4 de octubre , 2024
General

A tomar conciencia que el uso de la pólvora en fiestas es catastrófico

Vuelve la temporada en la que, quizás, abundan las celebraciones por cualquier motivo; en la que la comida, la música y el licor son los primeros invitados, pero también de un elemento que por su mal manejo se convierte en un potencial peligro: la pólvora.

En un repaso a los registros históricos de las estadísticas que acumula el Instituto Nacional de Salud (INS) no se observa un año en el que Colombia haya reportado cero quemados en una Navidad y Año Nuevo, solo para citar un referente al margen de las celebraciones de las fiestas patronales en las poblaciones en las que a la pólvora se le considera clave para alegrar el momento.

Precisamente, un reporte de lesiones por pólvora pirotécnica notificadas por parte del INS, a corte de la semana 38 del presente año, da cuenta de 351 casos reportados en todo el país. Y de acuerdo con el listado, Antioquia es el departamento con el mayor número, 31; seguido por Caldas, 30; Nariño, 26; La Guajira, 26; Tolima, 23; Boyacá, Huila y Santander, con 19 casos, cada uno; Norte de Santander y Valle, con 18 casos cada Departamento.

Luego siguen Cesar y Cundinamarca, 14 casos, cada uno; Bogotá, 12; Magdalena, 11; Atlántico y Córdoba, con 10 casos, cada uno; Bolívar y Meta, 7 casos, cada uno; Risaralda y Cali, 6 casos, cada uno; Caldas y Cartagena, 5 casos, cada uno; Sucre, 4 casos; Putumayo, 3; Guaviare, 2; Barranquilla, Caquetá, Casanare, Chocó, Quindío y Santa Marta, 1 caso, en cada uno.

Por ello, acorde con la responsabilidad social que asume como agremiación médica, la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva (SCCP), a través de su presidente, María Isabel Cadena, insiste en el llamado preventivo a los colombianos a dejar de lado la pólvora en las celebraciones, dada las graves consecuencias cuando se producen quemaduras, ya sea por juegos pirotécnicos, cilindro de gas, líquidos calientes o por otras eventualidades en el hogar de esta naturaleza, en el que especialmente, los menores de edad resultan ser los más afectados.

La SCCP reitera que las quemaduras no son accidentes, sino eventos que se pueden prevenir. En este sentido lanza un mensaje preventivo a través de la campaña institucional “Enciende la luz de la alegría y esperanza sin pólvora”, con el que pretende que todos los ciudadanos disfruten de estas fiestas tradicionales sin tragedias que lamentar.

“Cada año la SCCP hace un llamado para que la ciudadanía mantenga su prudencia frente al uso de la pólvora. De igual manera, sugiere tener cuidado con los cables de energía, tomas corrientes que se emplean para la decoración. Son elementos que al ser manipulados por los niños pueden generar accidentes”, resaltó la SCCP.

TRATAMIENTO Y REQUERIMIENTO

Sobre el tratamiento de las quemaduras con pólvora, cuando estas ocurren, la entidad recomendó tener presente una serie de recomendaciones dadas por el equipo multidisciplinario que atienden a este tipo de pacientes, liderado por un profesional de esta especialidad.

En este contexto, la Sociedad se refiere los injertos como alternativa para reconstruir el tejido afectado, porque debe actuarse de manera urgente ya que el cuerpo pierde su temperatura y la sangre se queda sin defensa, a merced de las bacterias existentes en el ambiente.

Los adelantos médicos en tal sentido han venido usando piel de personas ya fallecidas y las membranas amnióticas de las placentas. Cada uno tiene su uso.

Sostiene la entidad que en Colombia hay que trabajar fuerte en pedagogía que lleve a crear una conciencia en la comunidad sobre la importancia de bancos de piel que funcionan con las donaciones. Por ejemplo, si una persona fallece, sus familias acepten la toma de piel de partes superficiales, poco notables; o permitan tomar la placenta de la mujer que ha dado a luz.

“Esto es crucial y por ello se debe tener el apoyo de toda la sociedad, porque, desafortunadamente, no hay una cultura de donación. Y a pesar de que ha ido aumentando con los años, no hay donantes. Ambos elementos han cambiado significativamente. Cada uno tiene su uso. El pronóstico y la esperanza de vida del paciente quemado, a partir de los injertos, lo mejoran, enormemente”, anota la entidad.

En igual sentido, explica que el injerto, previamente, sometido a rigurosos exámenes médicos reemplaza, temporalmente, la piel que se quemó, mientras se hace la reconstrucción, pues evita que el paciente se infecte y pueda producirle la muerta o deformidades de por vida.

Finalmente, destaca la importancia de frenar el aumento en los casos mediante la intensificación de la capacitación a las comunidades, en las que se haga énfasis en que las consecuencias de las quemaduras con pólvora son catastróficas.

“En el país no hay una estadística oficial, pero se estima que cerca de 5.500 personas se queman al año y esto es una barbaridad. En algunos centros asistenciales, como el Hospital Simón Bolívar, qué es el más grande del país, de referencia tienen 60 camas de uso exclusivo para el paciente quemado y 18 camas de cuidados intensivos y no dan abasto”, concluye la SCCP.

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