Famoso cantante de corridos admite que dio conciertos para narcos en México

El cantante mexicano de narcocorridos Gerardo Ortiz se declaró culpable de un cargo de conspiración por dar conciertos y hacer negocios con un promotor musical al que se sindica de estar vinculado con el narcotráfico, informó este miércoles la revista Rolling Stone.

La noticia se hizo pública en el contexto del juicio que se le sigue al director ejecutivo de la discográfica Del Records, Ángel del Villar, quien está acusado de realizar negocios ilícitos con el productor musical radicado en México Jesús ‘Chucho’ Pérez Alvear.

El caso

De acuerdo con los fiscales, en 2018, agentes del FBI le entregaron una carta a Ortiz en el aeropuerto de Phoenix en la que le informaron que debía renunciar a presentarse en los eventos organizados por Pérez Alvear, pues este había sido designado como narcotraficante por las autoridades estadounidenses y estaba sujeto a sanciones.

Según la investigación, el intérprete se planteó inicialmente acceder a lo que le pedían los agentes federales, pero fue convencido por Del Villar para continuar con la asociación con el controvertido productor por razones económicas.

Una parte de los dividendos de los espectáculos que patrocinaba el controvertido productor iba a parar a las arcas de Del Entertainment, una agencia de talentos de Del Villar.

«Gerardo Ortiz se declaró culpable de conspiración para realizar transacciones con un narcotraficante especialmente designado, uno de los delitos por los que se imputan a los acusados en este juicio», sostuvo el fiscal federal adjunto Alexander Schwab en la audiencia preliminar de Del Villar.

Versiones

Schwab aseguró que Ortiz –quien estuvo nominado al Grammy– ofrecerá su testimonio. «Escucharán al propio Gerardo Ortiz. Les dirá que ahora está cooperando con los investigadores en este caso y espera que su cooperación se tenga en cuenta al momento de su sentencia», refirió, al tiempo que recalcó que podrían escuchar de su boca todo el relato que corrobora la versión de las autoridades.

Por su lado, Del Villar alegó que el vicepresidente de la compañía, Brian Gutiérrez, lo «convenció» de que «todo» lo que hacían estaba apegado a la ley. Su abogada defensora, Marissa Goldberg, aseveró que disponía de pruebas que comprobaban que Gutiérrez era informante del FBI y colaboró con las autoridades para «fabricar una trampa para desmantelar a alguien que percibían como el líder».

A este respecto, la Fiscalía admitió que Gutiérrez contactó al FBI «para denunciar a la empresa». Además adjuntó mensajes de voz y de texto que se estimaron incriminatorios para sus superiores. «Con el tiempo, [Gutiérrez] también se convirtió en lo que se denomina una fuente humana confidencial para el FBI», relató Schwab.

Ortiz abandonó Del Records en 2019 embarcado en una disputa contractual que aún se dirime en los tribunales, mientras que Gutiérrez demandó a Del Villar y a la disquera por despido injustificado, acoso y discriminación, actuaciones que él atribuye a la denuncia que interpuso contra sus jefes. Con RT