Los extremos a consultas
Por: Camilo A. Pinto Morón
@camilopintom
El próximo 11 de marzo los colombianos no sólo nos jugaremos nuestras cartas al Congreso de la República sino que también tendremos la oportunidad de votar en una de las dos consultas interpartidistas que se estarán llevando a cabo ese día. La de una porción de la izquierda que tiene como opciones a los exalcaldes Gustavo Petro (Colombia Humana) y Carlos Caicedo (Fuerza ciudadana), y la correspondiente a un amplio sector de la derecha que está integrado por Iván Duque (Centro Democrático), Marta Lucia Ramírez (Por una Colombia honesta y fuerte) y Alejandro Ordoñez (La patria de pie).
En la consulta de la izquierda, a menos que ocurra algo extraordinario, considero que tendrá como ganador a Gustavo Petro, quien es la cabeza visible de esa corriente política de izquierda, él es el dueño del discurso y la mayoría de votos simpatizantes en esa orilla política, esta no será la escena para derrotarlo, la verdadera confrontación electoral con Gustavo Petro será en mayo cuando ya esté decidida la baraja presidencial en su integridad. Carlos Caicedo tendrá la gran oportunidad de contarse en las urnas a nivel nacional.
Petro es un candidato con unas propuestas sociales y ambientales interesantes, pero que genera muchas desconfianzas en temas económicos y constitucionales que constituyen un inminente riesgo que Colombia no debería asumir, pero ello no es óbice para que sus planteamientos calen en ciertos sectores de la sociedad colombiana, especialmente en la clase obrera y en quienes de una u otra forma se sienten indignados frente al establecimiento y su sistema político como tal.
Por otra parte, en la otra consulta, a mi modo de ver la más interesante, las cosas no están tan simples, allí el tema está mucho más complicado. En mi concepto, la fuerte disputa estará entre Iván Duque, cuota del uribismo, y Marta Lucia Ramírez, exmilitante del partido conservador, hoy con las banderas del pastranismo. Sin embargo, no deja de ser peligroso que Alejandro Ordoñez vaya a medirse en las urnas y pueda salir victorioso, este ultraconservador cavernario, desconocedor de derechos fundamentales, libertades y garantías públicas, cuenta con el respaldo considerable de ciertas instituciones religiosas de carácter ortodoxo que comparten su visión de país.
Duque es un tipo joven, para mí, con mucho de liberalismo. Hoy se encuentra bajo las toldas del uribismo y creo que eso le resta independencia, allí la disciplina de partido es rígida, hermética, eso para nadie es un secreto. No estoy del todo convencido en que él, aunque las vocifere, crea de a mucho en las predicas radicalistas y populistas del uribismo. En temas de experticia no tiene mucho que mostrar en el sector público, una gran falencia. No es un mal candidato, pero esas inconsistencias hacen que, incluso, al interior del uribismo, haya muestras de rechazo hacia su posible candidatura presidencial.
Marta Lucia es una mujer preparada, que conoce el Estado y muestra un tanto más de independencia que sus adversarios electorales para esta consulta interpartidista. Su voz es la más moderada entre tanto sectarismo de ese amplio sector de la derecha en el que busca atrapar la mayoría de votos el 11 de marzo, a mi modo de ver es la mejor candidata de los tres.
¿Qué decir de Alejandro Ordoñez? Es un personaje caricaturesco, pero como estamos en un proyecto de democracia, tiene derecho a estar en el plano electoral y medirse en él. Ordoñez es un tipo que, de llegar a la Presidencia de la República, le haría mucho daño a los pilares fundamentales del plan de Estado Social y Democrático de Derecho. En la corriente políticoreligiosa a la que pertenece, el levfebvrismo, no conciben puntos vitales de los procesos de construcción democrática ni los avances en materia de reconocimiento derechos de derechos fundamentales, sociales y económicos de las minorías, lo cual va en total contravía con los postulados de Estado un socialdemócrata.
Las elecciones a congreso y las consultas interpartidistas aclararán el panorama de las presidenciales. Como ciudadanos tenemos el compromiso de ejercer nuestro derecho al voto, un escenario de participación propicio para decidir el rumbo del Estado colombiano y toda su andamiaje institucional. Hay personajes políticos que no le vendrían bien al país en ningún escenario público, es tarea del elector identificarlos. Reflexionemos y salgamos a votar.