martes, marzo 19, 2024
Opinión

Conociendo al nuevo mundo en esta pandemia

Augusto Aponte Sierra.
MD.

Cada día que pasa, esta pandemia va dejando al descubierto «cosas».. que las banalidades de un mundo artificial, antes del confinamiento obligatorio, no nos dejaban ver. Quedaron desnudos muchos lunares en los devaluados valores humanos, en el conocimiento del mundo como hábitat natural, en la actualizacion de los modelos educativos, en la comprensión de los mensajes ..y en la libertad del pensamiento. Quedó demostrado que el adoctrinamiento nos amarra el progreso ideológico.

Todos esos hechos nos llevan a evidenciar una inmensa realidad..y es aquella que nos muestra como quedaron al descubierto, en un verdadero «striptease»..»Los nuevos analfabetismos».

Hace pocos años el escritor y futurista norteamericano Alvin Toffler consideraba que “los analfabetos del siglo XXI no serían aquellos que no supieran leer y escribir, sino aquellos que no supieran aprender, desaprender y reaprender”.

Con la aparicion de la infección mundial del COVID 19..la profecía de Alvin Toffler se está haciendo realidad.

Haciendo de espectador, los comentarios que les comparto llevan un alto contenido autocrítico y tienen la descripción muy corta de lo que a mi parecer, son analfabetismos propios del desinterés por el aprendizaje y otros por la escasa exigencia de «los otros» conocimientos, de nuestras antiguas y rutinarias sociedades. También los analfabetismos que observé, no son el producto exclusivo de errores estatales al diseñar los modelos de capacitación educativa, ni un deficit en las diferentes «inteligencias» de nuestros ciudadanos… para mi, son el producto de varios factores, entre ellos el conservador viejos imaginarios, arraigados en la confusión de las costumbres ancestrales y en el tradicionalismo regional que hacen de nuestro país, una nación diversa.

Estas observaciónes , en medio de esta pandemia me permiten decir, que uno de los «nuevos» analfabetismos más comunes, es el analfabetismo digital. Éste, es el desconocimiento de las nuevas tecnologías que le impide a muchas personas, acceder a las posibilidades de interactuar con éstas, es decir, por una parte navegar en la web, acceder a contenidos multimedia, socializar mediante las redes, crear documentación, discriminar información relevante de la superflua etcétera. Esta habilidad es y será las mas funcional en el mundo de hoy y en el que viene.

También vi, en la desnudez que este COVID le dio a nuestra sociedad, como los «viejos» analfabetismos, se hacen más evidentes por el desconocimiento de competencias básicas, como el saber leer y escribir, como el déficit de la compresión de lectura y por supuesto el desconocimiento de algo tan básico como es conocer la higiene corporal y el valor del autocuidado personal, que es la base fundamental para prevenir enfermedades y conservar la salud. En estos déficits si hay responsabilidad de los modelos educativos de los colegios y universidades…pero en la familia cae la mayor culpa, por ser el primer peldaño en nuestra formación basica como persona integral. Estos déficits son los más relevantes para lograr una adaptación mas acorde a las necesidades de los nuevos escenarios que hoy el mundo observa…sin saber que hacer.

Por todo esto, se hace impostergable, conocer el arte del «desaprender», que es una herramienta indispensable para desmontar muchos imaginarios, que ya no serian funcionales en esta nueva sociedad que ya vivimos. Sería muy constructivo para iniciar a edificar los caminos que nos llevan a ese futuro que ya llegó, comenzar evaluar la verdadera importancia de algunas banalidades del ser humano, como es la de erradicar el excesivo valor social de algunas de ellas, porque quedó demostrado entre chiste y realidad… que podemos vivir en pijamas y sin perfumes, que el caviar es más peligroso que un patacón con queso. Que el «abrazo de judas», perdió su valor como estrategia de traición, por aquello del contagio de COVID…y el abolengo de un apellido suena y se ve igual, ante la sociedad de las «cuatro tablas» y del horno crematorio.

Tambien es un hecho la evidencia de que hoy para tener éxito, es más valioso comprender un mensaje de texto con el lenguaje de los «emojis»..que poseer una biblioteca de tres niveles, porque el conocimiento está al alcance de Google.

Pero bueno, todo en la vida tiene dos orillas..y la otra orilla de esta tragedia epidemiológica, para mi…es sanadora.
Porque es un futuro muy halagüeño para los humanistas y para los que cultivan la ecuanimidad. El éxito en esa nueva orilla, que dejó al descubierto el tsunami del COVID, está amarrado al conocimiento de las nuevas ciencias, de los valores humanos inmateriales y de las nuevas tecnologías. En el peladero de este nuevo escenario, las banalidades de un mundo mediático están en vías de extinción..en buena hora.

Es refrescante para muchos, el saber que llegó el momento de reeducarse, de reinventarse, de dejar de mirar al «cambio» como un acto de inconformismo.

Cambiar es una urgencia y desmontar imaginarios desincronizados con el mundo actual, es otro desafío para la inteligencia de la raza humana. Esto es la simple y eterna teoría de Darwin..»La supervivencia de la humanidad depende de su capacidad para adaptarse a los cambios del medio ambiente»…y eso implica desaprender y re-aprender. La autocrítica, la ecuanimidad y la empatía, son herramientas y capacidades que solo los seres humanos poseemos, ellas son el camino más transitable para lograr adaptarnos a este cambio social que ya llegó.

El mensaje final que les comparto, es un consejo desinteresado y con una profunda autocrítica de mi parte y que busca hacernos mirar, que llevar encima los «nuevos analfabetimos».. es el «papayaso» que esperaban los adoctrinadores de pensamientos, para usar las nuevas tecnologías como trampa y así apoderarse de nuestras ideas, colocando nuestros pensamientos «en red» ..utilizando la vieja estrategias de «lavar» los cerebro y «recetearlos» atraves del internet, buscando adoctrinar..más que enseñar. Esto ya es evidente en los mas jóvenes, porque su ideas ya son manejadas por los ideólogos de la ciber-politica.

Por todo esto, hay que derrotar a los nuevos analfabetimos, que el mundo post- COVID nos está mostrando.

Amigos.. recordemos que obtener un diploma NO es la meta final del aprendizaje..es tan solo el comienzo para superar a los analfetismos del pasado y conquistar esas nuevas ideas, que nos harán un ser integralmente funcional y libre, en este nuevo mundo que ya vivimos.

Feliz semana.

 

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