jueves, abril 25, 2024
Festival Vallenato

La Sierra Nevada quiere tener un rey vallenato

Con la indumentaria propia de los arhuacos, de la Sierra Nevada de Santa Marta, José Ricardo Villafañe, se presentó ante el jurado en la categoría de acordeoneros aficionados, para demostrar que los indígenas también llevan este folclor en la sangre.

“Llevo 15 años tocando acordeón, la mitad de mi vida; y el orgullo más grande que tengo es representar a los pueblos de la Sierra en una plataforma tan importante como el Festival de la Leyenda Vallenata; saber que soy el único indígena participando, nativo verdadero de estas tierras, que necesita hacer ya historia en este certamen”, dijo.

Villafañe es uno de los 75 acordeoneros en la contienda de acordeoneros aficionados que se midieron en los cuatro aires: merengue, paseo, puya y son, ante el jurado en el coliseo de ferias ‘Pedro Castro Monsalvo’, de donde al final de la jornada saldrían los 25 finalistas. Su participación estuvo en riesgo, luego que uno de los jurados indicara que había interpretado en la segunda ronda, la misma puya que utilizó en la primera, lo cual según las bases del concurso le impedía repetir canción. Sin embargo, explicó que la melodía de la canción ‘El Nativo’ de su propia autoría tenía la melodía parecida a la anterior, pero la letra era diferente, explicación que le permitió seguir en las competencia para tocar el son ‘Alicia adorada’ de Juancho Polo Valencia.

“Son 13 años que llevo presentándome en el Festival Vallenato, pienso que tengo todas las cualidades, facultades y la experiencia necesaria como para coronarme rey y hacer parte de un capítulo especial dentro de esta historia”, dijo José Ricardo, quien es contador público de profesión.

Dice que “todo el mundo piensa que el acordeón está lejos de mi cultura; y nadie sabe, ni se reconoce que dentro de la música vallenata existe una historia perdida, paralela, y es la música que tenemos los pueblos indígenas y que nosotros los arhuacos en especial la traducimos y las transformamos en acordeón, el acordeón también vive en la Sierra y esa es una vivencia y un mérito que se le debe dar dentro del vallenato”.

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