Cada día es un Nuevo Comienzo
TODA MAÑANA es un comienzo fresco. Cada día el mundo es hecho de nuevo.
Hoy es un nuevo día; hoy es mi mundo hecho de nuevo; he vivido toda mi vida hasta este momento para llegar a este día. El momento presente, el día de hoy, es tan bueno como cualquier momento en toda la eternidad. Yo haré de este día, de cada momento de este día, un cielo en la tierra. Este es mi día de oportunidad.
Esta mañana, el poder de la vida (que es el Único poder que hay) fluye a través de mí en forma ilimitada. Mi mente y mi cuerpo están completamente limpios y yo me emociono ante las posibles experiencias buenas que se me presentan hoy. Estoy agradecido por todas mis experiencias del pasado que me han enseñado cómo afrontar con éxito toda situación, tal como ella se me presenta.
El capítulo 33 (titulado Meditación de la mañana) del libro La mente en las relaciones humanas, de Dan Custer, constituye una lectura que al repetirla día tras día terminamos memorizándola. Puede durar unos 5 minutos, y fue una de las primeras afirmaciones que utilicé hace aproximandamente43 años. Estos tres primeros párrafos hacen alusión a la mañana, al comienzo del día, pues la vida son ciclos de inicio y terminación, y cada día tenemos un nuevo comienzo.

La frase «cada día el mundo es hecho de nuevo» se refiere a la idea de que cada nuevo amanecer ofrece una oportunidad para empezar de nuevo, para aprender y para crear algo diferente, marcando un ciclo de renovación constante. Es una expresión que enfatiza la importancia del presente y la posibilidad de un futuro renovado y lleno de oportunidades.
Sí, cada día tenemos la oportunidad de empezar de nuevo, pues cada día que amanece es una página en blanco para dejar atrás lo anterior y dar paso a nuevas experiencias y propósitos. A continuación, se exponen algunas de sus ventajas:
- Proceso de aprendizaje: La vida se presenta como un constante aprendizaje, y cada jornada ofrece la posibilidad de adquirir nuevos conocimientos y experiencias. Por ello, en la afirmación de la mañana se precisa: “Mi mente es una fina pieza de equipo. Y como mi mente es mi uso de la mente única (la mente que conoce, ve y crea todo), conoce la solución de cada problema y sabe que conoce. Y puesto que hay una mente común a todos los individuos, la mía nunca es débil; es la mente que obró en Jesús, Sócrates, Shakespeare, Lincoln, Emerson y Edison. Por tanto, tengo toda la dotación necesaria para salir airoso este día.”
- Creación y renovación: Se puede interpretar como la capacidad de la humanidad para crear, cambiar y reinventarse constantemente. Cada día es una oportunidad para construir algo nuevo. A esto nos invita la meditación de la mañana: “Conozco que estoy en este mundo para ser una expresión sana y gloriosa de la vida, por lo cual me pregunto ¿Qué puedo hacer hoy para que el mundo sea mejor? ¿Cómo puedo ayudar a alguien? ¿Cómo puedo aliviar algún dolor, sufrimiento o pena? ¿Cómo puedo servir mejor a la vida?» Yo también quiero decir como aquel gran maestro: <<Yo he venido para que ellos puedan recibir la vida>>. Este es también mi motivo: servir. También sé que cuando sirvo altruistamente, estoy mejor servido.”
- Valorar el presente: Subraya la importancia de aprovechar cada momento y no quedarse en el pasado, viendo el presente como el único momento real y la posibilidad de construir un futuro mejor. Y la meditación de la mañana reafirma el poder del ahora: “Yo contemplo este día porque es la vida-la misma vida de la vida. En su curso yacen todas las realidades de la existencia. La bienaventuranza del desarrollo, la gloria de la acción -el esplendor de la belleza. Ayer es ahora un sueño y mañana es una visión. El hoy bien vivido hace de cada ayer un sueño de felicidad y de cada mañana una visión de esperanza.”
James Ellen en el primer capítulo del libro Los Caminos de la felicidad, titulado Comienzos adecuados, escribe: “La vida está llena de comienzas. Y cada persona se le presentan todos los días y a todas horas. La mayoría de los comienzos son pequeños y parecen triviales e insignificantes, en realidad, son lo más importante de la vida.” Y seguidamente expone ejemplos de pequeños comienzos físicos, como el nacimiento de un rio cuyo delta se expande antes de llegar a un cuerpo de agua más grande como un mar, un lago u otro río; la bellota plantada que se convierte en un robusto roble, o la chispa de fuego que puede incendiar todo un bosque, a guisa de preámbulo para precisar los pequeños comienzos en el mundo espiritual y, de esta manera, enfatizar en los comienzos adecuados y los comienzos equivocados, y aquello que están fuera de nuestro control y los que podemos controlar.
Por lo anterior, Ellen nos insta a respondernos las siguientes preguntas: ¿Eres consciente de la enorme importancia de los comienzas? ¿Sabes realmente lo que conlleva un comienzo? ¿Te das cuentas de la cantidad de comienzos que llevas a cabo de una manera constante y comprendes la importancia que estos tienen? Entonces, induce al lector a elegir tener comienzos adecuados, pero sin preocuparse por aquellos comienzos externos, fuera del control propio, lo cual desgasta, genera dolor, enferma y conducen al fracaso. Por ello acota: “Dirige tu energía y tu atención sobre aquellos comienzos sobre los que tengas completo control y autoridad, porque son éstos los que lo que determinan la compleja red de resultados que componen tu vida. Estos pensamientos se encuentran en el reino de tus propios pensamientos y acciones; en tu actitud mental ante diferentes circunstancias que atraviesas; en tu conducta cotidiana. En pocas palabras, en la manera en que diriges tu vida, que es lo que hace que tu mundo sea un mundo sano o un mundo enfermo.”
Seguidamente explica sobre algunos hábitos para comenzar, pues comenzar implica renovarse y dejar atrás lo viejo y degastado de nuestra vida. Ellen nos exhorta a precisamente a esto: “No sigas viviendo con los pecados y los errores del ayer de una manera tan obsesiva que ya no te quede energía ni inteligencia para vivir adecuadamente el día de hoy, y no pienses que los pecados del pasado pueden impedirte vivir plenamente el presente. Comienza bien el día de hoy y apóyate en las experiencias acumuladas en tus días pasados: vive mejor que cualquiera de tus días anteriores. Pero, ten en cuenta que no podrás vivir mejor el hoy si no lo empiezas mejor. La calidad de todo tu día depende de la manera en que lo hayas comenzado.”
En la película El Secreto, el poder de la atracción, vemos como opera el espiral de acontecimientos que suceden cada día a una persona conforme a su comienzo diario. Po tanto, es tener presente lo que dices al despertarte cada mañana, y con qué actitud te levantas de la cama. Ese pequeño comienzo condiciona tu día y atrae a tu vida más de lo mismo. Empieza el día agradeciendo y afirmando que eres una individualización de Dios, reconociendo que el mundo es ilimitado y que el Reino de Dios está dentro de ti. Ten presente que cada día podemos empezar de nuevo, y podemos comenzar a “mudar ese viejo pellejo viejo pellejo que ha sufrido, durante tanto tiempo, las contusiones del fracaso y las heridas de la mediocridad”, como lo expresa Og Mandino en el primer pergamino del éxito.
Y precisamente Mandino nos lleva a reflexionar: “¿Y cómo lo lograré? Porque no tengo ni los conocimientos ni la experiencia para alcanzar la grandeza, y ya he tropezado en ignorancia y caído en el charco de la compasión por mí mismo. La respuesta es sencilla. Comenzaré mi viaje sin el estorbo de los conocimientos innecesarios o la desventaja de una experiencia carente de significado. La naturaleza me ha proporcionado ya el conocimiento y el instinto muy superiores a los de cualquier bestia en el bosque; y a la experiencia se le ha asignado un valor exagerado, especialmente por los viejos que asienten sabiamente con la cabeza y hablan estúpidamente.” Así que no tengas miedo de iniciar ni limites por no saber cómo hacerlo. Siempre hemos escuchado que para aprender a nadar debemos sumergirnos en el agua.
La formación de un nuevo hábito no será muy difícil mientras tú mantengas tu atención en el resultado, pues vives con el sentimiento de tener el buen resultado que deseas. Cuando una decisión es tomada, se desata energía emocional; y la decisión es la mitad de la solución. Por ello, al despertar ESE ALGO, mantienes en tu mente estas dos palabras: LO HARÉ, que te llena de una energía que te impulsa a la acción.
Empieza por cultivar cualidades humanas, hasta que éstas te definan. Comienza con una y luego con otra, y de esta manera transformarás tu vida. Recuerda, el hábito no hace al monje, son las acciones cotidianas adecuadas, de obediencia y servicio, lo que definen su espiritualidad. Benjamin Franklin decía que para él era posible establecer y hacer efectivo un nuevo hábito cada semana. Una semana elegía la limpieza, otra la temperancia y otra la alegría. No hay duda alguna, eso es posible.
Sin embargo, mucha gente no avanza por negarse a cambiar, al expresar la frase limitante: “Yo soy asi”. La mente es una herramienta de doble filo, la cual puedes usar para propio bienestar o para tu malestar. Por ello, te invito a utilizar de manera positiva en pro de elevar tu conciencia y mejorar tu calidad de vida. Tú puedes cambiar tu vida hoy, haciendo un alto en camino, y comprendiendo que tienes todo dentro ti mismo para triunfar, es decir, tienes todo dentro ti mismo para lograr éxitos y ser feliz. Declina a los pensamientos de odio, enojo, envidia, avaricia y codicia, que son comienzos equivocados que conducen a resultados dolorosos. Renuncia a los juicios impuros, pues no hemos venido al mundo a juzgar ni a criticar a otros. En consecuencia, empieza cada día con pensamientos de amor, amables, generosos y puros que son comienzos correctos que conducen a resultados satisfactorios.
Como precisa Jame Ellen: “Los buenos pensamientos sólo pueden generar buenas acciones; las buenas acciones sólo pueden generar una vida correcta, y todas las bendiciones nos llegarán si vivimos una vida correcta.” Que diferente sería el mundo si cada persona se preocupase por modificar su manera de pensar hacia lo positivo, toda vez que los pensamientos correctos nos guarda de hacer algo que pudiera perjudicarnos o de hacer daño a otra persona; y, consecuentemente, nos guía y conduce, en todo momento, a la acción justa.
Por su parte, Dan Custer explica lo anterior de la siguiente manera: “Los problemas que tú y yo tenemos a nuestro alrededor -experiencias de enfermedad, fracasos y desdichas- son solamente síntomas de algo erróneo procedente del interior. Es decir, que son los resultados de errores en el pensar seguidos por errores en el actuar.” Debemos entender que todo mal que nos aqueja es causado por nuestra manera de pensar y de actuar. Nadie ajeno a ti es causante de tu infortunio. Tu eres creador de tu propia realidad.
Cada mañana tienes dos opciones: seguir quejándote de la vida o hacer algo para cambiarla. Y el momento es ahora, Despierta ESE ALGO que está dentro de ti. Mantén en tu mente y repítete en todo momento estas dos palabras: LO HARÉ. Inicia ahora, avanza y no te desanimes; por el contrario, esfuérzate y da siempre lo mejor de ti, pues cosas buenas le esperan a quien resiste, insiste y persiste. Y ten presente que, cuando haces un cambio positivo en ti, también contribuyes con la construcción de un mundo mejor.
Por: Carlos Rafael Melo Freyle

