sábado, mayo 18, 2024
Internacional

47 años después, la Justicia chilena condena a 8 exmilitares por la «caravana de la muerte» de Pinochet

Un tribunal chileno condenó a ocho exmilitares por los diferentes grados de participación que tuvieron en la «caravana de la muerte» que en 1973, después del golpe de Estado que encabezó el dictador Augusto Pinochet, llevaron a cabo represores para trasladar a un centenar de presos políticos por diferentes localidades del país y asesinarlos.

La Corte de Apelaciones de Santiago concluyó con un fallo unánime el juicio en el que se investigaron 26 homicidios ocurridos el 19 de octubre de 1973 en la ciudad de Calama, ubicada a 1.500 kilómetros al norte de Santiago.

El tribunal sentenció a cadena perpetua a Pedro Espinoza Bravo y Juan Viterbo Chiminelli, mientras que Óscar Figueroa Martínez recibió una pena de 16 años; Carlos Langer von Furstenberg, Hernán Rómulo Núñez y Víctor Santander Véliz, de 15; y Emilio de la Mahotiere González y Luis Felipe Polanco, de 12. El único absuelto fue Álvaro Romero Reyes.

Entre las víctimas se encuentra Carlos Berger Guralnik, esposo de Carmen Hertz, actual diputada del Partido Comunista, quien celebró el fallo en redes sociales.

 

Los acusados ocuparon diferentes cargos en el Ejército durante la dictadura (1973-1990), y por sus crímenes el Estado deberá pagar indemnizaciones de entre 12.000 y 73.000 dólares a los familiares de los asesinados.

En su fallo, los jueces explicaron que analizaron el delito de homicidio calificado reiterado cometido «con alevosía y premeditación» el 19 de octubre de 1973.

«De acuerdo a los antecedentes que arroja la causa, es indesmentible que a todas las víctimas se dio muerte, mediante fusilamiento, en una misma oportunidad, en el sector de Topater de la ciudad de Calama», señalaron en un escrito en el que también recordaron que los represores desaparecieron los restos de tres de las víctimas.

«Ello se debe exclusivamente a las ignominiosas acciones posteriores a quitarles la vida, con el fin de tratar de borrar todo vestigio de su existencia, a través de las exhumaciones de sus cuerpos, al menos en dos oportunidades, y, por último, al lanzar sus osamentas al mar, de manera que estas tres personas también fueron víctimas de homicidio», precisaron.

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