ONU se declara alarmada por el número de mujeres en prisión por las drogas
El aumento drástico en el número de mujeres en prisión a nivel mundial es alarmante, advirtió este jueves la Organización de Naciones Unidas, ONU, por lo que demandó a los Estados adoptar urgentemente medidas concretas para cumplir sus compromisos de garantizar los derechos de las mujeres en las políticas y programas de drogas.
“El encarcelamiento de mujeres involucradas en delitos de drogas de bajo nivel no contribuye eficazmente a abordar el problema mundial de las drogas”, advierte la ONU Derechos Humanos. En cambio – afirma- , perpetúa un círculo vicioso de victimización, colocándolas en situaciones de injusticia adicional.
“Esto no puede suceder si los problemas y preocupaciones que son específicos para las mujeres permanecen invisibles y descuidados”, precisó en un informe divulgado en Ginebra.
Según ONU Derechos Humanos, las políticas de drogas no pueden ser efectivas sin abordar las causas profundas de la desigualdad estructural y la discriminación que colocan a las mujeres en un papel subordinado en la sociedad, incluso en la familia, lo que a menudo lleva a experiencias de violencia, marginación y dominación.
Agrega que la marginación de las mujeres, la pobreza, la violencia de género, la falta de oportunidades de empleo y la ausencia de protección social del Estado, junto con la necesidad de apoyar a su familia, pueden llevar a las mujeres a cometer delitos relacionados con las drogas.
La ONU destaca que el problema de género se debe principalmente a que las mujeres han sido condenadas por delitos relacionados con las drogas. Proporcionalmente, hay más mujeres que hombres que cumplen condenas de cárcel en relación con los delitos de drogas. A pesar de su participación a menudo de bajo nivel, no violenta y por primera vez en tales delitos, las mujeres están más expuestas a los riesgos de salud y seguridad y los riesgos de ser capturadas como traficantes de drogas y castigadas desproporcionadamente.
Las mujeres también se enfrentan a barreras insuperables para disfrutar de su derecho a un juicio justo debido a su incapacidad para costear una representación legal efectiva, un estereotipo judicial de género y la falta de una administración de justicia sensible al género, que a menudo no tiene en cuenta las circunstancias atenuantes, como las privaciones económicas o la coerción y el nivel de criminalidad generalmente bajo.
Los Estados deben aprovechar la oportunidad de centrarse en las mujeres y aprovechar las buenas prácticas de los países que han invertido en brindarles apoyo en forma de asesoramiento, oportunidades de empleo y acceso a servicios dirigidos a la reducción del daño y la dependencia de drogas. Estas políticas y programas de drogas deben involucrar a las mujeres en todas las etapas de su desarrollo, implementación, monitoreo y evaluación.
De acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en los que la igualdad de género es un objetivo independiente, además de incorporarse en todos los demás objetivos y metas, abordar el impacto de las políticas de drogas en las mujeres merece una atención y visibilidad adecuada, concluye.