El llamado de Petro a los trabajadores colombianos en EE.UU.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, instó este lunes a sus connacionales residentes en EE.UU. a manifestarse en contra de la eventual imposición de un tributo del 3,5 % sobre las remesas que se aprobó la semana pasada en la Cámara de Representantes del Congreso del país norteamericano, y que deberá ser votado en la Cámara Alta.
«A la población trabajadora colombiana en EE.UU. le cobrarán un impuesto de remesas por sus envíos a sus familias a Colombia, si el Congreso de EE.UU. aprueba un proyecto del Gobierno estadounidense. Creo que los trabajadores colombianos en EE.UU. también se deben manifestar. Es una reducción de su salario real», consideró el mandatario en un ‘post’ escrito en su cuenta de X.
Petro comentaba una noticia en la que se reseñaba que su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum, sugirió que los mexicanos residentes en el país vecino realizaran movilizaciones pacíficas para protestar contra el gravamen que, en su opinión, pecha a «las personas que menos tienen».
Asimismo, el dignatario neogranadino invocó «el principio diplomático de reciprocidad» para exhortar al Legislativo de su país a «poner una medida similar de la misma magnitud».
Consecuencias
Con este pronunciamiento, Petro se suma a Sheinbaum al señalar los perjuicios que la eventual medida impositiva de Washington podría acarrear para América Latina. Sin embargo, ni México ni Colombia están en la peor situación. Por ejemplo, en Honduras y El Salvador, las remesas representan más del 20 % de su PIB y la población local es altamente dependiente de esos ingresos para satisfacer sus necesidades básicas, y una caída drástica en el consumo local podría impulsar otra oleada migratoria hacia el norte.
En el peor de los casos, la búsqueda de beneficios fiscales en EE.UU. a través de las remesas también podría acarrear tensiones adicionales incluso con aliados estratégicos como Nayib Bukele, con quien la Casa Blanca suscribió un acuerdo para deportar a determinados prisioneros, como los de alta peligrosidad, al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).
Desde otro costado, en procura de menores costos, las personas podrían verse impelidas a contratar servicios de envío de dinero irregulares u opacos, al tiempo que se abriría la puerta para un nuevo negocio del crimen organizado, de acuerdo con un reporte de BBVA aparecido en El Financiero. Con RT