viernes, abril 26, 2024
Opinión

Cocha Molina Rey de Reyes

Por: José Luis Bustos Reales

La fiesta más importante de Colombia, y en ese orden de ideas, del Cesar y en particular de Valledupar es sin duda el Festival de la Leyenda Vallenata…

Los negocios más importantes para este departamento, los logros en altos cargos del estado y muchos, si no todos los ministros y altas dignidades para cesarenses y vallenatos, se han logrado en el marco de nuestras parrandas festivaleras. Negar eso es mezquino y torpe; Consuelo Araújo Noguera concibió desde la sombra del palo de mango tutelar de nuestra plaza una fiesta magna y un concurso que por primera vez en la historia, no elegiría una reina sino un rey.

Aquello nada tenía que ver con exclusión de género, simplemente esa fiesta comenzó en 1967 y por aquellos días todos los juglares eran hombres, curtidos campesinos que elevaron sus cantos de vaquería a la máxima expresión folclórica de Colombia.

Por eso el concurso debe tomarse en serio. La activación de la economía de Valledupar y sus al rededores es total, la industria hotelera y culinaria ven su mejor momento año tras año, los modistos y diseñadores desde los más humildes hasta los que ya son marcas en sí mismos, tienen trabajo por cuenta de nuestro concurso de piloneras y nada se queda por fuera, porque el festival no es en la plaza sino que la ciudad misma es una fiesta…

La Unesco, con mensaje de protección, declaró nuestra música vallenata como Patrimonio Inmaterial Cultural de la humanidad: Por eso el concurso hay que tomarlo en serio.

No me voy a referir al nuevo rey de reyes, cuya elección parece haber dejado bastante molesta a la concurrencia, pero sí voy a hablar de la importancia de esa dignidad.

Antes se le exigían por lo menos tres grabaciones a los que se presentaban en la categoría de Profesional, pero ahora sí ya grabó un sencillo con la canción de los pollitos, puede presentarse: Eso no es serio, y el concurso hay que tomárselo muy en serio…

Colacho Mendoza, con sobrados méritos fue el primer rey de reyes cuando el festival cumplió sus primeros 20 años y fue un digno representante de ese cargo dentro de las limitaciones que la edad, el mercado y el posicionamiento de nuestro folclor le permitieron.

Gonzalo Arturo, El Cocha Molina se coronó en 1997, diez años después; Hugo Carlos Granados en 2007 y Álvaro López en 2017, ahora, cinco años después, eligieron sucesor…

Y habría que preguntarse si ese cambio fue comercial, porque una nueva generación se demoraba antes 20, luego diez años y que ni se les vaya a ocurrir ponerlo cada dos ahora. Porque el concurso hay que tomarlo en serio.

Sé que es muy impopular lo que voy a decir, pero después de Cocha Molina, los siguientes  resultaron unos personajes más bien anodinos desde el punto de vista comercial, sea porque tuvieron dificultades personales o por falta de histrionismo en sus temperamentos, pero el Rey de reyes no solo debe serlo, también debe parecerlo…

Primero que todo, el Rey de Reyes debe estar constantemente en una tarima: ¿Qué hace esa corona guardada en un armario?

¿No debería estar de viaje constante por Europa, Asia, áfrica? ¿No debe ser el embajador por excelencia de la Fundación del Festival vallenato?

Cocha Molina ha sido superlativo en talento y constante en la innovación sin traicionar la tradición de nuestros ritmos. Gloria Stephan cantó con él, no de telonero: Grabaron ocho canciones y estuvieron de gira todo un año, y en los videos que se hicieron para ese trabajo, aparece el Cocha.  Tuve el enorme placer de asistir a un concierto del gran Joan Manuel Serrat y la sorpresa más grande de la noche fue cuando Serrat, anuncia que invita a la tarima a su gran amigo El Cocha Molina y cerró ese magistral concierto cantando con nuestro Cocha los versos del amor, amor…

Por eso ese concurso hay que tomarlo en serio…

Hoy es un hecho conocido que Jorge Celedón quiere unirse al Cocha para cantar juntos, y quiérase o no, Cocha debe pensar en dar ese paso, porque hoy por hoy el cantante vallenato más internacional es Celedón y Cocha tiene talento para mucho rato.

Cocha creó una fundación y está enseñando a tocar el acordeón, virtualmente, desde los teclados de sus computadores a centenares de niños de todo el planeta, los evalúa y retroalimenta personalmente, está en franca labor de preservar lo que la UNESCO ordenó que se preservase. Por eso el concurso, en especial cuando se trata de rey de Reyes, hay que tomarlo en serio: La más beneficiada con un rey como el Cocha es la fundación misma, porque un acordeonero como Cocha es en sí mismo, una vitrina mundial…

Por eso, por lo que ha hecho y todo lo que tiene aún para dar, es que considero que después de Colacho, el único Rey de Reyes ha sido Gonzalo Arturo Molina.

Y por eso es que la fundación debe tomarse muy en serio la elección del verdadero Rey de reyes: Es que ese no es un título que se le puede otorgar a cualquiera. Se necesita casta, trayectoria, carisma, valor, aceptación en el mercado y mucha creatividad. En pocas palabras: Que ese acordeonero sepa para qué y por qué lo llaman rey de reyes y hasta ahora, el que sigue lo sigue siendo es el Cocha Molina.

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