Supersociedades arremetió contra Don Jediondo por quiebra de sus restaurantes
El proceso de liquidación judicial iniciado contra Don Jediondo Sopitas y Parrilla marca el desenlace de una etapa de reorganización empresarial que no logró revertir la situación financiera de la cadena de restaurantes dirigida por Pedro González.
La Superintendencia de Sociedades (Supersociedades) comunicó el 26 de agosto de 2025 que la decisión responde a incumplimientos reiterados en los compromisos asumidos por la compañía durante el proceso de salvamento.
La autoridad supervisora detalló que la empresa dejó de cumplir con pagos esenciales, entre ellos los correspondientes a impuestos, seguridad social y gastos administrativos. Estos compromisos formaban parte de las condiciones establecidas para la reorganización, cuyo objetivo era evitar la liquidación y permitir la continuidad operativa de la cadena.
La Supersociedades destacó que la persistencia en el incumplimiento de estas obligaciones condujo de manera directa a la apertura del proceso de liquidación judicial.
Billy Escobar, superintendente de Sociedades, utilizó el caso de Don Jediondo Sopitas y Parrilla para ilustrar las consecuencias de una gestión administrativa inadecuada y la ausencia de buenas prácticas de gobierno corporativo.
“El mismo dueño de don Jediondo, que nosotros lo queremos mucho, lo primero que ha reconocido es que en la Superintendencia de Sociedades lo acompañamos, lo orientamos, lo quisimos apoyar”, inició diciendo el funcionario.
El superintendente agregó que “él mismo reconoce que tuvieron varios pecados de mala administración, de mal gobierno, no de mala fe, pero que si seguramente hubieran aplicado los correctivos y hubieran tenido un buen gobierno corporativo, no les hubiera pasado lo que les pasó“.
Detalles de la liquidación de Don Jediondo
El llamado desesperado de Pedro González, conocido popularmente como Don Jediondo, ha dejado entrever la gravedad de la crisis que enfrenta la cadena de restaurantes Don Jediondo Sopitas y Parrilla.
Tras anunciar la inminente liquidación judicial del negocio, el reconocido humorista acudió a sus redes sociales con un mensaje cargado de emoción y una petición explícita de apoyo a la ciudadanía.
La cadena, compuesta por 33 establecimientos distribuidos en Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga y Barranquilla, se encuentra bajo proceso de liquidación judicial debido a deudas que, de acuerdo con la Superintendencia de Sociedades, superan los $25.000 millones en compromisos fiscales, pagos de seguridad social y obligaciones administrativas.
Actualmente, los ingresos de los restaurantes son gestionados directamente por el Estado, con el objetivo prioritario de cubrir los salarios de 183 trabajadores y trabajadoras.
En una de sus intervenciones más recientes, Pedro González apareció visiblemente emocionado, utilizando un pañuelo para secarse las lágrimas y dirigiéndose a sus seguidores con esta reflexión: “Mientras la llama esté viva y el fogón esté encendido hay esperanza. Esperanza de que doña María, don Jairo, doña Rosita, nuestros trabajadores y trabajadoras sigan recibiendo el sueldo”.
El artista insistió en que la prioridad es garantizar el sustento de las familias que dependen del negocio: “183 trabajadores y trabajadoras, 183 familias que siguen esperanzados en que la llama siga viva, en que el fogón de Don Jediondo Sopitas y Parrilla siga viva porque primero, nuestra gente”.
La campaña de apoyo, lanzada desde sus redes sociales bajo el hashtag #HagámosleElGastoADonJediondo, busca movilizar a los colombianos a asistir a los restaurantes y consumir sus platos tradicionales. Pedro González hizo un llamado especial a quienes han acompañado su carrera, expresando: “Los espero sus mercedes. El fogón sigue encendido”.
En medio de la adversidad, el humorista agradeció la solidaridad del público tras la noticia del cierre de locales: “Muchas gracias por sus mensajes de solidaridad. Dios les pague”.
Finalmente, instó a no dejarse abatir por las dificultades: “A secar las lágrimas y a seguir pa’ lante, porque si nos quedamos llorando, las lágrimas podrían apagar el fogón”, reiterando su compromiso con los empleados y el espíritu de lucha frente a la situación financiera que atraviesa la empresa. Con Infobae