jueves, marzo 28, 2024
Nacional

Los indígenas emberá que crearon la escuela de la paz en Dabeiba, Antioquia

Un grupo de la guardia indígena estudió Derechos Humanos para poder llevar este conocimiento a sus comunidades.

Como un acto de renacimiento frente al conflicto armado colombiano, 22 miembros de su guardia se capacitaron en derechos humanos y resolución de conflictos, para llevar estos nuevos conocimientos a los resguardos más remotos dentro de su territorio sin descuidar su cosmovisión.

El pueblo emberá eyabida, en Dabeiba (Antioquia), lleva cerca de un año experimentando distintos mecanismos de sanación y reconciliación, tras cincuenta años de conflicto armado.

La muerte de David Bailarín Domicó, el pasado 27 de diciembre de 2019, luego de pisar una mina antipersona en límites de su resguardo, entre Frontino y Dabeiba, fue un cimbronazo que llegó hasta el corazón de todos en la comunidad donde entendieron con esto que, a pesar de vivir en una etapa de posconflicto y con un Acuerdo de Paz que los cobija, las estrategias para mediar y frenar la violencia en su territorio tendrían que imperar. Y mucho mejor si se construían desde actividades comunitarias que no descuidaran sus tradiciones ni olvidaran a los que ya no los acompañan.

Desde comienzo del año pasado, los más de 1.000 emberá asentados en esta zona del noroccidente antioqueño se negaron a la idea de que en sus memorias solamente quedaran consignadas las tragedias de la guerra. Así que decidieron perdonar, vivir con resiliencia y a confiar en las nuevas oportunidades.

Tanto así que el 29 de febrero de 2020, bajo la supervisión de la Misión de Verificación de la ONU, entre otras entidades nacionales e internacionales, encabezaron junto a exguerrilleros de las antiguas Farc un ritual de perdón, en el que excomandantes como Pastor Alape y Rodrigo Granda reconocieron públicamente a estos pueblos como víctimas directas de sus acciones militares durante el periodo de conflicto.

En esa misma jornada, Leonardo Domicó, miembro de esta comunidad que está encarga de liderar los procesos indígenas en Dabeiba, reiteró que este testimonio de compromiso sobre la paz tenía que perdurar más allá de lo simbólico, con acciones concretas que hicieran prevalecer su memoria y el respeto por un proceso de paz que puede ser inacabable y acorde a las necesidades de todos los colombianos a los que el conflicto quiso derrumbar.

Luego de esto nació la idea de crear una escuela de paz para los emberá.

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