jueves, marzo 28, 2024
Regional

“Después de ser víctimas del conflicto, le estamos cambiando la cara al campo colombiano”

Cada vez que una persona recibe su parcela por orden de un juez y con el apoyo de la Unidad de Restitución de Tierras (URT), los recuerdos de la guerra pierden su fuerza.

Pablo Duarte vive en Codazzi, Cesar. En 1999, él y su familia abandonaron su predio por presión de los paramilitares. Fueron amenazados y obligados a dejarlo. Tras 17 años de lucha, inconvenientes y tristeza, Pablo decidió reclamarlo. Ahora, desarrolla un proyecto de ganadería doble propósito que le permite obtener ingresos significativos por la cría de ganado. Hasta el momento, 111.593 solicitudes de restitución han sido realizadas por campesinos, quienes depositan en la Unidad de Restitución de Tierras su confianza para retornar al campo. “Es muy grato compartir esta experiencia y decir que estoy feliz en mi tierra. Nuestras vidas cambiaron a raíz del retorno. De esta manera es que alcanzamos la verdadera paz”, aseguró.

Los campesinos restituidos se están convirtiendo en empresarios del campo. Gracias a esta política de Estado, se han invertido $167.000 millones en proyectos productivos y vivienda, beneficiando a 30.000 personas. Además, el 89% de los restituidos ya tiene proyectos productivos.

Para Ricardo Sabogal, director general de la URT, el trabajo de los labriegos le ha dado la vuelta a la economía del país y, ahora, son ejemplo mundial. “El crecimiento de la economía en los últimos meses se ha dado gracias a los campesinos, los que han regresado a sus tierras y las están trabajando. En este grupo también hay mujeres valientes que regresaron a sus predios y son la cabeza de sus proyectos. Se la están jugando por hacer un mejor país. La paz son los campesinos produciendo en sus tierras bajo condiciones dignas”.

Una de ellas es Cristina Murillo*, beneficiaria de restitución en Tibú, Norte de Santander. Cristina recuperó la tierra que los paramilitares le arrebataron. “Se realizaron todos los puntos que había ordenado la juez y estoy muy agradecida con la Unidad de Restitución de Tierras y los profesionales de todas las entidades que me acompañaron durante el proceso”.

Como Cristina son más de 9000 las mujeres beneficiadas con la restitución de tierras. Más de 290.000 hectáreas han sido entregadas a 36.600 personas, entre campesinos e integrantes de comunidades étnicas y afro. Para el Gobierno nacional, el regreso al campo ha sido fundamental en la construcción de paz. A los jueces de restitución, a través de las demandas, les han sido presentados 14.951 casos, con los que han sido reclamadas cerca de 800.000 hectáreas de tierra.

Según el presidente Santos: “La restitución de tierras en Colombia dejó de ser un sueño; ahora, es una realidad. Colombia es un ejemplo por embarcarse en un proyecto que comenzó en medio de una guerra. Hoy, después del acuerdo de paz con las Farc, le está demostrado al mundo que es un país de esperanza, progreso, reconciliación y valentía”.

Los jueces y magistrados de restitución han fallado 3803 sentencias, mostrando que el Estado está comprometido con las víctimas del conflicto. Gracias a esta política, el tiempo que toma un proceso de restitución fue reducido de 15 años a un periodo de entre 8 y 12 meses. Tras la firma del acuerdo de paz, la URT está realizando trabajos en varios lugares del sur del país en los que, por la ausencia de condiciones de seguridad, no había sido posible intervenir.

Las comunidades étnicas también han sido testigos del cambio histórico que vive el país. Han sido presentadas 43 demandas de restitución étnica para reclamar 668.174 hectáreas que recogen beneficios para 15.272 familias. Además, los jueces han emitido 10 sentencias que impactan positivamente a 21.545 personas con la entrega de 197.792 hectáreas.

“Muchas personas están trabajando en su tierras. Cultivan, crían ganado, exportan sus productos, constituyen asociaciones, comercializan y se reconcilian. Le han apostado al cambio y han conseguido ser vitales en el futuro del país. Esta es la verdadera Colombia; la de los campesinos tranquilos; la de los jueces que imparten la ley en todos los rincones del país; la del Estado que hace presencia en lugares donde, antes, era impensable. Continuaremos trabajando por el futuro del campo. Ese es el legado del presidente Santos”, afirmó el director Sabogal.

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