Dueños y empleados de bares rompieron platos en Bogotá para protestar contra las restricciones
“No queremos pagar los platos rotos”, fue la consigna de los empleados y empresarios de bares y restaurantes en Bogotá, quienes piden que los dejen trabajar.
La Asociación de Bares de Colombia señala que 19.466 comerciantes y familias del sector han tenido que cerrar sus establecimientos tras un año del cierre voluntario que inició el 15 de marzo de 2020. Por esa razón, el otro 71% de los empleados y dueños de bares, que continúan sobreviviendo a la crisis, piden protocolos para reabrir y evitar que continúen los cierres.
Este lunes 26 de abril, cerca de 200 miembros del sector nocturno en Bogotá se reunieron en la calle 85 con 15 para protestar. Los manifestantes estrellaron platos de loza contra el suelo mientras gritaban la difícil situación que han tenido que afrontar a causa de las restricciones y cierres decretados para prevenir el contagio de covid-19.
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De acuerdo con Asobares, son más de 250 mil personas entre meseros, bartenders, djs, logísticos, community managers, administradores, entre otros, quienes han tenido que parar su actividad económica a causa de la contingencia y las últimas medidas terminan afectando sus labores.
“Hoy vamos a romper los platos para no seguirlos pagando”, señaló una mujer en medio de la protesta, pues afirman que son los miembros del gremio, las madres de familia y empleados, quienes han tenido que llevar la carga de la crisis.
Frente al Carulla de la 85, en el norte de Bogotá, los manifestantes se ubicaron en puntos que mantuvieran el distanciamiento de dos metros, usaron tapabocas y tenían una tarima desde la que denunciaban la situación que estaban viviendo y las exigencias a las autoridades.
“Estamos cansados, las mujeres, madres solteras, cabezas de hogar, de aguantar hambre, de no conseguir empleo, de no tener dinero, de pasar enfermedad, estamos tristes, estamos solas, estamos sin ayudas del Gobierno”, manifestó una mujer según registró Noticias Caracol.
Los representantes de los bares le solicitaron a la Alcaldía de Bogotá que retome los planes piloto que ya había evaluado anteriormente para permitir su actividad comercial, aunque tendrá que esperar a que se supere este tercer pico de la pandemia.
El toque de queda, el confinamiento estricto del fin de semana y la ley seca permanente que decretó la alcaldesa Claudia López, son principalmente nocivas para los bares en la capital. La manifestación también fue convocada en otras ciudades del país, como en Montería y Cúcuta, donde se realizaron actos simbólicos similares.
El gremio se ha visto principalmente afectado por las últimas medidas tomadas por las autoridades sanitarias. Señalan que las restricciones a su actividad solo generan espacios clandestinos que no tienen control de las medidas de bioseguridad.
Así mismo, la incertidumbre de los días que podrán trabajar, ha generado que se fomente la contratación informal y el pago por días a los empleados, que no garantiza los ingresos de las familias que dependen del sector. Los manifestantes señalaron estar quebrados a causa de las restricciones y piden ayuda para recuperar sus finanzas.
Los empresarios de bares proponen que los días de confinamiento del 4×3 no sean exclusivamente de fin de semana, que es cuando se desarrolla principalmente su comercio; así como piden la posibilidad de usar espacios al aire libre.
Según el diario El Espectador, el gremio también propuso restricciones al uso de carros y motos con el fin de reducir la accidentalidad y la demanda de UCIS.
“Acompañamos este acto simbólico de @Asobares los sectores económicos del entretenimiento hemos sido los más afectados con las restricciones definidas por gobiernos locales. Necesitamos alivios económicos y alternancias en las medidas para que la operación pueda recuperarse”, manifestó la Federación Colombiana de Juegos de Suerte y Azar.
La alcaldesa Claudia López aseguró que las actuales medidas podrían extenderse al menos durante las próximas dos semanas, debido a que son las más críticas de la pandemia de covid-19 en el país. El jueves volverán a evaluarse con el Comité Epidemiológico Nacional y determinar si se realizan cambios según el comportamiento del virus.