La Realización Personal como estrategia para el Éxito Organizacional
“Los estudiantes de administración han indagado por años para entender por qué exactamente las mismas actividades conducen a una verdadera renovación en una compañía mientras que en otra no llevan sino a “lo mismo de siempre”. Casi siempre, la respuesta está en quienes son los líderes, quiénes son los que tienen la habilidad de inspirar confianza y dar respaldo a los colaboradores de cuya competencia y resolución dependen los resultados.”
Adaptado del Documento Parábolas para Líderes,
Chan Kim y Renée A Mauborgne.
En mi conferencia Crecimiento personal como estrategia para el éxito organizacional (desarrollada por primera vez en el 2014 un miércoles de capacitación en la sala de eventos de la Funeraria Recodar por invitación de la empresa Visionarios) inicio explicando qué es una organización, concebida como un conjunto sistemático de personas encaminadas a realizar un propósito específico, constituidas como empresas (Organización Privada); entidades del gobierno (Organización Pública); asociaciones, fundaciones u otras. (Organización No Gubernamental) o familia, iglesia, grupos políticos, sindicatos, gremios (Organización Social). Y seguidamente enfatizo que una organización exitosa es aquella que obtiene resultados.
Continuaba exponiendo que tales resultados obedecen un propósito específico de la organización, los que sólo se pueden lograr con personas y los medios adecuados (activos y tecnologías). Con este introito buscaba resaltar que los medios por sí solos no producen, por lo que las personas son el recurso más valioso de toda organización.

Sin embargo, tomando del libro Ejecutivo al minuto, de Ken Blanchard y Spencer Johnson, quienes evidencian que, “generalmente escuchamos de los gerentes la siguiente frase de cliché <<El Recurso Humano es el recurso más importante de una organización>>, pues en casi todas las organizaciones se produce una disonancia entre lo que la gente hace y lo que los directivos piensan que deberían hacer”. Y ante tal discrepancia los autores promueven que “El mejor modo de conseguir una productividad de los empleados, es decir, lograr de ellos un fruto excepcional, tanto en cantidad como en calidad, es contar con su colaboración.” Y seguidamente precisan: “Las personas que se sienten satisfechas de sí mismas obtienen buenos resultados.”
En la década de los 90´Sumantra Gloshal planteaba que en la actualidad el capital, entendido como los medios de producción, ha dejado de ser un recurso escaso para la mayoría de las empresas de cualquier lugar del mundo, afirmando que el verdadero recurso escaso es el conocimiento. Y por ello sostenía que, junto con la iniciativa, la creatividad y las relaciones, la asociación con el cliente es un factor clave de éxito que los gerentes no lo pueden manejar a su antojo, sino que sólo pueden ser aprovechado por la gente que posee estas cualidades.
La pregunta que surge es: ¿cómo potenciar la iniciativa, la creatividad y la capacidad de interrelación de los empleados para lograr una asociación más efectiva con los clientes? En primer lugar, se requiere una coherencia gerencial, pues es necesario cambiar, fundamentalmente por parte de los directivos, la manera de pensar sobre las personas. Todo gerente debe creer que las personas son los activos organizacionales más valiosos que existen y que son capaces de grandes logros y, en consecuencia, ayudarles a creer en ellos mismos, para que no sea una simple frase de cajón. Este principio se denomina Efecto Pigmalión en la gerencia. Y Stephen Covey lo expone de la siguiente manera: “Debemos saber distinguir el roble de la bellota, y es necesario entender el proceso de ayudar a la bellota para que llegue a convertirse en un roble”.
En segundo término, no es suficiente sólo tratar bien a la gente y utilizarlas bien, tal como se nos enseñaba en el sistema antiguo; pues como asevera Charles Handy, “Hay que ayudarles a nuestros colaboradores a encontrar un significado y una realización personal en lo que hacen. Las personas no quieren ser utilizadas por la organización como víctimas o peones; quieren poder administrar sus propios recursos, quieren sentirse que están haciendo una contribución personal a algo que tiene algún sentido”. (negrita propia)
Es por ello que la realización personal es la mejor estrategia para el éxito organizacional. Sin embargo, por doquier vemos individuos inconformes, llenos de conflictos y con alta inefectividad en su trabajo, toda vez que adolecen de un propósito que le dé significado a su vida. Pero al despertar, se activa en su ser la fe, la confianza, el poder, la ambición y mucho más. EL éxito de toda persona depende exclusivamente de ESE ALGO que yace en su alma, que al DESPERTARLO convierte a todo fracasado en un triunfador.
Si las personas que hacen parte de una organización mejorasen su nivel individual y expresaran esa mejora en sus actividades diarias, entonces, las organizaciones de las que forman parte empezarán a ver avances rápidamente y significativos gracias a la sinergia y al compromiso de la gente alineados con la estrategia organizacional. Ahora bien, ¿cómo instar a alguien a emprender su camino hacia la realización personal?
Es muy importante entender que “el despertar” se considera un renacimiento del ser, principalmente en la dimensión espiritual, que es el camino más importante que toma una persona en su vida. Pero es menester clarificar que la espiritualidad no es religiosidad, mientras ésta se limita a un dogma aquella es un proceso que conduce a la realización personal. También es necesario esbozar que existen dos opciones para este despertar.
La búsqueda espiritual generalmente inicia por la aparición de una crisis de identidad, caracterizado por miedo y sufrimiento, lo cual no permite avanzar a la persona, generando estancamientos en varias dimensiones del ser, e inclusive una involución, que inicia con adaptación forzada por el funcionamiento inconsciente del sistema endocrino (nivel de involución 1), pasando por hostilidad, envidia, tristeza (nivel de involución 2), ira, celos recurrentes (nivel de involución 3), furia, agresión incontroladas (nivel de involución 4) y llegar al miedo permanente, terror, horror, pérdida de la conciencia, apatía (no importa destruir o autodestruirse), suicidio inconsciente hasta el mínimo nivel de supervivencia con la muerte (nivel de involución 4). Esta la primera opción.
Pero todos estos bloqueos tienen como origen traumas propios o de su línea ancestral, experimentados no sólo desde la infancia sino también en el vientre de la madre y/o heredados de varias generaciones atrás. Sin embargo, esta realidad es ajena para la mayoría de la gente, y quienes intentan avanzar con temas de superación personal le resulta inapropiado si la persona no despierta ESE ALGO. Tantos los libros como los videos y las conferencias de motivadores de superación personal invitan al lector o participante de charlas a pensar de una manera positiva, lo cual le emociona; emoción que lleva a la gente a realizar unas acciones conforme le sugieren, pero no más por un tiempo; pasado unos días la persona se desamina, por que siente que supero lo que deseaba o porque no puede lograr sus propósitos. Lo primero la ubica en una zona de confort y lo segundo la frustra.
Sin embargo, toda la naturaleza es una permanente evolución, aun cuando la gente haya logrado un avance, siempre anhela algo mejor; e impulsado por el deseo de triunfar en la vida insiste por años en las prácticas de superación personal, y los resultados son los mismos; siente que avanza ínfimamente hasta lograr un estatus mejor y luego desiste, porque siente que nada contra la corriente y se cansa. Y pueden pasar años y décadas en esa lucha, cuando el individuo es persistente. Por ello, la segunda opción para superar traumas o bloqueos es la más efectiva y sosegada, que consiste en la realización de procesos dirigidos con un terapeuta o coach experimentado, de manera individual o colectiva (Programa Avance o Escuelas de Hombres/Mujeres), que pueden llevar semanas o años.
En todo caso, debemos tener claro que la mayoría de la gente se siente satisfecha de sí misma cuando otros le reconocen sus logros; no así los triunfadores, quienes se sienten satisfecho de sí mismo en todo momento, porque son consciente de su potencial y de su valía como persona. He aquí la importancia de empezar con conferencias de crecimiento personal para estimular la realización personal de la gente.
El Crecimiento Personal es una expresión que cada día tiene más fuerza. El concepto apareció alrededor de los años 50 y desde entonces se ha venido desarrollando. Es una disciplina de gran auge que tiene el propósito de desarrollar en las personas la conciencia de su propia estima, a que se afirmen como personas seguras en sí y puedan, de este modo, definir su proyecto de vida, y lo más importante que puedan realizarlo confiada y gozosamente en su vida cotidiana. Los postulados sustantivos de este movimiento son: 1) Dar más importancia al potencial de la persona que a sus limitaciones; 2) Subrayar la responsabilidad personal por sobre un determinismo fatalista; 3) Explorar todos los fenómenos que ocurren en el ser humano, y 4) Considerar la naturaleza del hombre como positiva y tendiente a valores. Este conocimiento lo adquirí con Dora Herrera Anaya, con su ponencia El proyecto de vida: herramienta básica para desarrollar el espíritu empresarial, presentada en el 3er seminario nacional de educación, realizado en Armenia (Colombia) en 2003.
Tengamos presente lo que expresan, en libro El método Silva, para aprovechar la capacidad de la mente, José Silva y Robert B Stone: “La gente con frecuencia siente que no merece los frutos del éxito. Inconscientemente pone barreras al reconocimiento, al dinero y otros premios que trae el éxito. Una pobre imagen de sí mismo es como una prisión fabricada por nosotros, es el cemento y la argamasa de la poca estima de los padres, las bajas notas en la escuela, los balances de bancos decepcionantes, y otros factores limitantes del mundo físico. La mayoría de la gente vive toda su vida en esa prisión restrictiva”. Por ello, urge definir un programa gerencial para instar a los colaboradores por su realizar personal, tal como lo realizó Comfamiliar de La Guajira en el 2001, con la Estrategia de Personas como componente del proyecto de Transformación Organizacional, o como lo implementó Carlos Mario Estrada Molina en el SENA, con la estrategia Renovación Cultural.
Para que una estrategia gerencial de transformación cultural surta los resultados esperados, los directivos deben aprender a salirse de la caja, es decir, deben tener el cuidado de no autoengañarse, lo cual implica aprender a ver a cada persona como sujeto y no como un mero objeto de trabajo. Y deben ser los líderes quienes inicien con estos procesos de crecimiento personal; en primer lugar, para comprender que todos los seres humanos somos iguales, con diferentes posiciones en la organización, pero creados a imagen y semejanza de Dios, y que todos pueden ser desarrollados y mejorados; en segundo orden para comprender la esencia del liderazgo y potenciarlo; y en tercer termino, para inspirar a sus colaboradores con el ejemplo.
Con la realización personal de la gente no sólo se lograrán organizaciones exitosas, sino que se contribuye significativamente con la construcción de un mundo mejor.
Por: CARLOS RAFAEL MELO FREYLE

