Supera las pruebas de la vida con Coraje y Optimismo

Mantén tu buen humor aun medio de las pruebas más difíciles que tengas que pasar. El buen humor es una medicina magnífica. Y ten en cuenta que cuando digo buen humor no me refiero en manera alguna a cualquier forma de liviandad o chabacanería con que frecuentemente muchos jóvenes creen alegrarse. No uso el termino en su acepción más elevada. Quiero designar como ella una combinación de alegría, optimismo y capacidad de ver el lado risueño de las cosas.”

Braulio Pérez Marcio
Vislumbres de esperanzas Cartas a mi hijo.   

Existen momentos en la vida en que una persona siente que lleva unas cargas tan pesadas, que arrugan el alma. Circunstancias adversas propias o de familiares son la causa de tales pesares. En tales eventos, se escapan, sin poder evitarlos, lagrimas furtivas que ruedan sobre las mejillas por la fuerza de la gravedad, pues el corazón se constriñe y el llanto es el alivio momentáneo más expedido. En esos días, pesadamente grises, la depresión se convierte en desánimo y en pesimismo (en el común de la gente) que producen una niebla mental impidiendo pensar con claridad, lo cual conlleva a una crisis existencial y al fracaso.

En esos días nefastos se decanta quienes son los verdaderos amigos, pues muchas de las personas cercanas que mostraban su simpatía por intereses propios se alejan por crear de que ya no le somos útil; y peor aún, se convierten en jueces de nuestras actuaciones y de nuestra realidad adversa, atrapando el refrán: “al caído caerle”. Esta actitud cruel y oportunista, que se opone a la idea de tender una mano y levantar al que está caído, deja al descubierto el egoísmo, la insolidaridad y deslealtad de esos falsos amigos. Y la soledad se convierte en otro acicate emocional que profundiza la depresión.

Sin embargo, quienes somos resilientes mantenemos el buen humor y actuamos conforme a la combinación descrita en el epígrafe. En más de una ocasión Dios me ha puesto a prueba, y con humildad he asimilado las lecciones que ha dispuesto aprendiese con la vivencia de las circunstancias adversas vencidas, pues asumo tales experiencias las dispone la intención celestial de enarbolar mi nombre en la pirámide de la vida al adquirir un mayor nivel de conciencia y utilizar la sabiduría ganada para mi propio bienestar. Y con el nuevo resurgir, propendo por ser una persona más integra y aplomada, toda vez que las dificultades son como faro en el trayecto de nuestro destino. Por ello, aplico las enseñanzas de Braulio Pérez Marcio, en especial la carta a su hijo titulada Para que te vaya bien …, en donde escribe: “Nunca tengas en menos ni desprecies a los demás. Recuerda que cada uno puede enseñarte una lección que tú debes estar siempre dispuesto a recibir. Cuando veas a los demás reír, no se te ocurra pensar que todo el mundo es más dichoso que tú. Lo que ocurre es que muchos han aprendido a no exhibir sus sufrimientos y a no valerse de ellos para despertar la lástima y la misericordia de los demás.”

Epíteto, el gran filósofo griego, recomendaba a sus discípulos practicar la incomodidad, aceptarla como parte inefable de la vida, y saber que, tarde o temprano, aparecerían en su vida. Pregonaba que el estoicismo es el único camino hacia el autoconocimiento, hacia la autenticidad, toda vez que enfrentar todo tipo de dificultad, es decir, cuando las cosas se pongan feas, sabremos realmente de qué estamos hechos. Estas pruebas moldean nuestro carácter y fortalece el coraje para afrontar nuevas dificultades en los sucesivo, y salir airosos con el mayor optimismo.

Coraje y optimismo son las cualidades precisas para afrontar con éxito toda adversidad, El coraje permite superar obstáculos, miedos o el dolor, actuando con decisión y perseverancia. Esto implica un estado de irritación fuerte, que, mediante un sentimiento intenso de enojo o cólera, nos lleva a sacar la valentía y la fuerza requerida para enfrentar peligros o dificultades. Mientras que el optimismo es una actitud mental de esperar y ver el lado positivo de las cosas, creyendo que los eventos saldrán bien y que los contratiempos son temporales y superables. La psicología positiva promueve que una visión esperanzada del futuro y de uno mismo fortalece la resiliencia.

Por doquier vemos a personas que se hunden el mar de la desesperanza, van por todo lado hablando de su infortunio y sintiéndose víctimas, por lo que culpan a otros de su vida miserable y de “falta de oportunidades”. Esta gente siempre ve el vaso medio vacío y se centran en el problema sin poder encontrar una solución a éste. Permanentemente critican a los demás, son desagradecidos y pérfidos. Su actitud negativa es como un imán que atrae a sus vidas nuevas y mayores dificultades. Su pesimismo predomina en sus pensamientos y en sus palabras. Por ello, se rodean de gente iguales o van quedando solas porque contaminan con su toxicidad emocional. Con la dinámica, compartida en el gráfico, utilizada por el coach empresarial Darío Garces en una conferencia virtual a desarrollada con los funcionarios del SENA en el marco del programa Renovación Cultural, se identifica si una persona es pesimista u optimista, según se su enfoque ante la vida. Cómo su puede reflexionar con el ejercicio realizado, al leerse las mismas letras, las mismas frases, vistos desde otro ángulo, desde otra perspectiva, significan otra cosa, describen otra realidad. ¿Listo para hacer el ejercicio?

¿Si ves? Como dijo alguien: “Donde el optimista ve una oportunidad, el pesimista ve una dificultad.” Es esencial para toda persona alejarse del pesimismo, pese a que habrá momentos difíciles en nuestra existencia y nos encontremos completamente rodeado de nubes grises. Detrás de la nube siempre brilla el sol que volverá a iluminar nuestra vida. Esta metáfora la comparto en mi libro Despierta ESE ALGO, mediante un cuento en donde un mendigo logra vincularse a una empresa y escalar a un cargo de alta relevancia en ésta. Debemos tener presente que la esperanza mantiene en pie el optimismo. ¿Por dónde empezar para lograr esta transformación?

El entusiasmo es el punto de partida para lograr una transformación en la vida de toda persona, pues les ayuda a convertir el pesimismo optimismo, y con esta actitud mental positiva volverse resilientes con el coraje necesario para elevarse de la medianía. Si eres pesimista hazte una transfusión espiritual para volverte una persona entusiasta y comprender que cada día el mundo es hecho de nuevo. En consecuencia, con una nueva actitud ante la vida surge la gratitud y una visión más esperanzadora, cambiando la perspectiva ante los problemas, lo que induce a tales personas a establecer metas alcanzables, manteniendo el equilibrio para evitar un optimismo irreal.

En cuanto al coraje, los expertos en desarrollo personal explican que éste se desarrolla enfrentando gradualmente los miedos, saliendo de la zona de confort, tomando riesgos manejables y actuando a pesar de la incertidumbre, no por ausencia de miedo, sino por control sobre él, construyendo autoconfianza a través de la experiencia y el aprendizaje de los errores para fortalecer la perseverancia y la integridad personal. Sin lugar a dudas, esto implica disciplina, aceptar la vulnerabilidad y enfocarse en un propósito superior.

La Dra. Susan McGarvie, coach terapéutica basada en mindfulness, en su escrito El coraje: una virtud esencial para una vida auténtica, comparte cinco tipos de coraje:

1. “Coraje físico: Que implica enfrentar el peligro físico o la adversidad, a menudo visto en actos de valentía, como rescatar a alguien de un daño, soportar dificultades físicas o poner en riesgo la vida por una causa, como lo hacen los soldados (Howard y Reiley, 2020).
2. Coraje moral: Este tipo de valentía se manifiesta cuando tenemos la fuerza para defender lo correcto, incluso ante la presión social, el ridículo o el riesgo personal (Lachman, 2010). La valentía moral consiste en actuar en consonancia con nuestros valores e integridad, incluso cuando resulta difícil hacerlo.
3. Coraje social: Defender a los demás, oponerse a la injusticia y desafiar las normas sociales implican asumir riesgos en las relaciones y en entornos sociales y son ejemplos de valentía social (Howard et al., 2017).
4. Coraje intelectual: El coraje intelectual es la voluntad de desafiar las propias creencias, explorar nuevas ideas y participar en el pensamiento crítico, incluso cuando resulta incómodo (Kraemer, 2018).
5. Coraje emocional: El coraje emocional implica enfrentar nuestros miedos y vulnerabilidades internos, como enfrentar emociones difíciles, expresar sentimientos honestamente o afrontar una pérdida (Bregman, 2018).”

Siempre he sido un buscador incesante para avanzar con mi desarrollo personal, y en este espiral de crecimiento he bebido de muchas fuentes de conocimiento, que aunado a experiencias vívidas me han permitido una sabiduría para sortear con éxito toda dificultad. Muchos consideran muy simple las lecciones contenidas en el libro El Caballero de la Armadura Oxidada. Pero éstas contienen un mensaje profundo sobre el desarrollo del coraje. La trama del libro es un viaje de autodescubrimiento, donde la verdadera valentía no es la ausencia de miedo, sino la voluntad de enfrentarlo para quitarse las barreras emocionales (la armadura) que nos impiden conectar con nuestro yo interior y amar a los demás, pasando de ser un héroe de fantasía a ser auténtico y vulnerable, aceptando miedos, perdonándose y aprendiendo a soltar lo conocido para crecer, lo que culmina en la autoaceptación y la libertad.

Quizá este resumen del libro El Caballero de la Armadura Oxidada respecto al Desarrollo del Coraje, te pueda ser muy útil:

1. “Reconocimiento del Problema (La Armadura): El caballero se da cuenta de que su armadura (símbolo de sus miedos, inseguridades y defensas) ya no se quita y le impide amar y ser amado, generando aislamiento y rigidez.

2. La Decisión de Emprender el Viaje: A pesar del miedo a lo desconocido y a la vulnerabilidad, decide emprender el Sendero de la Verdad, un camino difícil que requiere coraje para enfrentar su realidad interna y deshacerse de la armadura.

3. Enfrentamiento de Miedos Internos:

1. El Castillo de la Voluntad y la Osadía: Aquí enfrenta sus propias limitaciones, descubriendo que la osadía es aceptar su verdad y la voluntad de cambiar.
2. El Sendero de la Verdad: A través de pruebas, aprende a escucharse a sí mismo, a perdonar, a soltar creencias limitantes y a enfrentar sus dudas, liberando capas de su armadura.

4. La Vulnerabilidad como Fuerza: El coraje se manifiesta en la capacidad de ser vulnerable, de llorar y sentir, permitiendo que el yelmo se oxide y caiga, revelando su verdadero rostro y emociones.

5. Autoaceptación y Amor Propio: Al final, comprende que la verdadera valentía es aceptarse a sí mismo, reconocer su valor inherente y darse permiso para ser quien es, lo que le permite amar y ser amado plenamente.”

Finalmente, te invito a recitar siempre esta antigua oración: “Señor, dame el valor necesario para cambiar las cosas que puedo cambiar, la serenidad para resignarme a las que no puedo cambiar y el buen sentido para comprender la diferencia entre una y otras.” También considera estas palabras de Beltran Rusell: “Considera y repítete a ti mismo que este mundo será lo que nosotros hagamos que sea; no olvides tampoco que cada uno de nosotros contribuye con algo a esa obra.” Por tanto, si supera las pruebas de la vida con coraje y optimismo, además de ser resiliente para lograr mayor éxito y felicidad, contribuyes con la construcción de un mundo mejor.

Por: CARLOS RAFAEL MELO FREYLE