Valledupar vibró al ritmo del Pilón: tradición, color y memoria colectiva
Las calles de Valledupar se transformaron en un río de tradición y alegría con el regreso del Pilón Vallenato, un desfile folclórico que marcó con fuerza el inicio del 58° Festival de la Leyenda Vallenata. Más de 240 grupos participantes inundaron de música, versos y coloridos atuendos la ciudad, reavivando una costumbre que, años atrás, parecía destinada al olvido.
Con tambores, papayeras, y versos improvisados que evocaban la picardía y el espíritu vallenato, los piloneros marcharon por barrios emblemáticos como Los Cortijos, despertando aplausos y emociones entre vecinos y turistas. En total, 156 grupos de adultos dijeron presente en esta edición, consolidando el desfile como una de las actividades más esperadas del Festival.
La participación fue intergeneracional. Familias enteras danzaron tomadas de la mano, demostrando que el Pilón ya no es solo una tradición de antaño, sino un símbolo cultural que se adapta y crece con cada nueva generación. El evento no solo rememoró las antiguas madrugadas donde las mujeres salían de casa en casa bailando y recibiendo atenciones, sino que ahora se vive como una gran celebración colectiva en pleno día.
Lo que años atrás era una expresión folclórica relegada a los Carnavales, hoy resurge con fuerza como un acto de reivindicación cultural. Casas decoradas, vecinos coreando las estrofas y danzantes entregados al ritmo de la caja y la guacharaca, mostraron que el Pilón no solo sobrevive, sino que florece con fuerza renovada.
Este desfile, más allá del folclor, es también una declaración de identidad y resistencia cultural: un testimonio vivo de cómo las tradiciones se transforman, se enriquecen y perduran en el corazón de quienes las viven.
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