Solidaridad y Generosidad valores esenciales para el Bienestar Social

“La mamá, al ver que sus tres hijos se peleaban, le solicitó a cada uno que recogiesen en el campo una buena cantidad de ramas secas, como para formar un haz de leña.
Una vez cumplida la tarea, la mamá les hizo una nueva solicitud: —Queridos hijos, por favor rompan el haz de leña que tienen atado.
El esfuerzo de cada hijo fue ingente, y aun aplicando diversos métodos, utilizando pies y rodillas, no lo pudieron lograr.
Entonces la madre, con cierta picardía, pero con profunda sabiduría, dijo: —Permítanme hacerlo a mí.
Tomo el primer, y el más grande, haz de ramas secas, lo desató y así fue partiendo cada brizna que conforman dicho manojo.
Entonces dijo: —¿Captaron la lección? Y antes que alguno se sus hijos dijese algo, ella balbuceo: —Así puedo proceder con los dos haces de leña restante, pero no es necesario. Con esta prueba lo que buscaba enseñarles es cada uno por su lado es débil y vulnerable, pero unidos por el amor somos fuerte, invencibles como el haz … Separados por las peleas, desunidos, nos volvemos tan frágiles como cada una de estas ramitas secas.

Esta fábula de Esopo es muy pertinente en la actualidad, porque vivimos en una sociedad desunida, intolerante con los otros por simples acciones triviales, expectante ante las desgracias de los demás, egoístas por miedo a no tener luego. El mundo sería diferente si tan sólo fuésemos solidarios y generosos con nuestros semejantes.

La solidaridad es un valor por excelencia que se caracteriza por la colaboración mutua que existe entre los individuos, lo que sin duda permite lograr la superación de problemas comunes. La solidaridad es sinónimo de apoyo, respaldo, ayuda, protección, que cuando persigue una causa justa cambia el mundo, lo hace mejor, con mayor bienestar para todos.

Y la generosidad es el valor que nos impulsa a dar sin esperar recibir nada a cambio. El significado de generosidad no hace referencia únicamente a dar cosas materiales, sino también a ofrecer ayuda allende a lo material a personas que lo necesitan. Su expresión máxima está asociada al altruismo.

Con base a esta filosofía de trabajo solidaria y de apoyo mutuo surge al norte de Inglaterra, en 1844, la primera cooperativa, conformada por 27 hombres y una mujer, con el objeto de brindar una alternativa asequible a las provisiones y alimentos de mala calidad y adulterados, y utilizar los excedentes de su gestión en beneficio de la comunidad. Con este hito se demostró que las cooperativas son empresas centradas en las personas, que pertenecen a sus miembros, quienes las controlan y dirigen para dar respuesta a las necesidades y ambiciones comunes de carácter económico, social y cultural. Las cooperativas unen a las personas de manera democrática e igualitaria.

Paro el movimiento cooperativo se fractura cuando sus asociados dejan de soslayo los siete principios cooperativos, para buscar prebendas por los beneficios que otorga su naturaleza jurídica (verbigracia: lograr prebendas vía subsidios) o para ponerla al servicio de unos pocos (inversionistas que explotan a especialistas). Cuando el interés particular prima sobre el colectivo, la insolidaridad y la falta de generosidad deterioran el bienestar social.

“El secreto para lograr el éxito auténtico y duradero en los negocios es la solidaridad”, escribe Rich DeVos en su libro Capitalismo Solidario. El pensamiento de DeVos me permitió comprender, a inicios de 1998, lo poderoso de la estrategia del mercadeo en red, cuyo paradigma me parecía simplista y oneroso. Pero cuan equivocado estuve, este innovador esquema de comercialización iniciado en 1939 cambió la tradicional venta directa de «puerta en puerta» por la que el «cliente satisfecho» podía convertirse en distribuidor para generar ingresos «extras», trabajando unas cuantas horas al día.

DeVos explica en su libro que, en términos económicos, “beneficio es hacer más dinero del que se gasta.” Y sustenta que “Con beneficio usted tendrá el poder de acumular capital. Con ese capital puede crear nuevos negocios y mejorar su calidad de vida y la de otros. Sin beneficio, su negocio fracasará y sus sueños de acumular Capital se irán por la alcantarilla.”

Definitivamente el capitalismo solidario es el camino para lograr el bienestar social, por ello invito al lector busque entender este concepto. Me parece muy sencilla la explicación de DeVos, reduciendo la concepción de capitalismo y capitalismo solidario con fórmulas muy didácticas.

Definitivamente llenarnos de amor por los otros, soportado en un amor propio sano, conduce a que la sociedad sea más próspera, Indudablemente “la mayor felicidad de una persona se encuentra en el otorgamiento de beneficios sobre aquellos que ama; el amor encuentra su expresión más natural y espontánea en el dar. El individuo que no tenga nada para dar no puede llenar su lugar como esposo o padre, como ciudadano, o como ser humano.” (Wallace D. Wattles. La ciencia de hacerse rico).

Por lo anterior, tiene profundo sentido lo que sustenta DeVos: “El secreto para lograr un éxito auténtico y duradero en los negocios es la solidaridad. [···] Cuando multiplicamos la fuerza de cada componente por solidaridad, suceden cosas sorprendentes. Debemos permitir que la solidaridad nos guíe en cada etapa de nuestro camino hacia el bienestar material y, eventualmente, en el empleo de éste. La solidaridad debe guiamos también en el uso de los recursos naturales, de la energía humana y de las herramientas.” En mi artículo El mercadeo en red: una estrategia comercial soportada en el desarrollo humano (El PaísVallenato, 21 de octubre de 2023) esbozaba que trabajar en equipo es una de las bases de la creación de riqueza, dado que el apalancamiento de personas genera una sinergia que posibilita un resultado exponencial. Por ello el mercadeo en red es tendencia, pero nuestra sociedad no está preparada para emprenderlo por su falta de solidaridad, de generosidad y de gratitud. Cuando alguien comparte a otro algún emprendimiento de mercadeo en red, ésta, antes que agradecer, le mira con recelo y con temor.

Así como la gratitud, la solidaridad y la generosidad son una manifestación divina, que eleva a quienes la experimentan. Como persona de fe, DeVos explicaba: “La gente que ayuda a la gente a que se ayude a sí misma, debe primero ver a los Otros como los ve Dios. Por eso comencé este libro hablando sobre el sueño de nuestro Creador para cada uno de nosotros. Sea cual sea el caos que hayamos hecho con nuestras vidas, o cualquiera que sea el caos que heredamos, Dios sigue creyendo en nosotros. Cualquiera que sea el nivel de éxito que hayamos alcanzado en la vida, Dios nos ve capaces y dignos de mucho más. Esa es la buena noticia, y aquí es donde se inicia el proceso de «gente ayudando gente». Si Dios continúa creyendo en nosotros, nosotros somos libres de seguir creyendo los unos en los Otros.”

Ayudar a otros hace parte mi estilo de vida. Aprendí los valores de la solidaridad y la generosidad de mis padres, pues nuestra casa siempre fue una posada miembros de la familia extensa e inclusive como para otras personas ajenas a la familia. Compartíamos con amor lo pocos que teníamos; pero también agradecíamos lo que ellos nos compartían. Pero el potencial del valor de la solidaridad en la perspectiva económica la verificamos con el programa Grupos Solidarios, en FUNDICAR, llevando a personas con actividades informales a lograr una acumulación ampliada de capital y consolidarse como empresarios de microempresas.

Para concluir, analicemos el siguiente ejemplo de una empresa de mercadeo en red. La compañía compensa con un bono de 24,5 dólares a cada persona que por su invitación se haga suscriptor de esta. Pero si ayuda a que 5 suscriptores invitados inviten a otros cinco suscriptores, la compañía otorga un bono de 700 dólares al primer mentor. Analicemos los casos siguientes:

1. Juan logra que se suscriban 30 personas. Esto le genera un bono de 735 dólares.
2. Juan logra que se suscriban 5 personas, pero ayuda a cada una de estas para que realicen lo mismo. En este caso Juan recibe 822,5 dólares, y cada una de las personas que promovió 5 suscripciones recibe 122,5 dólares.

Como vemos, la solidaridad hace la diferencia. En el caso 1, por las 30 personas suscrita sólo 1 generó beneficio de 735 dólares (únicamente Juan). Pero en el caso 2, de las 30 personas suscritas 6 generaron beneficios. Juan obtiene 822,5 dólares, y 5 suscritores líderes reciben 122,5 dólares cada uno. Mientas que en el primer caso el grupo de 31 personas (incluido Juan) generan beneficios de 735 dólares, lógicamente por el trabajo incesante de 1 persona (Juan); para el segundo caso, el colectivo de 31 personas suma beneficios totales por 1.435 dólares (Juan y 5 suscriptores líderes), debido al trabajo de apalancamiento de juan con 5 líderes. Y el mismo Juan gana 87,5 dólares adicionales por la solidaridad de su equipo. Pero resaltar es que el beneficio del colectivo es superior por el trabajo solidario.

Por lo anterior, te invito a vencer tus miedos al fracaso y al ridículo y atrévete a emprender un negocio de mercadeo en red, tal como lo promueven Robert  Kiyosaki y Sharon Lechter en el libro Escuela de negocios. Para personas que les gusta ayudar a otras personas, pues “descubrirás los “valores y oportunidades ocultos” que un negocio de mercadeo en red te puede ofrecer, valores que muchas personas no pueden ver.

En otras palabras, hay más que solo hacer algo de dinero extra en un negocio de mercadeo en red.”

Por: Carlos Rafael Melo Freyle