Comerciantes se quejan por ‘condiciones dispares’ en la ley dejen de fregar
La Ley 2300 de 2023, también llamada ‘ley dejen de fregar’, ya entró en vigencia y los bancos, entidades y otras empresas deben evitar llamadas para cobrar y ofrecer servicios los domingos, los festivos y los días entre semana, en horarios no hábiles. La ley también limita el contacto de las empresas con los usuarios, por lo que hay algunas molestias entre compañías dedicadas al comercio.
La normativa señala que ese contacto se deberá hacer por una vía y máximo dos veces cada semana entre lunes y viernes, de esta forma se “protegerá el derecho a la intimidad de los consumidores”. Si bien existen algunas excepciones, como por ejemplo, que solo se permite contactar a los usuarios fuera de los horarios establecidos en caso de que se trate de confirmaciones oportunas de operaciones monetarias, las alertas de transacciones fraudulentas que tienen los bancos o para brindar información sobre ahorros y cesantías que haya sido solicitada, hay otras preocupaciones por parte de las empresas.
Según María Fernanda Quiñones, presidenta de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, la medida es una limitación para el desarrollo del sector y sobre todo del digital, ya que no funciona igual al físico. “El comercio digital es un comercio que se puede hacer en cualquier momento del día y esa es justamente una de sus bondades, pero la ley hace un planteamiento sobre, digamos, una limitación de cara a poder enviar mensajes a los consumidores en esos horarios que son además cómodos para consumidores y que se presentan como momentos de oferta. Ese es un es un planteamiento que se da con ningún conocimiento de cómo funciona el comercio electrónico”, dijo Quiñones.
Para Quiñones es muy complicado lograr metas con las restricciones que se hacen en la comunicación comercial, pues los horarios son restringidos y el canal de comunicación es limitado, “y hay temas de consentimiento que también nos preocupan, y son reprocesos muy costosos para un empresariado que trata de recuperarse y que más global que tiene otras dinámicas. Esto nos deja en incertidumbre”, agregó.
Por otro lado, la directiva alerta sobre beneficios y diferencias que tienen los empresarios fuera y dentro del país. “La cancha no está equilibrada y hay una asimetría, porque el colombiano puede acceder a compras que se hagan en portales que, por supuesto, están ubicados acá, contribuyendo al país, promoviendo el comercio digital y la digitalización y que se acogen a esa medida. Pero también puede acceder a portales que están por fuera, que obviamente no tienen este tipo de restricciones, eso no se tuvo en cuenta y pasa porque no se entiende cómo funciona el comercio electrónico”, puntualizó.
Andrés Robatel, director de Falabella.com y Linio Colombia, asegura que el sector está preocupado por “la entrada de esta nueva ley en la medida que dificulta la comunicación de las empresas con sus clientes. Es una medida que innegablemente tendrá un impacto fuerte en la promocionalidad y ventas de varios comercios en un momento tan duro y difícil para el consumo y la actividad económica en el país”.
Para Robatel, la ley no necesariamente tiene en cuenta la voluntad de los consumidores que aceptan los Términos y Condiciones y tampoco “los procesos de opt in, que es el acto mediante el cual un usuario autoriza a ser incluido en una lista de distribución para ser contactado, de cada comercio”.
Sin embargo, las críticas de los directivos no tienen en cuenta que la mayoría de los usuarios no se fija ni tiene en cuenta los Términos y Condiciones y que las quejas se gestan debido a que hacen varias llamadas durante el día y aunque el usuario manifieste que no quiere seguir siendo llamado, las comunicaciones continúan. Con Infobae