Uribe recibió ayuda de grupos al margen de la ley para combatir a la guerrilla: Rodrigo Londoño
El 7 de febrero del 2003 sobre las ocho de la noche en el Club El Nogal estalló un carro bomba que terminó con la vida de 36 personas mientras cerca de 200 víctimas resultaron heridas en el ataque realizado por las extintas Farc, en la conmemoración de los 20 años del atentado el excomandante del grupo guerrillero y líder del partido Comunes Rodrigo Londoño, se disculpó ante las víctimas, calificó la ofensiva terrorista como “un acto demencial” además de indicar que el Estado cuando Álvaro Uribe era presidente recibió ayudas por parte de organizaciones ilegales.
El excomandante guerrillero conocido como Timochenko, mencionó que el atentado al Club El Nogal se generó a partir de un ambiente de constantes hostilidades en las que el Estado colombiano solía tener el apoyo de grupos paramilitares, aunque no dejó de calificar el atentado como una ‘nefasta idea’.
“Era obsesivo el ambiente de fuego en todas las direcciones que reinaba por esa época en nuestro país. El presidente Uribe había llegado a responder violentamente al alzamiento, con todo el poder del Estado y la ayuda declarada de grupos al margen de la ley. Arreciaban las operaciones militares y paramilitares contra las Farc, en dimensiones nunca vistas. El Estado colombiano obraba impulsado por los odios más agudos de sus dirigentes”.
Rodrigo Londoño indicó que en la época que ocurrió el violento ataque él pertenecía al Bloque del Magdalena Medio, mientras que el carro bomba fue ordenado por el Bloque Oriental Sur, aunque no negó su responsabilidad: “recalco que no por eso dejamos de reconocer la responsabilidad del Secretariado Nacional, del que hacía parte. Fueron las Farc y todos sus mandos de dirección asumíamos la responsabilidad por lo que hiciera el movimiento”.
Al respecto el presidente del partido Comunes dejó en claro que son conscientes del dolor que han causado los actos de la estructura terrorista durante su funcionamiento por lo que extendió su arrepentimiento ante las víctimas y señaló que lo haría las veces que fuese necesario.
“Agobiados por la vergüenza y conscientes hoy más que nunca del horror que causamos, de la tragedia sin fin desatada contra personas inocentes y sus familias, los antiguos mandos guerrilleros sobrevivientes a la sangrienta confrontación nos sentimos obligados, por imperativos humanos y éticos, independientes de cualquier consideración legal, no solamente a reconocer la responsabilidad directa de la organización Farc-EP en tan horrendo crimen, sino a presentarnos de nuevo, y cuantas veces lo consideren necesario, a las víctimas, a darles la cara y a pedirles perdón”.
Otro de los apartados sorpresivos del pronunciamiento de Rodrigo Londoño fue cuando aceptó que la lucha armada que tuvieron como estructura guerrillera y que han tenido diferentes organizaciones a lo largo de Latinoamérica no han sido fructuosa o con resultados positivos.
“No éramos nosotros los únicos protagonistas o redactores de la historia, oleadas humanas pensaban y obraban en otra dirección, en nuestro propio país, y no éramos capaces de percibirlo. Es cierto que nosotros no caminábamos solos, eran muchos los pueblos que buscan un destino similar. Lo que no fuimos capaces de entender que tomaban válidamente vías distintas. La evidencia se hizo abrumadora en las tres últimas décadas. En nuestro continente, ningún proceso transformador en los cuarenta años se ha cumplido por vía de insurgencias violentas“.
El excomandante guerrillero y ahora líder político, resaltó la importancia de los acuerdos de paz que permiten diálogos en lugar de confrontaciones.
“Con humildad pido perdón a las víctimas del Club El Nogal y a Colombia entera por estos hechos. Guardo la esperanza de que producto de nuestras propias acciones, de miles de hombres y mujeres que dejaron las armas y abrazaron las paz, algún día podamos ser perdonados”, concluyó Rodrigo Londoño. Con Infobae