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Con el Festival Vallenato La Paz recuerda con nostalgia a Jorge Oñate

“En un pueblito cerquita al valle/ nació un muchacho con una estrella/ con el prodigio de una voz muy bella/ lo que ha hecho ser importante”, es uno de los versos de la canción ‘El Jilguero’, del compositor Emiliano Zuleta Díaz e interpretada por Jorge Oñate, el grande del vallenato, a quien su tierra natal La Paz, lo sigue llorando y hoy lo recuerda más que nunca con el Festival Vallenato que se realiza en su honor.

Sus calles pintorescas donde en cada rincón hay un legado del maestro Oñate, siguen marcadas por la ausencia de su gran artista, el hombre humanitario y el defensor de su pueblo. Fue quien dio a conocer la almojábana en el país y el mundo.

Aseguran haber quedado ‘huérfanos en el folclor vallenato’. La pieza musical ‘La Paz es mi pueblo’ retumba en cada rincón con orgullo y hoy más que nunca se convierte en el himno de los actos que se realizan en su honor, para destacar el legado que ha dejado.

Recorrer el municipio de La Paz, ubicado a escasos minutos de la capital del Cesar, Valledupar, sigue siendo una nostalgia. Sus habitantes no se resignan a quedarse en silencio, al contrario, sus éxitos musicales se siguen escuchando en residencias, plazas y avenidas.

José Enrique Ferias, jefe de la Oficina de Cultura de la Alcaldía de La Paz, aseguró que Jorge Oñate para el municipio de La Paz representaba la máxima figura en el tema cultural y artístico. “Nos representó más allá de la frontera colombiana y en el territorio nacional. La Paz lo llora, quedamos solos, sin esa representación en el folclor vallenato”.

UN GRAN MAESTRO, UN GRAN AMIGO

Raúl ‘Chiche’ Maestre, acordeonero, reiteró que Oñate hace mucha falta en el folclor, fue una persona inquieta que siempre trabajaba por mantener vivo el género. Era el único que grababa, sacaba sus composiciones, revolucionaba el folclor.

“Junto a él grabé uno de los éxitos más grandes del folclor vallenato, una canción de Octavio Daza ‘Nido de Amor’ en el año 78; al siguiente año grabamos ‘Siempre Unidos’, ‘Canasta de Ensueños’, Cántaro de Amor’, ‘La Vieja Sara’. Y en el año 80 grabamos ‘Noche de Estrellas’, de la autoría del maestro Roberto Calderón, entre otros éxitos que se recogen en tres CD que logré junto al Jilguero de América”, dijo.

Recordó que durante su carrera musical, logró salir del anonimato a través de Jorge Oñate. “En su honor participaré en el V Rey de Reyes del Festival de la Leyenda Vallenata, que este año se realizará en homenaje a Oñate ‘La Leyenda’.

Wilber Mendoza, Rey de Reyes del Vallenato, manifestó que Jorge Oñate fue uno de los más grandes que ha dado el folclor vallenato. “Fue compañero de mi padre, ‘Colacho’ Mendoza, y grabó las mejores canciones del vallenato pesado. Él resguardaba la música ortodoxa, clásica y su más fiel defensor”.

Así mismo, Aurelio ‘Yeyo’ Núñez, compositor, recordó que Jorge Oñate fue el mismo creador de ‘El más fuerte’, “canción que terminó de escribir conmigo porque necesitaba un homenaje para Alejandro Durán ese año. Me decía, termina la canción Yeyo y te agradezco méteme en el estribillo final, al viejo Alejo; él me pedía que le agregara los personajes”.

El compositor Gustavo Gutiérrez, quien le escribió canciones como ‘Paisaje de Sol’, dijo tener recuerdos imperecederos. “Siempre he dicho que el mejor intérprete de mis canciones ha sido Jorge Oñate, me grabó las composiciones más poéticas, alrededor de 14. La primera que me grabó fue ‘Sencilla y cariñosa’; ha sido la voz más hermosa que tuvo el vallenato”.

Reiteró que el maestro tenía la particularidad que sabía escoger las canciones, grababa muchos clásicos del vallenato. Fue un amigo entrañable, buen hijo, gran persona.

Es una ‘ausencia sentimental’ que tardará en cicatrizar en los corazones de quienes lo siguieron. “Hay ombe, que dolor tan grande”.

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