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Esposa de Rafa Pérez reveló que fue operada de emergencia por complicaciones con biopolímeros

La experiencia de Milagros Villamil con los biopolímeros sorprendió a la comunidad en las redes sociales que sigue de cerca la vida de la esposa del cantante Rafa Pérez.

La empresaria y mánager reveló a sus seguidores al compartir imágenes desde una clínica, acompañada de su médico y de su esposo, tras someterse a una cirugía de urgencia para retirar una sustancia que llevaba en su cuerpo desde hacía 18 años.

Durante varios días, la ausencia de Milagros Villamil en redes sociales generó inquietud entre quienes siguen la carrera del cantante Rafa Pérez y la dinámica familiar que comparten con su hijo Salomón.

La preocupación creció cuando circularon videos y fotografías en los que se veía a Villamil en una habitación de hospital. Ante la ola de preguntas, la empresaria decidió contar en detalle el proceso que la llevó al quirófano.

Milagros Villamil explicó que todo comenzó cuando despertó con un dolor intenso. “Me hicieron un TAC y la sorpresa: mis biopolímeros estaban haciendo de las suyas en mi organismo”, relató en su cuenta de Instagram.

Aunque era consciente de que tenía este producto en su cuerpo, admitió que se había confiado en las recomendaciones médicas que le decían: “Lo que está quieto se deja quieto”. La historia de los biopolímeros en su vida se remonta a casi dos décadas atrás.

Villamil, entonces modelo, buscaba mejorar la apariencia de sus glúteos y acudió a un médico estético. “A mí me pasó igual que a muchas mujeres en Colombia que nos engañaron los médicos estéticos diciéndonos que era ácido hialurónico, que era vitamina C”, confesó en un video.

El procedimiento, que le prometía eliminar la celulitis y tonificar la zona, fue presentado como seguro y aprobado por las autoridades sanitarias. “Me clavaron las jeringas ahí atrás. Yo no vi que era un procedimiento quirúrgico y dije: no, me están inyectando un producto”, recordó.

Durante los primeros años, Milagros Villamil no experimentó molestias. “Hace 18 años me lo puse y a mí no me molestaron. Me empezaron a molestar a partir de siete años hacia acá”, detalló.

Los síntomas se manifestaron de forma progresiva: dolor en la espalda, adormecimiento de la pierna derecha, inflamación crónica y molestias al sentarse o dormir de lado. “Todo mi sistema nervioso estaba colapsado. Se me dormía la pierna derecha, me dolía mucho la espalda. Me hacía masajes, tomaba analgésicos y antiinflamatorios, pero el dolor nunca se iba”, relató.

Al intentar contactar al profesional que le realizó el procedimiento, descubrió que había desaparecido y que otras pacientes lo habían denunciado. “Me guardé todo esto, pasaron los años… Todo el mundo me decía ‘lo que está quieto se deja quieto’, eso es falso. Hay que sacárselo. Mujeres, no les dé miedo”, advirtió.

La decisión de operarse no fue inmediata. Villamil reconoció que el miedo al quirófano y a la anestesia la llevó a posponer la intervención: “Yo sentí que me iba, tenía mucho miedo… me arrodillé y le pedí a Dios (que sea tu tiempo Señor) mándame un médico que sea tu instrumento en este procedimiento… Hace un año había consultado con varios cirujanos del país”.

Sin embargo, un episodio de dolor agudo la obligó a buscar ayuda médica urgente. “Lo llamé y le dije: Doc, estoy mal. Y de una vez, programación de cirugía”, narró sobre el momento en que contactó al doctor Juan Carlos Torres, a quien describió como un “ángel”.

La cirugía permitió retirar los biopolímeros de sus glúteos, y Villamil expresó su alivio y gratitud al equipo médico. “Hoy puedo decir: libre de biopolímeros. Mi vida cambió… La salud volvió a mí”, afirmó en sus redes sociales.

También agradeció el apoyo incondicional del cantante vallenato Rafa Pérez, que la acompañó durante todo el proceso. Milagros Villamil decidió hacer pública su experiencia para advertir a otras mujeres sobre los riesgos de los biopolímeros y la importancia de no ignorar los síntomas. “Esto es totalmente falso: hay que sacar eso de nuestro organismo”, enfatizó, desmintiendo la creencia de que, si no hay molestias, no es necesario intervenir. Con Infobae

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