El último adiós a Leonidas Moya, excorista de Diomedes Díaz

El vallenato llora la partida de uno de sus más entrañables exponentes: Leonidas Enrique Moya Fula, conocido artísticamente como «Leo» Moya, quien falleció en la ciudad de Valledupar a los 60 años, dejando un legado en el corazón del folclor colombiano.

Nacido el 3 de agosto de 1964, Leo Moya fue heredero directo de una estirpe musical que marcó la historia del vallenato. Hijo del reconocido compositor Sergio Enrique Moya Molina y de la emblemática Juana Dolores Fula Núñez, conocida como “La Celosa”, creció rodeado de versos, guitarras y acordeones. Desde su infancia mostró una sensibilidad especial por la música, lo que lo llevó a hacer sus primeras apariciones en estudios de grabación a la temprana edad de 12 años, acompañando como corista al entonces niño prodigio Javier Gámez.

Moya Fula, venía luchando contra el cáncer cerebral, por lo cual presentó una recaída hace unos meses y no logró superar las complicaciones, manifestó entre lágrimas su padre Sergio Enrique Moya Molina, quien reiteró que se ha ido la mitad de su vida. “Es un dolor muy grande perder a un hijo, un ser especial que vivió para amar el folclor vallenato. Pido a Dios nos dé fuerzas para superar este difícil momento”, dijo.

SEGUNDA VOZ QUE SE CONVIRTIÓ EN PRIMERA

Aunque nunca estuvo en el centro del escenario como voz líder, Leo Moya se convirtió en la piedra angular de múltiples producciones gracias a su talento como segunda voz. Su capacidad para armonizar, su oído privilegiado y su sensibilidad artística lo convirtieron en uno de los coristas más solicitados por las grandes figuras del vallenato. Fue parte esencial de las producciones de artistas como Farid Ortiz, Iván Villazón, Jorge Oñate, Poncho Zuleta, Peter Manjarrés, y, muy especialmente, Diomedes Díaz.

En 1990, su participación en el disco «El más fuerte» de Jorge Oñate marcó un antes y un después en su carrera. A partir de entonces, su nombre empezó a resonar con más fuerza entre los círculos musicales del país, consolidándose como una figura respetada por músicos, productores y seguidores del género.

SU PASO POR LA AGRUPACIÓN DE DIOMEDES

Uno de los momentos más memorables de su carrera fue su integración a la agrupación del legendario Diomedes Díaz, con quien trabajó durante varias etapas, en especial durante la unión con el acordeonero Juancho Rois. La voz de Leo Moya se convirtió en un componente fundamental en producciones como «26 de mayo», «Brindo con el alma» y «Un canto celestial», este último siendo el primer álbum que Diomedes grabó junto a Iván Zuleta tras la trágica muerte de Rois.

Su participación en estos proyectos no solo enriqueció el sonido de las canciones, sino que también dejó huella en la estética musical de una época dorada del vallenato. Leo no solo armonizaba: transmitía emoción, reforzaba las historias y elevaba cada interpretación a otro nivel.

Quienes lo conocieron lo recuerdan como un ser humano sencillo, de palabra amable y alma noble. Más allá del talento, lo que destacaba en Leo Moya era su ética profesional, su puntualidad, su respeto por la música y su devoción por el arte vallenato. Pese a haber trabajado con los más grandes del género, nunca perdió la humildad que lo caracterizaba.

A lo largo de más de cuatro décadas de trayectoria, participó en más de un centenar de grabaciones, muchas de ellas hoy consideradas clásicos del vallenato moderno. Su legado no solo se mide en discos, sino en las generaciones de músicos que lo admiraron y en la manera como su voz acompañó los momentos más felices y nostálgicos de miles de oyentes.

DESPEDIDA A UNA VOZ ETERNA

Hoy, el vallenato pierde a uno de sus pilares silenciosos, a un artista que no siempre estuvo en los reflectores, pero cuya voz estuvo presente en los escenarios, radios y corazones de Colombia. La familia Moya Fula ha confirmado que las exequias se realizarán en Valledupar, donde será despedido con música, la misma que fue su vida, su pasión y su legado.

Sus restos serán llevados este jueves hasta su última morada en Jardines de Ecce Homo, hasta donde acudirán seguidores, amigos, artistas y todos los que lo acompañaron en su carrera musical.