martes, abril 23, 2024
Nacional

El gran salto de Nicolás: de llegar con maletica en el sur a “vivir sabroso” en Villa Campestre


“Lo recibimos en un hogar humilde, estrato 1, en el barrio Santo Domingo de Guzmán”: madre de Day Vásquez.

En un dos por tres Nicolás Petro Burgos, el hijo del Presidente Gustavo Petro Urrego, pretendió dar el gran salto social en su vida personal.

Tras quedar en el ‘ojo del huracán’ por las denuncias hechas por su expareja, Daysuris del Carmen Vásquez, en torno el presunto manejo indebido de dineros recibidos para la campaña presidencial de su papá, Gustavo Petro, se siguen conociendo detalles sobre el gran salto social que emprendió con el inicio de su carrera política en el Atlántico y el triunfo electoral que llevó a su padre a la Casa de Nariño.

Nicolás, actual Diputado del Atlántico, a su llegada a Barranquilla, fue acogido en el seno familiar de Day Vásquez, en una humilde vivienda localizada en el barrio Santo Domingo de Guzmán, en el suroccidente de la capital del Atlántico.

Así lo confirmó Lizeth Castro, la mamá de Day Vásquez, en entrevista con el periodista Lao Herrera en RCN.

El relato de Lizeth Castro habla por sí solo: “Nosotros somos del barrio Santo Domingo de Guzmán, estrato 1, personas humildes. Nicolás vino a mi casa y le abrimos las puertas con todo el corazón. Sin ninguna condición. Él llegó aquí, vivió con nosotros 1 año, estuvo aquí con mi hija”.

Sostiene que cuando se lanzó a la campaña electoral “le dijimos que lo hiciera y nosotros le ayudamos mucho”.

“Él no era nadie cuando llegó aquí. Nadie. Ese muchacho vino con su maletica y punto. Más nada”, recalcó.

Durante la campaña, señaló, Nicolás Petro contó con el apoyo de Day Vásquez y el núcleo familiar de ella.

“Mi hija le hizo campaña y yo de los ahorritos que tenía le dí la platica a ella para comprar camisetas y gorras. Eso no lo sabe él porque mi hija me dijo: no lo vamos a hacer sentir mal, dejemos las cosas así y que Nico nunca sepa que usted le regaló eso porque después se va a sentir mal”.

En esa primera experiencia electoral Nicolás Petro Burgos obtuvo 191.972 votos para la Gobernación del Atlántico, siendo derrotado por Elsa Noguera que alcanzó los 692.723 votos.

En aplicación a las reformas electorales que entraban en vigencia, Nicolás Petro tenía la opción de aceptar o no una curul en la Asamblea del Atlántico, que es la que actualmente ostenta.

Sin embargo, las cosas cambiaron con el desarrollo de la campaña presidencial y el posterior triunfo de Gustavo Petro.

Los hechos denunciados por Day Vásquez en torno a los dineros recibidos por Nicolás Petro, por parte de personas con pasados judiciales como Samuel Santander Lopesierra y Alfonso ‘El turco’ Hilsaca, indican claramente el cambio social que pretendía el ‘delfín’.

No tardó mucho tiempo de la elección presidencial, cuando se produjo la ruptura de las relaciones sentimentales de Nicolás y Day.

“Después que Petro quedó Presidente él le dio la patada a Day, para meterse con una amiga de ella”, recordó Lizeth Castro.

En este caso se refiere a Laura Ojeda Estupiñán, la nueva pareja de Nicolás y de quien Lizeth Pérez asegura era muy amiga de Day Vásquez.

Lo que ha salido a relucir en medio de este escándalo era la pretensión de comprar una mansión en Villa Campestre, por 1.600 millones de pesos con todos los lujos que pudiera darse cualquier magnate.

Además, también trascendieron extractos bancarios sobre millonarios y suntuosos gastos.

Todo ello mientras se mantiene como Diputado del Atlántico cuyo sueldo, como es sabido, no alcanza para financiarse ese gran salto social.

A todo esto el propio Nicolás Petro asegura que sus extractos bancarios “están debidamente justificados con pagos de salario, primas y cesantías de mi labor como Diputado”.

Sin embargo, Day Vásquez mantiene en su poder una prueba que sería aportada a la investigación y que demuestra que en un CDT tiene invertido los $700 millones que le devolvieron tras desistir de la compra de la mansión en Villa Campestre, a través de un tercero.

Lo de Nicolás Petro también podría catalogarse como la anticipación de un típico caso de “vivir sabroso”, con un gran salto social.

Zonacero

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