Se apagó el flash de James Castrillón

A los 75 años murió ayer 20 de noviembre en la ciudad de Valledupar, el reconocido reportero gráfico, James Castrillón, un versado profesional quien llegó a esta región hace más de 50 años.

Fue característica su jovialidad, simpatía y disposición para ejercer sus actividades. Por el lente de su cámara pasaron los momentos más importantes de la vida social, política y  cultural de la región,  desde la creación  del departamento del Cesar, hasta el registro completo de todos los festivales de la Leyenda Vallenata.

Fue testigo ocular de otros acontecimientos sociales, tanto de nacimientos, bautizos, y casamientos en diferentes estratos al igual que hechos políticos en distintas administraciones.

Tuvo la oportunidad de ser premiado en muchos aconteceres en los que su habilidad captó imágenes que expresaron diversos sentires. El CPV lo premió con la estatua Vida y Obra de un periodista.

Dos de sus hijos: Emilio y Hoover siguieron sus pasos y hoy disparan sus cámaras en diferentes medios como una manera de perpetuar la memoria de su padre, quien nunca se devolvió a su natal Zarzal Valle, después de haberse bañado en el Guatapurí.

Por William Rosado Rincones