Comunidad indígena rechaza ataque de un hombre contra su esposa y suegra
Consternados se encuentran los miembros de la comunidad arhuaca de Jewrwa, ubicada en la zona rural de Pueblo Bello, Cesar, al registrarse un grave episodio de violencia intrafamiliar, donde un indígena arhuaco, en estado de embriaguez, agredió salvajemente a su esposa y luego hirió a su suegra con una escopeta.
El agresor, quien huyó del lugar, fue identificado como Gabriel Pacheco Izquierdo, quien según algunos testigos de la comunidad, llegó borracho y atacó a su compañera sentimental. Al percatarse de la agresión y en un intento por defender a su hija, la suegra intervino, momento en el cual el hombre le disparó con una escopeta, causándole heridas graves, por lo que fue auxiliada y trasladada a un centro asistencial, donde permanece en estado crítico.
La brutal escena se desarrolló en presencia de menores de edad, resultando también afectada su hija de 2 años, lo que agrava más el caso que están en manos de la justicia propia del pueblo arhuaco al que pertenecen las afectadas.
RECHAZO DE LAS AUTORIDADES
A través de un comunicado a la opinión pública, la Casa de Gobierno de Atikwakumuke, manifiesta su más enérgico rechazo y profunda indignación ante el intento de homicidio.
Este ataque brutal no solo constituye una violación gravísima a los derechos humanos individuales de las víctimas, sino que también es un atentado contra la integridad y la pervivencia del Pueblo Arhuaco, cuyas autoridades ancestrales y estructuras de gobierno propio han sido históricamente defendidas con firmeza.
“Repudiamos este hecho como una expresión extrema de las violencias de género que persisten en Colombia. La agresión contra tres generaciones de mujeres niña, madre y abuela evidencia la dimensión patriarcal y deshumanizante de este intento de homicidio. Es imperativo que la investigación se adelante con un enfoque de género y diferencial, reconociendo el carácter particular de la violencia que se ejerce sobre las mujeres y las niñas”, se lee en el comunicado.
EXIGEN INVESTIGACIÓN
Ante esta deplorable situación, los miembros de esta comunidad indígena exigen que se active de inmediato todo el sistema de protección integral de la niñez, con un enfoque étnico que respete la cosmovisión y los sistemas propios del Pueblo Arhuaco. “Es fundamental que la investigación, liderada por la Casa de Gobierno de Atikwakumuke y las entidades nacionales competentes, se realice en coordinación y diálogo permanente con las autoridades tradicionales Arhuacas, representadas por la Confederación Indígena Tayrona (CIT). Cualquier actuación debe enmarcarse en el respeto a la Ley de Origen y a su derecho a la autodeterminación”.
Asimismo, exigen a las autoridades que se investiguen los hechos con la máxima celeridad y rigor, bajo los parámetros de la debida diligencia y con un enfoque étnico, de género y generacional. Que se garantice la seguridad y protección integral de las víctimas y su comunidad, implementando todas las medidas necesarias para evitar cualquier forma de revictimización o represalia.
Por otra parte, solicitan que se active la Mesa de Casos Urgentes o los mecanismos interinstitucionales pertinentes para hacer seguimiento al caso, tal como se ha procedido ante los hechos de similar magnitud y naturaleza; y que se asignen todos los recursos técnicos, financieros y judiciales necesarios para el esclarecimiento de la verdad y la sanción del responsable.