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Corredor verde avanza con licitaciones aseguradas para los tramos 1 y 2

El IDU (Instituto de Desarrollo Urbano) publicó los prepliegos finales para reactivar el proceso de licitación de los tramos 1 y 2 del Corredor Verde Séptima en Bogotá. Se espera que la adjudicación de las obras, que han enfrentado múltiples obstáculos y controversias el último año, se realice en marzo de 2024, periodo en el cual Carlos Fernando Galán ya ocupará el cargo de alcalde de la capital colombiana.

Los segmentos en cuestión van desde la calle 24 a la 76 (tramo 1), estimado en 529.388 millones de pesos colombianos (aproximadamente 131 millones de dólares estadounidenses), y desde la calle 76 a la 99 (tramo 2), con un costo de 330.007 millones de pesos colombianos (alrededor de 81.8 millones de dólares estadounidenses).

Estos tramos no recibieron ofertas en la anterior convocatoria en octubre del presente año, situación que algunos atribuyen a la serie de litigios judiciales que rodean al proyecto, especialmente a estos segmentos especificados. Esto significa que si la situación no varía y ningún consorcio se presenta, la nueva administración tendría la prerrogativa de revaluar el proyecto, siguiendo la línea propuesta por Galán.

Perfilándose como una nueva oportunidad para que los interesados presenten propuestas, la publicación de estos prepliegos podría representar un punto de inflexión para el ‘corredor verde’ cuya implementación busca transformar el tránsito y el paisaje urbano del tramo en cuestión. La historia previa del proyecto indica que la falta de participantes en la licitación podría conducir a una revisión sustancial o incluso a un replanteamiento del mismo bajo la administración entrante.

La publicación de los prepliegos ha suscitado el interés de 63 empresas en el proyecto, que busca mejorar significativamente la movilidad urbana y la calidad de vida de los residentes. El Director del IDU, Diego Sánchez Fonseca, le dijo a El Espectador que destaca el solido respaldo jurídico y técnico del proyecto, enfatizando su importancia para la comunidad.

El plazo para la presentación de propuestas por parte de los interesados en participar en la construcción de este importante eje de transporte se extiende hasta el 22 de febrero de 2024, con una audiencia de adjudicación programada para el 27 de marzo del mismo año. Adicionalmente, el IDU ha lanzado un proceso de selección para la interventoría de dos tramos del corredor, con una inversión estimada de 46.244 millones de pesos para el tramo 1 y 46.602 millones de pesos para el tramo 2. Las ofertas para este proceso se recibirán hasta el 26 de febrero, y la adjudicación de los contratos se realizará el 5 de abril.

Qué pasará con el tercer tramo

El IDU ha delineado los planes para el desarrollo de un nuevo segmento vial en Bogotá, el cual se extenderá a lo largo de 12.5 kilómetros, desde la calle 99 hasta la calle 200. Este tramo está sectorizado en tres partes, cada una a cargo de consorcios distintos, para llevar a cabo eficientemente su construcción.

En medio de esto, el IDU ha firmado acuerdos con la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá y la Secretaría Distrital de Movilidad. Estos convenios tienen como objetivo agilizar los procedimientos para la aprobación de diseños de redes de abastecimiento de agua y alcantarillado, así como los planes de manejo de tránsito, durante la etapa de preconstrucción de la obra. Estas medidas buscan mitigar los impactos en la movilidad de la capital durante los trabajos y acelerar el inicio efectivo de las labores de construcción.

La división del proyecto en tres segmentos permitirá una ejecución paralela y más eficaz, cada segmento estará bajo la responsabilidad de un consorcio diferente, lo cual se espera que permita una mejor gestión de recursos y tiempos. Los detalles sobre los consorcios encargados, así como los plazos específicos para cada segmento, serán establecidos por el IDU en las siguientes etapas del proyecto.

Por el momento, el IDU y la Alcaldía de Bogotá se mantienen a la espera de que los recientes prepliegos atraigan la participación de consorcios interesados en llevar a cabo el proyecto. Esta obra se presenta como una parte integral del plan para modernizar la infraestructura vial de Bogotá y mejorar la calidad de vida de sus habitantes reduciendo congestiones y fomentando el transporte sostenible. Las empresas constructoras deberán evaluar el riesgo y el potencial de la iniciativa, así como las implicaciones legales que hasta el momento han frenado su avance. Con Infobae

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