El coronavirus espanta los matrimonios en Valledupar
Una palabra, una enfermedad, Covid-19; se ha convertido en el principal motivo para posponer una infinidad de eventos en esta país, donde la pandemia tomó por sorpresa a muchos. Miedo, incertidumbre, pero sobre todo una gran interrogante de cuándo pasará la pandemia, ronda por la cabeza de muchas personas, quienes a pesar de las adversidades han decidido refugiarse en la fe y seguir adelante.
Es el caso de Yuliana Arias Acevedo y Tomás Villavicencio, dos jóvenes cuyos planes de matrimonio nacieron junto a la pandemia. Mientras soñaban en preparar una fiesta en familia, brindis y viaje; un villano silencioso, el coronavirus, se acercaba cada vez a la capital del Cesar, Valledupar.
Así pues, fijaron su fecha de matrimonio para el 27 de marzo de 2020, justo en la semana cuando se decretó a nivel nacional el aislamiento preventivo obligatorio a causa de la pandemia. Todo estaba listo y en la Notaría Primera de Valledupar la fecha establecida. Los trajes, parranda e invitados había que reprogramarlos, sin saber que el calendario correría a la velocidad de la propagación de un virus, que hasta la fecha no da tregua en el Cesar.
“En principio solo pensamos en aplazar con la esperanza que en un mes todo pasaría. De la Notaría fuimos notificados sobre la suspensión de la atención al público y que debíamos esperar una reprogramación; asimismo nos avisaron del salón de fiestas y otras reservaciones realizadas; pero jamás pensamos que el aislamiento tardaría tanto en acabarse. Fueron meses de mucha tristeza, pero a la vez tiempos para reflexionar en pareja”, manifestó la joven administradora de 28 años, oriunda del municipio de Valledupar.
Pero, para Yuliana y Tomás, estos tiempos difíciles ayudaron a sellar sus sentimientos y comprobar que juntos podrán ganar cualquier batalla, porque Dios dispone las pruebas a los mejores soldados de vida.
Es así como la joven pareja decidió vencer el miedo, cumplió con las medidas de protección y acordó simplemente fijar su firma en un documento ante la Notaría Primera de Valledupar que los declara como marido y mujer.
A las 10:00 de la mañana del pasado 28 de julio, llegaron a la sede de la Notaría, sin invitados, sin acompañantes y mucho menos flores, fotógrafos o testigos. Solo frente a un funcionario y totalmente protegidos, estamparon la firma que sellaría su amor en estos tiempos de pandemia.
Después de permanecer meses entre ideas y planificaciones, cinco minutos fueron suficientes para cumplir con el acto legal. El pomposo vestido blanco, el velo de novia que marcaría su paso ante la mirada de todos, se simplificaron a un tapabocas, guantes y una dosis de antibacterial, que finalmente harán historia en la vida de esta pareja que juró amor para siempre.
“Las cosas materiales pueden esperar. Tenemos varios años de vivir juntos, queríamos una gran celebración pero no se pudo, por lo que nos apegamos a las restricciones. Si en un futuro queremos celebrar habrá que esperar que el Covid-19 de permiso”, afirmaron.
Según la Unión de Notariado Colombiano, hubo una baja significativa de casamientos en el país. El un 85% se disminuyeron los matrimonios civiles durante la cuarentena, tomando en cuenta que para el mes de abril de 2019 se registraron 3.891, mientras que en el mismo mes de este año tan solo se realizaron 721.
Entre las razones están “la propia limitación de la pandemia, las dificultades de movilidad, la dificultad de concurrir con familiares, amigos y allegados, el no poder realizar, sobre todo la dama, esa idea de viajar de luna de miel, de tener la recepción y, obvio, el estrés que produce la pandemia”.
Según registros de la Notaria Primera circuito Valledupar, en la ciudad la realización de matrimonios civiles ha disminuido en un 60% aproximadamente, producto de las limitaciones que desde el orden nacional se han establecido para evitar la propagación del Covid-19.
Entre enero y julio de 2020, se celebraron 98 casamientos, mientras que para el mismo periodo de año pasado se registran 183 y un total de 355 en la misma anualidad.
Esto indica que muchas parejas han decidido aplazar para poder cumplir con sus planes, mientras otras se apegan a las normas, y aunque con algunas renuencias, deciden solo estampar la firma en un documento legal.
Durante el mes de enero se celebraron 20 matrimonios civiles, en febrero 11, marzo 26 y justo cuando inicia la cuarentena, los números bajaron considerablemente, registrando solo 9 en los meses de abril y mayo; en junio 13 y hasta el 16 de julio solo 10 casamientos.
Para contraer matrimonio durante la cuarentena decretada por el Gobierno Nacional, es necesario cumplir con los requisitos legales que implica la ceremonia y aplicar los protocolos de bioseguridad.
Los requerimientos judiciales son: la solicitud escrita ante el notario en la que se exprese que no hay impedimento legal para contraer matrimonio, copias auténticas de los registros civiles de nacimiento de los contrayentes, documentos de identificación y en caso de tener hijos, copias de los registros civiles de nacimiento.
Pese a que las notarías han habilitado varias diligencias notariales virtualmente, en el caso de los matrimonios es necesario que los contrayentes lleven estos documentos de forma física ante el notario.
En cuanto a los protocolos de bioseguridad se está aplicando la toma de temperatura, desinfección de zapatos, uso de tapabocas, distancia de dos metros entre las personas y los otros requerimientos de la normativa actual.
Solo se permite la entrada a los novios, nada de acompañantes, fotógrafos o protocolos que generen aglomeraciones en las instalaciones.
En cuanto a las bodas religiosas, que también han estado suspendidas, desde el domingo en Valledupar se dio inicio al plan piloto de reapertura de las iglesias, donde además de las eucaristías, se permitirá la celebración de otros sacramentos como el matrimonio, siempre y cuando se cumplan con las normas sanitarias contra el Covid-19. Se espera ahora que pase el pico de la pandemia y aparezca otro pico, el de bodas.