmore a que radicara una resolución de accionistas. Ese fue solo el comienzo de su convicción de que se puede usar el capital para atajar problemas sociales. Con pasión y con argumentos contraintuitivos, en Impacto Real nos enseña a cómo conseguir hacerlo bien y a cómo usar los recursos del mundo para verdaderamente transformar la economía. También nos muestra cuán fácil es cometer errores y usa como ejemplo la manera en la que las fincas eólicas pueden traer consigo los acaparamientos de terrenos, y cómo el pensamiento a corto plazo por inversores bienintencionados puede, en realidad, causar más opresión y dificultades en las comunidades a las que tratan de ayudar. La inversión de impacto, Simon arguye, está cometiendo los mismos errores que ha estado haciendo por años la industria de la ayuda humanitaria.

No obstante, existen maneras de invertir y de tener un impacto real: asegurándose de que las comunidades están involucradas en la toma de decisiones y en la participación propietaria del proyecto, que los inversores añaden más valor del que extraen y que los riesgos y los recaudos se balancean entre los inversores y las comunidades.

Simon también señala que todos estamos conectados con el dinero de alguna manera y que, por tanto, tenemos la capacidad de afectar cómo funciona en la sociedad. A este fin, le muestra a los inversores y a los activistas por la justicia social habituales cómo participar de la inversión de impacto. Los inversores de todos los días pueden mover su dinero para que sus inversiones correspondan con sus valores y los activistas pueden usar a su favor la inversión de imapcto para lograr un cambio sistémico al establecer empresas que generen recaudos y al exigir rendición de cuentas por las inversiones, ya sean inversiones tradicionales o inversiones de impacto que se hayan descarrilado.

Tanto como inversora como activista, Simon aboga por que usemos el capital para lograr cambios. Enfocado en estudios de casos verdaderos y de primera pano gracias a que la autora lleva décadas haciendo análisis de inversiones y ofreciéndoles estrategias claras a los inversores, los líderes comunitarios y los emprendedores, este libro es una llamada de alerta para lograr inversiones más efectivas y socialmente conscientes.

¿QUIÉN ES MORGAN  SIMON?

Columnista en Forbes Estados Unidos, académica de la Universidad de Harvard, colaboradora de las Naciones Unidas, analista de los fenómenos que impactan la economía mundial, Morgan Simon aboga en su libro Impacto real: las nuevas economías del cambio social por la inversión de impacto para hacer un gran bien, si es que lo hacemos de forma correcta.

Morgan Simon es una líder ampliamente reconocida en la inversión de impacto, y se dedica a construir vínculos entre las finanzas y la justicia social. Por los pasados diecisiete años ha influido en la toma de decisiones sobre más de $150 mil millones provenientes de personas adineradas, fundaciones y dotaciones. Apoya a Pi Investments y a la Fundación Libra, y también es cofundadora y directora de la organización sin fines de lucro
Transform Finance.

Antes, fue fundadora y directora ejecutiva de Toniic, una red mundial de inversores de imapcto, y fue la directora ejecutiva fundadora de la Responsible Endowments Coalition. Trabajó con las Naciones Unidas en Honduras, en reformas corporativas con ForestEthics y en microfinancieras locales con la Women’s Initiative for Self-Employment. Actualmente esparte de las juntas de Restaurant Opportunities Centers, The Working World y CARE Enterprises. Simon, exalumna de la Universidad deSwarthmore, ahora es profesora en el programa graduado de la Universidad de Middlebury. Vive en el Área de la Bahía de San Francisco.

ELOGIOS A IMPACTO REAL
“Un caso contundente a favor de la inversión socialmente. De gran interés para aquellas personas que quieren que su dinero sirva para hacer el bien”. – Kirkus Reviews

“El lector interesado en la justicia social y económica, en el cambio climático, en la vivienda, en la igualdad de género y en otros temas pertinentes van a sentirse llamados por la exploración de Simon de la inversión de impacto como una manera creativa de poner en jaque los problemas sociales en contextos globales y locales”.– Booklist

“Morgan Simon ha hecho una contribución significativa con la idea muy grande de que podemos cambiar el mundo si cambiamos la manera en la que nos relacionamos con el dinero. Y, por suerte para los
lectores, Simon es tan entretenida en su escritura como es brillante en sus conceptos”.– Van Jones, CNN

“Impacto real es una herramienta única y valiosa de enseñanza. La experiencia de Morgan Simon en este campo no tiene comparación y la comparte brillantemente en este libro”. – Vikram Gandhi, catedrático de Administración de Empresas, Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, exvicedirector de banca de inversiones en Credit Suisse

“Impacto real es un regalo a la comunidad académica. No conozco otro recurso disponible con un balance así de una provocadora filosofía de inversiones y consejos prácticos. Esto refleja la profundidad del conocimiento y de la experiencia de Morgan Simon en la inversión de impacto”. – Heidi Krauel Patel, catedrática de Administración en la Escuela Graduada de Negocios de la Universidad de Stanford

“Una admonición fundamental: ¿cómo aumentamos la inversión de impacto social sin olvidarnos de nadie? Morgan Simon es una maestra en la inversión de imapcto. Lea Impacto real para aprender de su
ejemplo convincente”. – Ben Jealous, socio, Kapor Capital y expresidente de NAACP

“Para impulsar un progreso social y medioambiental significativo por todo el mundo, los inversores deben comprender cómo estructurar y generar capital de una manera que funcione para los proyectos de alto impacto. Impacto real muestra las compensaciones complicadas a las que se enfrentarán en el espectro del riesgo-beneficio y ofrece una hoja de ruta para el crecimiento del mercado. Ayuda a llenar las lagunas
de conocimiento entre el optimismo y la ejecución”.– Debra D. Schwartz, directora administrativa de inversiones de impacto de la Fundación MacArthur

“Más de 1,700 propietarios de activos de todo el mundo, desde fondos de pensiones hasta compañías de seguros y fondos soberanos, se han unido a los Principios para la Inversión Responsable, ya que es cada vez más evidente que las tendencias sociales y ambientales pueden crear oportunidades económicas. Los inversores ahora tienen la capacidad de ayudar a solucionar los problemas del mundo y generar recaudos robustos para sus beneficiarios y clientes. Morgan Simon es una líder mundial en la inversión de impacto y este libro ofrece enseñanzas cruciales para aquellos que están interesados en estar a la vanguardia de este nuevo y emocionante campo”.
– Dr. James Gifford, fundador y exdirector ejecutivo de los Principios para la Inversión Responsable de las Naciones Unidas, y estratega de inversiones de impacto de UBS

PUNTOS DE DISCUSIÓN SOBRE  IMPACTO REAL

● La inversión de impacto es la tendencia de billones de dólares que puede cambiar el mundo. El mundo de las finanzas toma decisiones que van en detrimento de las comunidades y del medioambiente todos los días. Se supone que la caridad sea un mecanismo correctivo, pero son solo $400 mil millones en donaciones caritativas en los Estados Unidos tratando de arreglar los efectos de los $196 billones que circulan en la economía mundial todos los días. Esto hace que se torne en una lucha de David contra Goliat en contra de las empresas y la filantropía. La inversión de impacto tiene el potencial de ser un mecanismo efectivo para lograr el cambio para la gente y las comunidades que ha olvidado por demasiado tiempo, ya que usa por completo el poder económico del mundo para lograr el bien social.

● La inversión de impacto logrará muchas cosas buenas, pero solo si lo hacemos bien. La inversión de impacto crece rápidamente en tamaño y en popularidad, lo que hace que esté en un punto de inflexión crucial. A medida que los inversores se enfoquen en el crecimiento, están más y más en riesgo de reproducir los mismos errores de la caridad y de las finanzas tradicionales que, por diseño, la inversión de impacto aspira a corregir. Y sin los principios guía, tiene el potencial de hacer más daño que bien.

Simon cree que tenemos la oportunidad de hacer bien la inversión de impacto y detalla los siguientes tresprincipios para asegurarse de que la inversión de imapcto se mantenga en el camino correcto y pueda lograr su potencial de resolver los problemas sociales mediante modelos sostenibles y rentables:
1. Involucrar a las comunidades en el diseño, la gobernanza y la participación propietaria
2. Añadir más valor del que se extrae
3. Balancear el riesgo y los recaudos de los inversores, los emprendedores y las comunidades
Por tanto, ofrece una mirada renovada a la inversión de impacto, que se ha presentado en los medios más y más
como una solución, pero sin una examinación crítica suficiente.

● Los más grandes poseedores de riquezas en el mundo están cada vez más inclinados hacia la inversión de impacto. Morgan Simon gestiona las riquezas de la familia Pritzker, la séptima familia más adinerada de los Estados Unidos. Sus clientes son solo dos de los que participan de la Red de Inversores de Transform Finance, que se dedican a la inversión de más de mil millones de dólares en justicia social, junto con más de 130 poseedores de riquezas que han hecho compromisos públicos de $4.5 mil millones a dedicar el 100% de sus riquezas a la inversión de impacto. En el pasado, los poseedores de riquezas y las fundaciones dedicaron solo un pequeño porcentaje de sus activos a las inversiones de impacto. Hoy en día está claro que la práctica es posible en todo tipo de clases de activos. En Impacto real, Simon explica con detalles concretos cómo lograron construir una cartera 100%
de impacto. Su labor también ha sido reseñada en un estudio de caso de la Escuela de Negocios de Harvard.

● La inversión de impacto es para todos, no solo para los ricos. Las personas están aprendiendo que el consumo consciente no solo significa saber de dónde sale el café o los huevos que compramos, sino también saber dónde pasa la noche nuestro dinero. Toda persona  que tenga una cuenta de banco es un inversor y participa de forma implícita en la economía mundial. Todos podemos ayudar a crear un mundo más justo y equitativo si nos aseguramos de que nuestros activos están alineados con nuestros valores al cambiar dónde hacemos nuestras transacciones bancarias, dónde ahorramos y dónde invertimos.No basta con cumplir con algún requisito de ayuda “social”: tenemos que convertirnos en consumidores vigilantes de la inversión de impacto y asegurarnos de que los productos no fomenten el extractivismo y que tengan un impacto real. Los esfuerzos individuales, como cambiar el dinero de lugar, sí hacen la diferencia. No obstante, para aquellos que quieren influir más en el cambio sistémico, hay dos caminos posibles: uno puede establecer sin fines de lucro para generar recaudos que suplementen los ingresos de subvenciones escasos, y aprender a cómo rendir cuentas por las inversiones, según sus resultados sociales.

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