26 de julio , 2024
Nacional

Mancuso no está autorizado para ser vocero o facilitador de paz de ese grupo ilegal: Clan del Golfo

El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso volvió a Colombia tras cumplir una condena por narcotráfico en Estados Unidos, y ya está haciendo movimientos en el ámbito político y de paz en el país.

En el primer comunicado tras su regreso, Mancuso expresó su disposición a acompañar los diálogos de paz de las Autodefensas de la Sierra Nevada (Acsn) y el Clan del Golfo con el Gobierno. Cabe mencionar que las Acsn tomaron el control de las rentas criminales del bloque norte de lo que fueron las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia).

Sin embargo, como representante del Clan del Golfo, alias Jerónimo aclaró que Mancuso no tiene autorización para actuar como vocero o facilitador del grupo. “En ningún momento hemos autorizado a Mancuso para que obre como vocero, gestor o facilitador de nuestro ejército”, señaló.

Por su parte, Salvatore Mancuso manifestó que sus “esfuerzos” están disponibles “para cualquier diálogo de paz”.

“Me pongo a disposición tanto del Gobierno nacional como de las organizaciones armadas que buscan un diálogo con este, como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y las Autodefensas Conquistadores de la Sierra, para acompañar las conversaciones de paz que sean necesarias”, manifestó el exjefe paramilitar.

Según él, está dispuesto a participar de ese proceso sin importar lo complejo que sea. Agregó que al hacer parte estaría brindado su “experiencia” en la resolución de nuestros conflictos con el fin de eliminar cualquier tipo de violencia.

Salvatore Mancuso pone de manifiesto su voluntad de contribuir a la paz “sin importar el escenario”

Con ese ofrecimiento no terminaron las iniciativas de Mancuso, pues el exlíder de las AUC señaló también su deseo de contribuir al cierre del proceso de paz de Ralito, entre las autodefensas y el gobierno. En declaraciones recientes, afirmó estar listo para colaborar en la instalación formal de la mesa técnica, subrayando el deber moral que tienen tanto los excomandantes de las AUC como él mismo con la sociedad colombiana.

“Tanto los excomandantes de las AUC como yo personalmente, estamos listos para instalar formalmente, tal y como usted lo anunció en su momento, la mesa técnica para el cierre definitivo de las negociaciones de Ralito. Este es un deber moral suyo y nuestro, con la sociedad colombiana y con las comunidades de los territorios en los que libramos esta guerra”, afirmó el exparamilitar.

El acuerdo de Ralito fue un pacto que se dio en diciembre de 2001. Luego, se hizo oficial en julio de 2003, cuando se firmó el acuerdo de Santafé Ralito en Tierralta, Córdoba. Este acuerdo comprometía a los líderes paramilitares a un desarme progresivo hasta diciembre de 2005, con la condición de que apoyaran en la lucha contra el narcotráfico.

La polémica alrededor de ese acuerdo fue que, en principio, se realizó en secreto; es decir, fuera del marco legal de un proceso de paz, sin el conocimiento del presidente del momento, Andrés Pastrana.

Los principales actores involucrados fueron los líderes paramilitares Jorge 40, Don Berna, Diego Vecino y, por supuesto, Salvatore Mancuso; quienes pactaban del otro con los gobernadores de Sucre y Córdoba. El acuerdo buscaba la desmovilización de las AUC a cambio de la legalización de parte de su riqueza y la garantía de no ser extraditados a Estados Unidos.

Por otro lado, Mancuso expresó su disposición para cumplir con sus funciones de gestor de paz ante el presidente Gustavo Petro. “Quiero honrar mi palabra con el señor presidente de la República, Dr. Gustavo Petro Urrego, quien me encomendó la tarea de ser gestor de paz”, afirmó.

Precisamente, Petro había dicho que Mancuso ocuparía este rol. No obstante, aún se desconoce en qué consistirían sus funciones como gestor de paz, decisión del presidente que ha sido cuestionada. Con Infobae

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