Iván Mordisco estaría ocultándose en la Amazonía y recurriendo a santería
Nuevos reportes de inteligencia militar indican que Néstor Gregorio Vera Fernández, conocido como Iván Mordisco, estaría desplazándose hacia zonas del sur colombiano, específicamente en dirección a la región amazónica.
Esta información, obtenida por la Revista Semana el martes 3 de junio, proviene de fuentes que hacen parte del grupo de búsqueda secreto asignado a la localización del jefe máximo de las disidencias de las FARC.
Según fuentes castrenses que participan en la operación, la decisión de dirigirse hacia esa área responde a la complejidad geográfica y a las características selváticas del terreno, que permiten ocultamiento y facilitan la reorganización de estructuras armadas.
Una fuente militar explicó que “Mordisco se está moviendo hacia el sur, ha venido bajando desde Caquetá, buscando la cuenca amazónica”, lo cual coincide con las rutas que suelen usar las estructuras irregulares para evadir cercos de seguridad.
La presión militar en las regiones centrales del país ha motivado al comandante insurgente a adoptar nuevas medidas de seguridad. Una de ellas ha sido la reducción drástica de su equipo de escoltas.
Según un alto oficial consultado por la Revista Semana, “son pocos hombres, pero altamente armados, con inhibidores y equipos satelitales para evitar las interceptaciones”.
Esta estrategia se implementa con el objetivo de pasar desapercibido y limitar la posibilidad de ser detectado por los organismos de inteligencia que le siguen los pasos desde hace varias semanas.
El líder guerrillero, de acuerdo con los documentos incautados a miembros de su estructura, busca restablecer la antigua organización guerrillera FARC-EP. Hoy en día, se le atribuye el mando de aproximadamente 3.700 combatientes distribuidos en distintas regiones del país.
Dentro de su esquema de protección, se ha reportado la existencia de tres anillos de seguridad organizados con precisión. Estas capas de defensa, según la información obtenida, han sido diseñadas para evitar el paso por zonas pobladas y minimizar la exposición en vías rurales.
“Mordisco evita pasar por caseríos o caminos rurales y ha estructurado tres anillos de seguridad para proteger sus movimientos”, explicó una fuente del Ejército con acceso al seguimiento del caso.
Uno de los frentes más discretos en esta red de seguridad es el Bloque Amazonas. Este grupo no solo desempeña funciones operativas, sino que también administra los recursos económicos del cabecilla, los cuales provienen, en su mayoría, de actividades ilícitas como el narcotráfico y la explotación ilegal de minerales.
Adicionalmente, se han conocido detalles sobre el uso de prácticas religiosas y esotéricas por parte del entorno cercano de Mordisco. Una fuente vinculada a la operación reveló que “al parecer su círculo cercano ha llevado personas que practican santería y esoterismo”.
Estas acciones tendrían como objetivo dificultar la labor de los miembros del Ejército encargados de su búsqueda, mediante rituales que pretenden confundir o desviar los esfuerzos de rastreo.
Las labores de localización continúan desarrollándose de manera ininterrumpida. De acuerdo con la misma fuente militar, “las operaciones se mantienen durante los siete días de la semana y la inteligencia militar no descansa para poder ubicar al objetivo”.
Estos operativos se ejecutan en condiciones extremas, aprovechando cualquier indicio suministrado por personas cercanas a la estructura armada, que en algunos casos han comenzado a compartir información relevante sobre los movimientos del comandante disidente.
“Incluso, gente cercana a Mordisco ha empezado a entregar información sobre por dónde se mueve, con quién anda; son datos muy precisos que nos sirven para poder dar con su paradero”, señaló.
El Ministerio de Defensa ha ofrecido recompensas económicas por la captura tanto de alias Iván Mordisco como de otros jefes de disidencias, entre ellos alias Marlon. La promesa de incentivos económicos hace parte de la estrategia para obtener colaboraciones clave que conduzcan a la detención de los cabecillas de estos grupos armados ilegales.
Dentro de las filas militares encargadas de esta misión, hay una orientación definida: alcanzar el objetivo sin importar las dificultades del terreno ni el riesgo.
“Nuestros hombres y mujeres saben que la meta es clara y es poder ubicar a Mordisco. La misión es poder llevarlo ante la justicia para que pague por todos los delitos por los que lo acusan, y en esto trabajamos”, concluyó el oficial de inteligencia consultado por la Revista Semana.
Las operaciones continúan desarrollándose de forma discreta, y se espera que el despliegue militar persista mientras exista información sobre la posible ubicación del máximo líder de estas disidencias armadas. Con Infobae