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Gustavo Bolívar refuta a sus críticos y a quienes lo condenan por su deslealtad con Petro

Gustavo Bolívar, quien se declara decidido a seguir en la carrera presidencial, estalló en las últimas horas tras la tormenta desatada por afirmar que «algunos influencers reciben dinero por opinar, no opinar, o hablar bien de algunas personas» y por plantear que se pague a estos por promocionar campañas electorales, pero anteponiendo «el hashtag #PPP, que quiere decir publicidad política pagada».

En su cuenta en X, Bolívar afirma que lo han enjuiciado y condenado por su supuesta deslealtad con el presidente Gustavo Petro, por lo cual indica: «A mi advirtieron que la política era sucia. Pero no imaginé que era tan sucia».

«Aun así seguimos más fuertes, más decididos, diciendo verdades que desatan infiernos porque vinimos a cambiar la política, no a enturbiarla más», agrega.

Dice igualmente que «si este país ha evolucionado, la decencia y la preparación nos debe alcanzar para triunfar sobre los adictos al poder, que por inercia, son corruptos y malos seres humanos».

El hecho es que los llamados influencers emitieron una declaración en la cual rechazan «las declaraciones del precandidato Gustavo Bolívar y de los medios corporativos que nos acusan, sin pruebas, de actuar por pago o bajo coordinación. Las “bodegas” no existen. Lo que existe es un trabajo autónomo, disciplinado y comprometido con el cambio”, afirmaron en un comunicado conjunto.

Gustavo Bolívar adjunta la columna que escribió «a raíz de la tormenta desatada por mi propuesta de poner #PPP a tuits que escriban a cambio de dinero», titulada: «Historia de una lealtad», la cual, subraya, «tiene datos memorables de mi vida al lado de @petrogustavo que quizá pocos conocen».

Este es el texto integral del escrito:

Tremenda polémica se ha desatado por decir una verdad que todos conocen. Las verdades incómodas suelen desatar tormentas. Dije que algunos influencers, nunca dije que todos, porque además los admiro y los he y las he defendido de los feroces ataques a que han sido sometidos por periodistas de algunos medios, reciben dinero, están en todo su derecho de hacerlo, por opinar, no opinar, o hablar bien de algunas personas. Y les pedí dos cosas. Una, que por favor, para no confundir a la gente que ellos representan, que es muchísima, escribiéramos #PPP cuando el comentario que hagan sea pago. Y segundo, que no cayeran en la denigración de su profesión de recibir plata por hablar mal de terceros. No fue más y de paso ofrezco disculpas a quienes se ofendieron por mi propuesta, que sigo considerando, es sana para la democracia y para las buenas costumbres políticas que estamos tratando de cambiar.

Lo dije, porque veo que hay campañas en favor y en contra de distintos candidatos, entre ellos yo, que tiene todos los indicios de obedecer a una estrategia para bajarme en las encuestas. Algo muy infantil porque tuiter no manda en las encuestas. De hecho, durante mi candidatura a la alcaldía de Bogotá, yo ganaba todas las encuestas de tuiter. Lo pueden revisar. Aunque no niego que en esa red hay simpatizantes y hasta votos, el grueso de los votantes están en las calles, en el barrio, en la oficina, en el bus, en el mercado, en la gente que se sube a un taxi a hacer catarsis con el taxista sobre la situación del país.

Como no encuentran tachas en mi conducta ni en el pasado, ni en mi presente, para desacreditarme, muy seguramente los estrategas de mis contrincantes les han pedido deslegitimar mi lealtad a Petro y al proyecto porque de esta manera en la consulta del 26 de Octubre la gente que me cree leal a Petro me van a dar la espalda.

Les quedará difícil. Aunque paguen por eso, porque no hay nadie que haya defendido a Gustavo Petro y su proyecto social político, con tanta lealtad y con tanta convicción y con tanta intensidad como lo he hecho yo. Y si lo digo con tanta seguridad es porque tengo con qué demostrarlo. Aunque no es lo que quisiera porque voy a parecerme a esas personas que echan todo en cara y esa es una actitud detestable. Pero me toca defenderme o me sacan del juego. Aquí les va:

Por este proyecto me he jugado mi profesión, mis ingresos, parte de mi capital, mi seguridad, mi libertad completa, mi paz y casi mi familia, entre otras cosas y lo mejor de todo, es que no me arrepiento.

Cuando llegué al Proyecto en 2017, Gustavo Petro arrastraba el desprestigio que le crearon sus opositores y algunos medios, por su accidentado paso por la alcaldía de Bogotá. Al igual que hoy, lo persiguieron, lo multaron y le armaron la misma narrativa de inepto, incapaz, y todo lo que ya sabemos.

LA MARCHA DE LOS ANTIFACES

A Petro lo conocí fugazmente durante la marcha de los Antifaces que convocamos un grupo de indignados para protestar contra la corrupción en Bogotá durante la alcaldía de Samuel Moreno, repartija en la que participaron todos los partidos. A esa marcha, que se realizó en 2011, asistieron, ademas de Petro, Antanas Mockus, Miguel Uribe y David Luna, todos ellos candidatos a la alcaldía. En esa ocasión solo lo saludé y le agradecí su asistencia. Por aquel entonces escribí una serie que se llamó “Los Tres Caínes” basada en las atrocidades de los hermanos Castaño y a raíz de varias amenazas posiblemente derivadas de esa serie, tuve que viajar a los Estados Unidos donde me establecí con uno de mis hijos. Empecé a trabajar con la cadena Telemundo, debo reconocerlo con un muy jugoso contrato.

LA DESTITUCIÓN DE PETRO

No volví a saber de Petro hasta cuando el Procurador Ordóñez lo destituyó e inhabilitó por 15 años. Esa injusticia me hizo replantear muchas cosas. Yo en Miami pasándola rico y mucha gente en Colombia combatiendo las injusticias con las uñas. Me volví defensor de su obra de gobierno en Bogotá. Elaboré muchos tuits para demostrar que no había sido un mal alcalde como lo rotulaban todos los medios, en coro. Hasta le ofrecí, en algún momento, una ayuda económica, totalmente desinteresada que él no aceptó porque a Petro no le gusta la plata. Por eso, solo en un caso extremo acude a sus amigos.

Tiempo después me mandó a decir con Hilda Carrera, su asistente personal de la época, que ahora sí necesitaba lo ofrecido para movilizar a un grupo de jóvenes que estaban empezando a recoger firmas para inscribir su candidatura presidencial. Con todo el gusto y el amor del mundo hice los aportes.

Luego vino el episodio que ya he contado en el que mi tocayo me ofrece estar en la lista al Senado. En un comienzo no acepté, porque nunca me interesó estar dentro de la política pero, finalmente, me convencieron y estuve en la lista de los Decentes. Nunca pedí encabezarla, ni más faltaba, porque no conocía a nadie allí y porque no me gusta saltarme los procesos, pero ellos decidieron, por algunas razones que yo debería encabezarla. Así lo hice y mi vida dio un giro de 180 grados.

MI LLEGADA AL SENADO

Dejé todo por él. Todo. Me la jugué por completo. Colaboré física, creativa y económicamente con amor puro a la causa. La lista obtuvo 519 mil votos y obtuvimos tres senadores: Mi persona, Ayda Avella y Jhonatán Pulido, el famoso “Manguito” que el primer día de la legislatura se pasó a las toldas del Uribismo. No fue el único. Todavía hay manguitos por todas partes.

Entonces éramos muy pocos. Ayda Avella y Bolivar por Decentes, Feliciano Valencia por Circunscripción Indígena, Alexander López e Iván Cepeda por el Polo, aunque al final llegó el gran Wilson Arias a reforzarnos. Entre los seis enfrentamos al gobierno Duque con debates, argumentos, luchas en las calles. Recibimos amenazas, chuzadas, persecuciones. Ser opositor me hizo pagar un alto costo. Influencers de derecha me quebraron el hotel amenazando a los clientes, que nunca más volvieron. Denuncié los hechos pero a Fiscalía de Barbosa no hizo nada.

Seguí firme. El Panel de expertos me incluyó entre los mejores senadores de Colombia. Ni un escándalo. Ni una investigación por corrupción. Toda la piel en el asador.

LA DERROTA DE 2018

La elección para Congreso fue en Marzo y la elección presidencial era en mayo. Como senador electo, acompañé a mi tocayo por cada rincón de colombia y fui quien impuso la moda de transmitir sus discursos en vivo. Hice cientos de en vivos multiplicando sus discursos y sus mensajes. Transmití en vivo el atentado que le hicieron en Cúcuta. Volvimos a la plaza pública. Fuimos hasta los rincones más perdidos de la patria. Aún así Perdimos la elección pero obtuvimos mas de 8 millones de votos que serían la cuota inicial para la elección de 2022. Ese día lloré de tristeza y de impotencia. Pero nos levantamos muy rápido y prometimos volver para ganar.

En el Senado compartimos curules vecinas con Petro. Con mi equipo de UTL muchas veces le entregamos insumos para sus debates. Muchas veces preferí entregárselos a él porque necesitábamos que quien se luciera con datos y denuncias era Petro. Lo queríamos presidente en 2022.

LA BOLSA DE PETRO

Estaba a su lado, la dura noche aquella del 27 de noviembre de 2018 en que, en pleno debate de ODEBRECHT, cuando entre Petro y Robledo ya tenían a Néstor Humberto contra las cuerdas, Paloma Valencia presentó el video del tocayo introduciendo un dinero en una bolsa. Fue un momento terrible porque todo estaba planeado. Enviaron el video sin audio para que Petro pareciera un corrupto recibiendo una coima. El Senador Petro pidió la palabra para explicar lo que el país acababa de ver. Duró tres horas pidiendo la palabra y el Senador Pulgar, encargado de la presidencia no se la concedía. Faltando 15 minutos para las 12 de la media noche y cuando ya supimos que no le iba a conceder el uso de la palabra me paré como una fiera y fui y lo increpé. Casi me voy a las manos con él de la rabia que tenía. No lo dejaron hablar. La estela de duda recorrió todos los rincones de la patria y se enquistó en la psiquis de adeptos y detractores. Era tan feo y tan contundente el video que hasta los más devotos petristas dudaron.

La moral de todo el movimiento se vino abajo. Todo mundo se silenció. Fui el único que salió a la prensa a defenderlo durante toda la semana. Hablé en todas las emisoras defendiendo la honra de mi líder. Le puse el pecho a la tempestad. En juego estaba el proyecto, el líder, el compañero, el amigo. Al final se supo que eran 20 millones de pesos que un arquitecto había donado para su campaña al senado de 2006 y la Corte Suprema archivó la denuncia.

EL ESTALLIDO SOCIAL

Luego vino la pandemia, con ella el estallido social. No me importó la credencial. Como Senador me fui a las calles a acompañar al pueblo. Asistí a todas las marchas. Supe a qué sabe el gas lacrimógeno. Y cuando empezó la represión violenta, cuando a los jóvenes los empezaron a matar y les empezaron a sacar los ojos, hice la vaky para dotar de cascos y gafas a jóvenes de la PL.

Ese acto humanitario me costó mi buen nombre. Fui lapidado, juzgado, tildado de terrorista, acusado de lo peor por las bodegas pagas del uribismo y del gobierno Duque. No me importó, seguí adelante. Los principios están por encima. Salí avante de todas las investigaciones.

LOS GUSTAVOS

Para que el fervor por nuestro líder no se diluyera en medio de las nuevas narrativas que nos armaron, inventé un espacio en las redes a través del portal Cuarto de Hora, que sirviera de tribuna a las ideas de nuestro candidato. Se llamó “Los Gustavos”. Todos los domingos, durante un año y medio motivé al tocayo para que plasmara en columnas su ideario. Me confesó que no le gustaba escribir pero me comprometí a hacer las veces de corrector de estilo para que sus columnas salieran bien. Me las enviaba, a veces los viernes, pero por lo regular los sábados. Entre escribir mi columna y revisar la del compañero, se me fueron en vela las madrugadas de más de 50 domingos. las publicábamos a las 6 o 7 de la mañana del domingo y las leíamos en la noche, en vivo por todas nuestras redes. Siento que aquí se empezó a conocer en detalle el discurso de Petro y que aquí se empezó a masificar.

En total leímos decenas de columnas escritas por los dos.

Como moderadores del programa invité a varios de los influencers, en los que siempre he creído. Aunque a varios parece habérseles olvidado. También a líderes sociales como Isabel Zuleta que después se convirtió en Senadora. Periodistas de la talla de Julio Sánchez Cristo y personajes como Margarita Rosa, pasaron por el programa que tuvo audiencias de hasta 30.000 personas por noche.

EL NACIMIENTO DEL PACTO HISTÓRICO

Un 19 de junio de 2020, en uno de esos programas de «Los Gustavos», nació el Pacto Histórico, hoy el partido mayoritario en Colombia y del cual, algunos que no estuvieron en todos estos procesos me quisieran sacar hoy. Así es la vida normal en la política. Te descuidas y te sacan.

Lo cierto es que la Columna del tocayo se tituló, a manera de pregunta ¿Un pacto histórico? y en ella convocaba a todas las fuerzas progresistas a unirnos en torno a unas ideas para ganar en 2022. Convocó Petro a una alianza ciudadana para dejar atrás caminos de violencia para transitar por caminos de esperanza.

En otra de esas columnas, de mi autoría, nació la idea de impulsar el turismo para recuperar las divisas que perdiéramos por dejar enterrado el carbón para siempre.

CABEZA DE LISTA DEL PACTO HISTÓRICO

Y empezó la campaña. Nuevamente transmitiendo al candidato en cada tarima en cada evento. Incansablemente y con alegría.

Encabecé la lista del Pacto Histórico al Senado. Sacamos cerca de 3 millones de votos. La lista más votada de la historia. Uribe en su mejor momento había sacado 2.4 millones.

También ganamos la Presidencia. La izquierda había coronado una lucha de más de 50 años. Fue un momento inolvidable, sublime, único. Volví a llorar pero esta vez de alegría. Paradójicamente, yo que había dejado el alma durante las dos campañas a la presidencia, ni si quiera fui invitado a la tarima. Se subió todo el mundo menos yo. Las razones las contaré después pero tienen que ver con lo que está pasando ahora. No pueden ver que alguien crezca porque hay que ponerle el pie encima.

PRESIDENTE COMISIÓN TERCERA

Ya en el Senado fui elegido presidente de la Comisión tercera y desde allí lideré la reforma tributaria.

Pero ya mi situación económica no daba más. Debí renunciar para retanquear mis cuentas y pagar a la DIAN las deudas que se me acumularon al haber perdido mi lucrativo trabajo de libretista.

DIRECTOR DE PROSPERIDAD SOCIAL

Luego fui nombrado por el Presidente como Director de Prosperidad Social. Fue un gran gesto del Tocayo al darme la confianza para manejar una de las entidades más grandes y con mayor presupuesto del Estado. En solo 14 meses y con un equipo maravilloso transformamos la Entidad y le devolvimos la reputación perdida a manos de corruptos del Gobierno Duque que hoy enfrentan un juicio. Dejamos contratada y financiadas casi 250 obras. Entre ellas 150 PAS que ya se están construyendo. Revivimos más de 50 elefantes blancos. Empezamos la transición entre los subsidios y los proyectos productivos y asociativos. Hicimos la Logística para entregar 80.000 bultos de mercancías incautadas por la DIAN en más de 50 municipios pobres de Colombia. Rediseñamos la entidad. La modernizamos.

Salí de allí el 16 de mayo de 2025. Sin escándalos sin investigaciones por corrupción, sin abusar de nadie como ha sido mi norma de humanidad.

¿DESLEAL YO?

Nunca he denigrado de mi gobierno, el gobierno al que pertenecí. Las cosas que no me gustaron las dije a su tiempo y estando dentro. Se las dijimos al mismo Presidente cuando tocó decirlas. Con respeto pero con franqueza. Nunca nada a sus espaldas porque lo respetamos y lo amamos como algún día se lo dije.

Y a pesar de todo lo que acaban de leer y de otras cosas que se me quedaron sin decir, quieren convencer a nuestra gente que soy desleal. Ah difícil que la tienen. Nadie les va a creer.

ENCUESTAS, EL FLORERO DE LLORENTE

Y no fue sino que anunciara mis intenciones de participar en la consulta del Pacto para que me convirtiera de la noche a la mañana, para un sector del movimiento en un ser traicionero y desleal. Como si para estos colegas que pregonan día y noche los derechos, el de ser elegido no fuera un derecho.

Siento que me tratan con rabia por ir encabezando las encuestas, como si eso fuera culpa mía. Como si yo fuera amigo de los dueños de Invamer, Guarumo el CNC y les fuera a pedir el favor de ponerme a encabezar.

Entonces empiezan a tejer relatos. Que perdí en Bogotá y por eso no puedo. Que soy buena ente pero que en seunda vuelta me ganan. Esos que dicen que después de una derrota no se puede seguir, algún día se han caído y siguen en el piso? Algún día han perdido un semestre y se retiran de la carrera? Fracasan en un negocio y nunca arrancan otro? Qué les pasa. Por qué usan ese argumento tan tonto. De los actuales participantes casi todos han perdido elecciones. Ni más faltaba. Así es la democracia. Menos mal.

Lo cierto es que a partir de la irrupción de mi nombre en los primeros puestos de las encuestas la rabia y las envidias de un sector del movimiento se desataron con furia sobre mí. Siento que les estorbo porque nunca hablo con tapujos ni con hipocresías. Porque llamo a las cosas por su nombre. Porque me desmarco de personas dañinas o de prácticas antidemocráticas. Porque no he dejado que pisoteen a las bases.

Y aquí estoy de pie, más rodeado que nunca, más fuerte que nunca, con mayor experiencia, con mayor conocimiento, listo a recorrer el país para defender el cambio. Preparándome con expertos en distintos temas porque me gusta trabajar en equipo.

La semana entrante, después de la convención del Pacto, algo cerrada a mi parecer, salgo de gira a escuchar a las bases, el constituyente primario del Pacto Histórico, las que mandan. Salgo de gira por toda Colombia a convocar a quienes quieran hacer equipo conmigo. A seguir haciendo de la política una actividad noble y decente. A seguir construyendo democracia, a seguir acortando brechas de desigualdad.

Quienes quieran sumarse aquí estaré con los brazos abiertos para que construyamos juntos el país de nuestros sueños, el terruño por el que siempre hemos luchado, algunos más que yo. Para que sigamos defendiendo a nuestro presidente, con argumentos, con orgullo, con la frente en alto. Para que sigamos convenciendo a la mayoría de nuestros compatriotas que Colombia es mejor que hace tres años.

Vengan, hagámoslo. Tengo la fuerza física y moral para seguir trabajando desintersadamente. Ya me conocen, nací en barrio pobre, soy pueblo, he vivido sus necesidades. Soy serio a la hora de hacer compromisos. saben que cumplo. Cambiemos la política. No les dejemos el campo libre a quienes quieren hacer de la política un negocio sucio. Demos la pelea, con altura, con ideas, con argumentos, con programas. Sin agravios, sin prácticas cochinas, sin gritar, sin prometer cosas que no se pueden ni se deben cumplir como cerrar el Congreso. Conozco a Colombia. Conozco el Estado. Tengo experiencia y una inagotable fuerza para transformar, para inspirar, para hacer.

Vengan. Hagámoslo. Defendamos el cambio, defendamos la obra de gobierno, contémosle a toda Colombia lo que se ha hecho, que a mi manera de ver es mucho pero no lo hemos sabido comunicar.

Vengan caminemos juntos con lealtad.

att: GUSTAVO BOLÍVAR MORENO

Esto es lo que afirmaron los influencers

Este es el texto del comunicado conjunto de UNIR+, «movimiento político de liderazgo territorial y activismo digital» sobre Gustavo Bolívar:

«Como activistas digitales contribuimos a la victoria del primer gobierno alternativo del siglo. Lo hemos defendido con convicción, a pesar de los ataques de medios y sectores políticos tradicionales.

Rechazamos las declaraciones del precandidato Gustavo Bolívar y de los medios corporativos que nos acusan, sin pruebas, de actuar por pago o bajo coordinación.

Las «bodegas» no existen. Lo que existe es un trabajo autónomo, disciplinado y comprometido con eI cambio.

Nuestro alcance es fruto del esfuerzo, no de favores. Nunca nos hemos vendido ni lo haremos.

Es legítimo y legal que activistas tengan contratos con el Estado. Mientras cumplan su objeto y no compren opiniones, no se incurre en ninguna falta. Quien afirme lo contrario, que lo pruebe ante la justicia.

Recordamos que en los grandes medios, todas las opiniones están financiadas. Y muchas veces responden a intereses corporativos o acuerdos oscuros.

Reafirmamos nuestra independencia, coherencia y compromiso con una Colombia más justa. No fingimos objetividad: defendemos nuestras ideas con transparencia

Firman:
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Alexander Chala
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Laura Martínez
Juliana Beltrán
Julio Rodríguez
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Beto Coral
Adriana M. Ruiz
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Con RSF

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