Vuelve la pesadilla a la margen derecha del Guatapurí

Noches completas sin dormir, temor y mucho miedo, es lo que están viviendo las familias asentadas en la margen derecha del río Guatapurí, a la altura del barrio Nueve de Marzo en Valledupar, ante la creciente del afluente que hora tras hora va aumentando, con los torrenciales aguaceros que se registran en el territorio en los últimos días.

En el lugar hay al menos 500 familias venezolanas y colombianas, quienes conscientes del peligro que corren, la necesidad de un techo, los obliga a enfrentar momentos en los que hasta temen por su vida. “Escuchar la fuerza del río, es como predecir lo que viene, sin embargo, estamos en la mano de Dios, además de las autoridades locales a las cuales imploramos ayuda y compasión”, afirmó Orlando Antequera Díaz, un migrante venezolano que vive en el lugar junto a sus tres hijas en una improvisada vivienda de madera y bolsas de plástico.

Durante el periodo de lluvia, la situación es repetitiva en el lugar, el agua ha arrastrado el gavión y se ha llevado grandes árboles y todo lo que consigue a su paso. La Oficina de Gestión del Riesgo han exhortado a la comunidad a retirarse del lugar, pero no tienen a donde refugiarse.

Rafael Morales, líder de la Fundación Soy tu Amigo, agregó que ya se hizo enlace con la Gerencia de Fronteras de la Presidencia de la República, con Enlace Migratorio de la Secretaría de Gobierno de Valledupar, pero a la fecha no se han cumplido los compromisos pautados.

Explicó Morales, que durante la primera temporada de lluvia, se crearon como unas islas y eso ha causado un desvío en el cauce del río. “Con las fuertes lluvias el agua impacta en el sector donde están las viviendas. Se ha solicitado a la Gobernación del Cesar, para intervenir el área con la maquinaria amarilla y hasta momento se ha hecho caso omiso y el riesgo está latente”.

“Necesitamos un enlace con Secretaría de Gobierno municipal para ver en que han quedado los compromisos y la gestión de recursos que se realizaron hace un año con Gerencia de Fronteras, un derecho de palabra en el Concejo Municipal o la Asamblea Departamental. Queremos que nos escuchen porque hay recursos para los migrantes en Colombia y se van a otros departamentos, ya que en el Cesar las administraciones municipal y departamental, no están gestionando nada”.

Agregó que desde el año pasado, se gestiona en la Gobernación del Cesar el documento sobre la ley 2136 del 4 de Agosto del 2021, con respecto a la Política Integral Migratoria, y no se ha firmado la instalación de las mesas migratorias.